Han
pasado muchas cosas desde que apagué el celular,
que
bajo la gran catedral londinense
–St.
Paul, creo que se llama–
hay
una mancha de pájaros que llevan en el pecho
la
brisa de las seis de la mañana,
el
murmullo de las olas, puertas abiertas,
timbres
postales
Odio el recurso literario bajo la manga,
el auditorio que, de pie, aplaude
y espera que salga de no sé dónde
un coro de ángeles,
los niños triquis de Oaxaca
Si
uno se aísla –sibarita, gourmet, ideólogo,
utopista,
jardinero, Like a Rolling Stone, Harley
Davidson–
es
porque las distancias, largas o pequeñas,
se
asemejan al decorado de interiores de una casona de ricos
en
Los Cabos y no al aceite de las motos en la carretera,
a la
cara de un boxeador de los setenta
Maldito
seas Harry Potter, cuánto daño has hecho
–imagino
que grita Chuck Norris y todos lo seguimos
Luis
Daniel Pulido
1 comentario:
Es gusto leerte, muchos más éxitos en tu camino.
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