lunes, 15 de octubre de 2018

DYLAN EN LA PREVO, VOLUMEN II




El camión pasaba a las seis de la mañana;
no éramos granjeros, pero lo parecíamos:
niños raquíticos con pereza agrupados
tratando de no perder el paso

El camión –espasmo de fierros viejos–
nos llevaba a la escuela:
esqueleto educativo bajo la sombra
de otras urbes, una guerra –por cierto–
que no termina

El camión: bostezo de arcos estáticos,
eco de la piedra en el tiempo,
laberinto óseo de mis dedos:
aura de alto voltaje de buenas

canciones

En el Congo alguien reza un Padre Nuestro

Y no me salvo

Luis Daniel Pulido

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