viernes, 8 de marzo de 2019

GOLPE EN EL PARIETAL CON BALÓN DE CUERO GRUESO



Mi amigo, que evita los ríos que suenan,
me habla de La Ilíada, de los parpadeos
–que algunos confunden con guiños– sobre el arte;
del asambleísmo del teatro en México,
la facilidad con la que se expone la vida privada

Yo viajo a Tuxtla por otros asuntos:
a veces a pulsar la atarraya de sus atardeceres,
a pescar un temblor de tierra,
las piezas óseas de un hombre primitivo,
los signos de septicemia en la pierna árida del estero,
la burocracia infinita vomitada por el cajero automático

Es tiempo –bromeamos mi amigo y yo–
de escribir canciones de protesta,
y cantarlas en una bohemia en una casa
de arquitectos; valores perdidos en la Cultura,
mea culpa, por los soundtracks de Wes Anderson

Sin negociar el más hostil de los entornos:
el molecular o el paleontológico,
la melodía multinacional socialista
y el clima natural del universo

No

Regresemos a jugar futbol rudo a las calles

Luis Daniel Pulido



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