A Julissa, (estos apuntes) con todo
mi amor hasta mis últimos días
El narcotráfico ha
avanzado, va por la libre, no tiene oposición, es un polo de poder en el que
giramos todos, aún así tú no seas adicto.
Como “inversión” es un mecanismo que se ha
ramificado en empresarios, políticos, top
models, periodistas, pilotos, médicos, químicos, ingenieros, niños de la
calle con criterios desenfadados, neuróticos, violentos por la obtención de
territorios que les permitan distribuir la droga.
Y la droga como parte de espacios y
atmósferas, crea perfiles, sitia a la sociedad completa.
Un consumidor de drogas –yo consumí cocaína
catorce años– no trae a conciencia actitudes positivas, zozobra en la paranoia,
interpreta, no piensa, se pierden límites y se vuelve peligroso.
Pero en México vender drogas o consumir
drogas, es un guiño a la desmesura, se construye con elementos sanguinarios,
cuya volatilidad se celebra y se inserta en la genealogía del “corrido”; es,
pues, parte de una cultura de espejitos donde vendedor y consumidor se hablan a
sí mismos.
Y el narcotráfico mexicano tiene elementos
institucionales que lo sustentan: gobiernos de los estados, la presidencia de la
república, los pasillos de Televisa, la cámara de diputados y senadores, el ejército,
iglesias, policías, universidades.
Legalizar las drogas, en este país, sería
como incendiar una bodega con explosivos.
No estamos preparados.
Luis Daniel Pulido
2 comentarios:
Eres increíble, genial, único
Luz a tus días, siempre
ánimo, pollito, nos está solo y coincido, eres un GENIO!!
Besitos!!!
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