El cielo es azul
tras el corte de cabello
de muchos cosmonautas,
hoy pelones en un cuartel
donde todos avientan
bolas de papel.
El cielo,
antes bayoneta de Nixon y Lenin,
es un chisporroteo
de nieve de pistache:
papás echando harto grito
¡Come rápido las chispitas de chocolate!
El cielo tiene un alto índice
de visitas gratis,
comparte el mismo interés
por transbordadores,
cometas y pájaros.
Algunas veces
procuro triturar estrellas con mis dientes,
ponerle conitos a los sabores arrogantes
(la fresa, el melón, el coco)
porque el dinero
-dicen-
ya no ajusta como antes.
Por eso esta tesis
de niño cosmonauta:
vayamos al cielo
por el mar de Cortés
o el canal de la Mancha.
Cuéntame un cuento
buen nevero
Había una vez Plutón
o Júpiter o la Luna,
una rica comezón en las orejas
El cielo es azul
y yo tengo un casco de cartón
que me protege del frío y las alergias.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno ¡Cero!
*Texto inspirado en la película Adiós a Lenin
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