sábado, 19 de julio de 2014

El INOCENTE (EL EFECTO GANSITO MARINELA)


Para Gina
El amor, cuando se suman años,
se asemeja a un ajuste de cuentas:
te recuerdan nombres, fechas,
cenas en ciudades del sureste,
del norte, del centro, en diciembre,
un restaurante italiano y los papeles
sociales leyendo tu defensa –y contra Paz–
a Elena Garro, los hijos del limo,
los juegos de tinta, el perro europeo

Nada es negociable: la casa con jardín,
el perro que educaste, los poemas que escribiste;
se gana una gatillera en tu destino,
y esta apunta a tu cabeza

Y sin embargo (siempre hay un “sin embargo”
con banderas de paz en balcones de la calle)
no paramos de reír e incorporar temas a nuestra agenda:
conciertos de rock con bandas internacionales,
luna de miel en Chiapas, huevitos de Pascua
a los precios del café, “amores que matan nunca mueren”
y talquito a los pies

Y lo entiendo: un resbalón y al sofá de la sala,
a borrar la enorme lista de mujeres en mi vida,
a no invitar a los dragones a la fiesta

Así las cosas, el balón que se les mueve a los porteros,
la caza de brujas en España, tus mensajes a mi cel:
“no olvides –puchunguito– tomar los medicamentos”

El amor –oso de felpa– como lo más grande del universo

Luis Daniel Pulido


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