domingo, 28 de abril de 2024

ELISA


 

Hablabas mucho,
de la decadencia de la civilización occidental,
de las ardillas, libros en su segunda edición,
erratas, de la “modern masterpiece”
después de tus clases de inglés
De que modernizarías el sistema
de partidos en México,
sobre qué guapo era el sibarita
al que se le murió su esposa en la cama,
del registro inédito de un documento,
mirada y misión del Che Guevara
De un taller no literario
—como el chiste—
que convocara psicoanalistas,
especialistas del marxismo teórico práctico,
filósofos con dilemas éticos,
farsantes de cafés
¿Qué podría salir mal?
Recurriste al MeToo
Hablabas mucho,
de música y cine ruso
y alemán y del mundo,
de darle voz a los palestinos,
de bordar y cocinar y escuchar
vinilos
Madonna y Bruce Springteen,
de entender la fotografía,
de leer a John Berger,
Susan Sontag, viajar a Chiapas,
disipar el humo de los cigarros
con el movimiento de tus manos
Que reíamos recargados en la pared,
fumabas Marlboros rojos
y escuchábamos a Motley Crue
Es lo que recuerdo;
y las series de TV, ofertas de pizzas,
pollo frito, ramos de nardos,
aguacates, bajos eléctricos,
boletos de avión
Hasta que la vida y aquella postal
de campesinos serbios
y las puertas abiertas e infinitas
de la filología nos hizo tomar
caminos distintos
Sé que es difícil que no odies
a Metallica —ya todos los odiamos,
y no me abras la puerta de tu cuarto,
y cantes tu canción favorita de Madonna
Some boys kiss me, some boys hug me
I think they're okay
If they don't give me proper credit
I just walk away…
Y yo corra, como en esos años,
a tu casa para…
Y no pueda hacerlo
Tras el cristal de un auto una niña grita
víctima de secuestro
Desde ese día se me ha negado ver el futuro
Luis Daniel Pulido

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