Para Gina
Te extraño, Gina. Y te
extraño tanto.
He caminado bajo la lluvia,
y he comprobado la ineficiencia
de la supuesta rudeza que me daba
mi playera de Los Raiders,
y que –de verdad– no soy tan perverso
como una canción de Motorhead,
parezco un niño de la calle;
tengo, pues, la mirada más triste,
el parpadeo de un conejo,
la temperatura bajo cero
Y tengo miedo y frío y no te miento:
he llorado.
No soy tan valiente a pesar
de ser un hombre heavy metal,
de acabarme una bolsita completa de pistaches,
ni por las dos veces que me han atropellado
por no respetar los pasos peatonales,
o porque, simplemente, el bisbiseo
de los monstruos me distrae
Y es que te extraño
y quisiera escribir un poema,
pero es tan grande esta tristeza que ya ves:
lo único que hago es caminar y abrir,
esta vez, una bolsita de caramelos
a falta de un balazo en la cabeza
Te extraño, de verdad, cómo te extraño
Luis Daniel Pulido
He caminado bajo la lluvia,
y he comprobado la ineficiencia
de la supuesta rudeza que me daba
mi playera de Los Raiders,
y que –de verdad– no soy tan perverso
como una canción de Motorhead,
parezco un niño de la calle;
tengo, pues, la mirada más triste,
el parpadeo de un conejo,
la temperatura bajo cero
Y tengo miedo y frío y no te miento:
he llorado.
No soy tan valiente a pesar
de ser un hombre heavy metal,
de acabarme una bolsita completa de pistaches,
ni por las dos veces que me han atropellado
por no respetar los pasos peatonales,
o porque, simplemente, el bisbiseo
de los monstruos me distrae
Y es que te extraño
y quisiera escribir un poema,
pero es tan grande esta tristeza que ya ves:
lo único que hago es caminar y abrir,
esta vez, una bolsita de caramelos
a falta de un balazo en la cabeza
Te extraño, de verdad, cómo te extraño
Luis Daniel Pulido
No hay comentarios:
Publicar un comentario