Mi amigo, que evita los ríos que suenan,
me habla de La Ilíada, de los parpadeos
–que algunos confunden con guiños– sobre el arte;
del asambleísmo del teatro en México,
la facilidad con la que se expone la vida privada
me habla de La Ilíada, de los parpadeos
–que algunos confunden con guiños– sobre el arte;
del asambleísmo del teatro en México,
la facilidad con la que se expone la vida privada
Yo viajo a Tuxtla por otros asuntos:
a veces a pulsar la atarraya de sus atardeceres,
a pescar un temblor de tierra,
las piezas óseas de un hombre primitivo,
los signos de septicemia en la pierna árida del estero,
la burocracia infinita vomitada por el cajero automático
a veces a pulsar la atarraya de sus atardeceres,
a pescar un temblor de tierra,
las piezas óseas de un hombre primitivo,
los signos de septicemia en la pierna árida del estero,
la burocracia infinita vomitada por el cajero automático
Es tiempo –bromeamos mi amigo y yo–
de escribir canciones de protesta,
y cantarlas en una bohemia en una casa
de arquitectos; valores perdidos en la Cultura,
mea culpa, por los soundtracks de Wes Anderson
de escribir canciones de protesta,
y cantarlas en una bohemia en una casa
de arquitectos; valores perdidos en la Cultura,
mea culpa, por los soundtracks de Wes Anderson
Sin negociar el más hostil de los entornos:
el molecular o el paleontológico,
la melodía multinacional socialista
y el clima natural del universo
el molecular o el paleontológico,
la melodía multinacional socialista
y el clima natural del universo
No
Regresemos a jugar futbol rudo a las calles
Luis Daniel Pulido
No hay comentarios:
Publicar un comentario