A Lupita Calvo
Todo empezó un día que se hizo de noche
en un desierto con dunas y camellos
La luna tenía fría, fría las orejas
y sus ojos se cerraron con la última
luz de la tarde
Yo cargaba paquetes de palabras,
y en una rendija se escuchaba
el sonido de mil voces amenazantes
Tuve que ajustar los extremos
opuestos -miedo y arrojo-
en mi estómago, amarrarlos
con mi tripita de pollo
Caminé desafiando a la muerte
y el reloj marcaba las once de la noche
Una lámpara de mano derramaba
su luz sobre el objeto: el riiiiing, riiiiing
dejó de ser una formación cerrada
de ruidos y se transformó en una plaga.
No sobreviviré. Son demasiados
En eso, una voz dulce, se escuchó
a lo lejos:
-Chincho, por el amor de Dios,
contesta el teléfono
3 comentarios:
Chincho, yo sé que tú eres muy valiente
Te quiero
Eres especial, muy especial
Besitos
Jjajajaja
Qué tierno!
Besos
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