jueves, 21 de noviembre de 2024

OBJETOS PERDIDOS


 

Con el problema de la vista –mi última trinchera de una guerra despiadada– me pasan cosas caóticas: me estrello contra la gente, tropiezo con el cielo que se desliza suave en la hoja que cae, me doy de topes contra el árbol de ruidos de ciudades que me son extrañas. Dios tiene las manos frías. Yo, que cuidaba mis cosas: mis libros, mis cómics, mi parcelita de perritos que movían la cola y no permitían que se les pararan las mariposas. Hoy no tengo nada de eso. Hoy perdí mi reloj favorito, con el que cronometraba los tiempos de entrenamiento, que tenía lucecitas, su Canto Gregoriano, cuatro botoncitos para alarma a las cuatro de la mañana, sincronización con Australia, un ratón que huía feliz de la vida, una flecha a Guadalajara… Se cayó y desapareció. Se hizo parte, como si ya no quisiera estar conmigo, de las raíces, de lo verde y amarillo del terreno… una cancha de futbol. Puse mis dos manos sobre el pasto y gateé… no puedo estar tan ciego, me dije. Pero lo estoy. Tengo una nube de ceniza en mi corazón.
Luis Daniel Pulido

No hay comentarios: