Llevo treinta años escribiendo,
apegado a la sentencia de Bradbury: “Dígamelo por escrito”. Que era lo que
respondía cuando le pedían un consejo para ser escritor. Me he valido de la
palabra y el lenguaje como fuentes reveladoras de silencios, preguntas, respuestas,
dudas: de la violencia a la que estoy inmerso, con sus dimisiones y retornos.
Todo, para mí, es lenguaje: sus afiliaciones como sus discordias. Y publicar es
el registro de todas esas batallas y contradicciones. Publicar porque eso
supone historia y memoria, un tiempo, un enlace argumental, el martilleo de
quien no deja de reparar la casa: única tierra de recepción para quienes
apuestan al naufragio de la lectura. Entendiendo que con ello otro mundo, muy
diferente al mío, será creado. Que dé cauce a la conversación y al mismo tiempo
a una rumba de recursos: sí, el libro impreso con sus espectros: el pdf, epub y
todos los terrenos digitales. Publicar porque treinta años después –y sólo
treinta años después– sé que tengo algo que decir.
Luis Daniel Pulido
2 comentarios:
hay tanto que decir, y todos los días a veces no son suficientes para ello, siga adelante que su voz sea de trueno para que escuchemos, saludos amigo
Así sea, querido amigo. Rock and roll.
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