A
mis veinte años tuve una sala de lectura;
enterraba
a mi padre, viejo héroe de las montañas
de Chihuahua
y de Telégrafos Nacionales
México
era más parecido a la Alemania de Goethe,
a los
banquetes medievales: barbacoa sin cubiertos,
cabrito
hasta que reventara Dios padre
A
mis veinte años esta imagen: Ramón Xirau al piano,
un tal
Foster en Montjuich,
un nido
–de algo– en el Halley
A
mis veinte años el norte de México en los novelistas rusos,
asaltos
de Bancos, discos de Eric Clapton
Mi padre
lo supo:
íbamos
a contracorriente,
a quedarnos
solos:
suficientes
pruebas de estupidez arrojan las guerras,
los conciertos
de El Recodo, a lo que hemos llegado:
un mar
de decapitados
Luis
Daniel Pulido
3 comentarios:
Te quiero y te admiro tanto
soy tu fan
Amo cada segundo que respiras, amo como escribes, amo tu ternura, todo de ti, TODO!
QUÉ PLACER LEERTE, QUÉ PLAAAAACEEER
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