Somos tan distintos:
tú y tus maceteros, tus flores,
tus sobrinos, tus amigos:
fabuladores de éxitos de oficina,
las migraciones, las intrigas,
el tinte: el sí we y el antro,
el bisbiseo por la espalda
tú y tus maceteros, tus flores,
tus sobrinos, tus amigos:
fabuladores de éxitos de oficina,
las migraciones, las intrigas,
el tinte: el sí we y el antro,
el bisbiseo por la espalda
Somos tan distintos,
empezando por la facilidad
con que resuelves la tecnología:
el guasap y las actualizaciones;
y yo con el ojo rudimentario
de las cosas viejas: el vinilo,
el tornamesa, el contrato social,
hasta la victoria, siempre, comandante
empezando por la facilidad
con que resuelves la tecnología:
el guasap y las actualizaciones;
y yo con el ojo rudimentario
de las cosas viejas: el vinilo,
el tornamesa, el contrato social,
hasta la victoria, siempre, comandante
Quizá por eso evitamos pisar juntos
las plazas imaginarias de los sueños,
la bebida caliente en la misma cama,
las paranomasias, los juegos de mesa
las plazas imaginarias de los sueños,
la bebida caliente en la misma cama,
las paranomasias, los juegos de mesa
Y si fuéramos amantes
y si mordiéramos juntos
esa libra de carne humana
corazón rojo del sexo;
y si viéramos juntos
los húmedos ojos de la muerte
y si de una vez me clavas
los filosos veleros
que no navegaremos
y si mordiéramos juntos
esa libra de carne humana
corazón rojo del sexo;
y si viéramos juntos
los húmedos ojos de la muerte
y si de una vez me clavas
los filosos veleros
que no navegaremos
Es mejor así –me dices–
como quien deja un caramelo
en mi lengua
como quien deja un caramelo
en mi lengua
Luis Daniel Pulido
*Del libro BAXTER MEMORIES (VIDA Y OBRA DE VÍCTOR VON DOOM)
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