miércoles, 9 de noviembre de 2016

LA TRISTEZA TAMBIÉN ES UN PAN QUE SE COMPARTE



Quisiera tener un amigo en el Congo,
escuchar tambores polisémicos,
no dudar a qué juego apostar la vida,
no ser miembro de las Naciones Unidas:
Zapata color pastel que habla por todas las razas

Quisiera tener un amigo en el Congo,
donde no existen calles que llevan por nombre
5 de mayo esquina con 20 de noviembre,
Reforma o Batalla de Puebla;
acostarme con una tal Lourdes o Marijose,
danzar con guerreros espiritistas,
tocar tambores polisémicos

Quisiera tener un amigo en el Congo,
un día después de ayer:
del guiño violento de los americanos,
los secretos de familia, vueltas de tuerca,
cubanos en Miami,
un muro para escribir las mejores frases

Quisiera tener un amigo en el Congo,
un simbolista de lo extraño,
que esparza las cenizas de mis muertos
en el río sagrado,
que olvide el paso marcial de las dictaduras,
que lleve a casa mujeres con olor a sopa de almejas
y vayan desnudas por flores al invernadero,
tocar (y tocar) tambores polisémicos

Luis Daniel Pulido


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