Lana
Del Rey, NY, 1986
Qué
puedo contarte que tú no veas,
algo
de Spengler, el ruido de los barcos que parten,
el tazón
de Cheetos, los números duros de las tarjetas de crédito,
la Heineken
y los “burritos” y los tickets del Oxxo;
que no
llegamos a nada y que un equipo de futbol de la frontera
hizo
de este deporte una suma de videos caseros, la táctica fija
Un
poco de hielo frappé, cedés de Pixies, Jaime López,
I
Can Chase Dragons, los Kinks; notas escritas de un tal Stevenson,
el oro
de un tesoro deducible de impuestos y el hombre en pijama
que no
quiere nada
El
cenicero y los periódicos locales pegados a la carretera
asfaltada
de manzanas que se pudren, moscas que se ensanchan
en la
sección de Sociales, la vecina que barre la calle,
un día
más sin ti en la planicie de Langres,
un hombre
casi ciego que no quiera nada
Sólo
el alba, tus manos, Marruecos,
películas
en blanco y negro
Luis
Daniel Pulido
*De
la cara B del libro Nunca sonrías a Optimus Prime
2 comentarios:
Qué gran poema, cariño
Te mereces todo este cuerpecito
Besos!!!!
Me encanta tu furia, tu nostalgia, eres increíble
Besitos................
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