jueves, 17 de marzo de 2011

HABÍA UNA VEZ UN NIÑO QUE ESCUCHABA A BLACK SABBATH CON SU PAPÁ A LADO VIENDO POR TV LA FIESTA BRAVA

Marco Pulido y Nadia Villafuerte en La Guadalupana, México, D. F.

A Nadia y Marco

Pocos pueden –lo escribo y no rebaso
los dedos de las manos– tener un papá
verdaderamente grande, ser amigo
de su primogénito cuarenta años
después de haber nacido yo,
último de la fila de un universo
amoroso en expansión:
Guaymas, Chihuahua, Guadalajara,
París, Londres y Harvard y yo
y Nadia y los universos paralelos

Pocos pueden hacer brillar una galaxia itinerante
entre cien notas reunidas cuando te beso
y caminas a La Guadalupana y entre tantos
espejos Marco y tú permanecen y digo adiós,
para siempre, al exilio con las manos sucias
de mar y tierra

Ustedes son mi patria y lo celebro

5 comentarios:

LoLiTa dijo...

Eres grande Pulido, y por eso te amo y por eso te admiro un chingo

Besos pornos

marianatrenz dijo...

me gustan tus manos sucias de mar y tierra

besos!

Diana Vanessa Buscaglia Rodríguez dijo...

Y amí me encanta sufear en esa galaxia que brilla y es itinerante, Sir Luis Daniel, je

Karen Kawakabu dijo...

Había una vez un niño con unos ojos bonitos que se llama Luis Daniel y le dicen Chincho y es un gran portero y que adoroooooo!!!

Lidia Laflor dijo...

Excelente postal, Luis Daniel!

Eres un canijo y te admiro por ser un poeta rockero.

Nos vemos en la presentación del libro. Un abrazo fuerte!