A Lidia, la niña goleadora; a Tito y Yolo, Miguel Sariñana, Mau y su novia, Selene y los rompe lentes
Nos conocimos en el futbol total,
la mejor democracia construida
a partir de un ejército victorioso
como lo fue la Naranja Mecánica,
la de Rinus Michels, Cruyff
y pollitos que matan
Me anotaste cuatro goles
y eso te hace la primera mujer
que abolla –tantito, no creas que mucho–
mi estatus de genio, de Iron Man bajo
los tres postes
Afortunadamente mi maestro,
el gran Gordon Banks,
no fue testigo y es parte
de otra bolita de cuentos
No sé si me recriminaría
el por qué no pude atajar tus chuts,
o el hecho de que me los hiciera
una niña linda
Qué importa, me anotaste y celebrabas
como si tuvieras los reflectores
de la Copa del mundo
Hubo tiempo de reconocer mi derrota,
de tomarnos tres cervezas y declarar
vocaciones y oficios:
tú abogada; yo, un hombre que
escribe poemas
5 comentarios:
Ja, bien por la niña power
Qué bonito sería anotarte un gol y celebarlo escuchandote leer un poema con esa voz tan sexi
Besos, cariño
Chincho, ya viste, no eres invencible, ja, pero eres adorable
Besos!
Chincho, tengo que ir a apoyarte, y sabes que yo entiendo cuando gritas "toma tu marca, Karen" ¡Media luna, media luna! Y lo mejor, "quiero a cuatro en la barrera", ja
todo un mapa táctico!
Besos!
órale!
Hubiera querido ver esos goles y tu cara de incredulo jajajajaja
No eres imbatible, Chincho
Besos, besos
Yo amo al hombre que escribe poemas y abrazo todas las noches al portero caballeroso que reconoce los goles anotados, en este caso, por una niña bonita
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