Foto: Lorena F. Mercado
¿Qué te dice tu corazón?
-No lo sé. No lo escucho por sus latidos
Velma Dinkley en Scooby Doo 2
-No lo sé. No lo escucho por sus latidos
Velma Dinkley en Scooby Doo 2
La vida
es incidental,
se diluye
y en su caída,
irónico,
puede ser edificante
aunque
ésta sea un parpadeo,
un
astronauta desprotegido,
una
mirada triste con sus fuerzas
móviles de
exterminio,
ojos que
se abren y se cierran
y no
sacan provecho de nada,
incluso
del miedo que da la palabra “cáncer”
y nos
atrincheremos, de inmediato,
en la
última página de un libro de Auster o Toscana
o bien en
el potentísimo DVD de Slayer en vivo
Nada
cambia, quisiera decir, pero mentiría;
se
escucha cómo Dios engulle la sopa de la mesa
sin ser
invitado y me declara la guerra,
mordaz,
silencioso, insolente
Yo no
volteo a verlo; que otros se avienten por Él,
que otros
se adhieran como moscas a su luz,
a sus
camilleros y héroes solitarios,
que otros
permitan su paso por la Tierra
Y aquí
los pendientes, los “hubieras”,
el hombre
en el sofá que fuma y calla
y no
escucha por cierta parálisis visual y auditiva
a causa
de un disparo que no sé de dónde vino
Propósitos,
muchos (siempre hago las cosas
como si
tuviera miles de ases en la manga)
arcos sin
flechas, paraguas, Mevlana Müzesi
e
infinitos campos de trigo
Luis Daniel Pulido
1 comentario:
A roquear, pollito mío
MÍO, MÍO, MÍO Y DE NADIE MÁS!
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