Marco Pulido y Nadia Villafuerte en La Guadalupana, México, D. F.
A Nadia y Marco
A Nadia y Marco
Pocos pueden –lo escribo y no rebaso
los dedos de las manos– tener un papá
verdaderamente grande, ser amigo
de su primogénito cuarenta años
después de haber nacido yo,
último de la fila de un universo
amoroso en expansión:
Guaymas, Chihuahua, Guadalajara,
París, Londres y Harvard y yo
y Nadia y los universos paralelos
Pocos pueden hacer brillar una galaxia itinerante
entre cien notas reunidas cuando te beso
y caminas a La Guadalupana y entre tantos
espejos Marco y tú permanecen y digo adiós,
para siempre, al exilio con las manos sucias
de mar y tierra
Ustedes son mi patria y lo celebro
los dedos de las manos– tener un papá
verdaderamente grande, ser amigo
de su primogénito cuarenta años
después de haber nacido yo,
último de la fila de un universo
amoroso en expansión:
Guaymas, Chihuahua, Guadalajara,
París, Londres y Harvard y yo
y Nadia y los universos paralelos
Pocos pueden hacer brillar una galaxia itinerante
entre cien notas reunidas cuando te beso
y caminas a La Guadalupana y entre tantos
espejos Marco y tú permanecen y digo adiós,
para siempre, al exilio con las manos sucias
de mar y tierra
Ustedes son mi patria y lo celebro
5 comentarios:
Eres grande Pulido, y por eso te amo y por eso te admiro un chingo
Besos pornos
me gustan tus manos sucias de mar y tierra
besos!
Y amí me encanta sufear en esa galaxia que brilla y es itinerante, Sir Luis Daniel, je
Había una vez un niño con unos ojos bonitos que se llama Luis Daniel y le dicen Chincho y es un gran portero y que adoroooooo!!!
Excelente postal, Luis Daniel!
Eres un canijo y te admiro por ser un poeta rockero.
Nos vemos en la presentación del libro. Un abrazo fuerte!
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