A D.D., con cariño
He de confesar –directo al sentido
y su posición reflexiva– que es cierto:
siempre quise llevarte a la cama.
Podría hablarte de dios,
situarme en las coordenadas de tu fe,
planear una conspiración desde Corintios,
pero no (no, no, no, no, no, no),
soy ciego ante tantas virtudes,
armonías decembrinas,
santitos de cinco centímetros.
Te propuse ser mi novia, mi amante,
ya que la amistad carece de experiencia
tan intensa como soñarte desnuda;
lo demás es ir por ti a tu taller de dramaturgia,
revisar tus coartadas literarias para el INBA,
Cinépolis y las olimpiadas por ver quién baja
primero de peso. Eres una niña. Y no lo digo
yo, lo dice Héctor, tu maestro (nuestro maestro).
He de confesar que los regalos y las serenatas
eran parte de una nómina reducida de buenas intenciones;
siempre he sido un voluntarista de lo oscurito,
de dejarte pasar primero para que subas las escaleras
de tu departamento y vea cómo se mueven las almohaditas
de Calcuta.
Mamacita, con esas curvas mi corazón es un Ferrari de milagros
Y ya que estamos en las confesiones,
siempre quise morderlas. Tú sabes
que nunca he sido un hombre de buenos
sentimientos, reconciliador de lo que el cielo
dispone: me como tus galletas, tus sopitas
y sigo pensando que Tonalá es bien feo.
Sin embargo, todos los días,
me muero por llevarte un ramito de flores.
La vecina tiene un jardincito…vieras.
y su posición reflexiva– que es cierto:
siempre quise llevarte a la cama.
Podría hablarte de dios,
situarme en las coordenadas de tu fe,
planear una conspiración desde Corintios,
pero no (no, no, no, no, no, no),
soy ciego ante tantas virtudes,
armonías decembrinas,
santitos de cinco centímetros.
Te propuse ser mi novia, mi amante,
ya que la amistad carece de experiencia
tan intensa como soñarte desnuda;
lo demás es ir por ti a tu taller de dramaturgia,
revisar tus coartadas literarias para el INBA,
Cinépolis y las olimpiadas por ver quién baja
primero de peso. Eres una niña. Y no lo digo
yo, lo dice Héctor, tu maestro (nuestro maestro).
He de confesar que los regalos y las serenatas
eran parte de una nómina reducida de buenas intenciones;
siempre he sido un voluntarista de lo oscurito,
de dejarte pasar primero para que subas las escaleras
de tu departamento y vea cómo se mueven las almohaditas
de Calcuta.
Mamacita, con esas curvas mi corazón es un Ferrari de milagros
Y ya que estamos en las confesiones,
siempre quise morderlas. Tú sabes
que nunca he sido un hombre de buenos
sentimientos, reconciliador de lo que el cielo
dispone: me como tus galletas, tus sopitas
y sigo pensando que Tonalá es bien feo.
Sin embargo, todos los días,
me muero por llevarte un ramito de flores.
La vecina tiene un jardincito…vieras.
7 comentarios:
Jajajajaja
Qué bonito, qué tremendo, qué tierno
Mi amigo Nacho me escribió, y me dijo que una de las cosas que más extrañaba de Tuxtla eran tus textos para Damaris
Excelente,Luis Daniel
Besos
AH, NO OLVIDAS A TU SHAKIRA
ME ENCANTOOOOOOOO TU POEMA
¿BAILARAS EL WAKA WAKA,JIJIJI?
Se supone que eres tremendo, bueno, eres tremendo. Pero tus ojos, me pregunto, qué filtros tienen esos ojos para pensar, imaginar y conmover y sentir que la vida aún tiene cosas maravillosas, la más importante, entre tantas, sentirse amada.
Excelente texto
Besos
Ahhh, qué bonito. Yo te lo voy a robar para que sea mi serenata,ji
Besos
Luis, corazón, quiero más poemas de éstos, son la parte más bonita de mi educación sexual,je
Qué padre subir escaleras y que nos vean las, uy
Besos
Jajajaja, un hit,sin duda
Besos
Lolita:
Gracias por escribir. Dile a Nacho que le hable de mí, ja. Es broma. Qué chismosos.
Besos
Marina:
El waka waka se me da de forma natural
Besos
Yuri:
Pues hacemos nuestra luchita, hasta libro habrá pronto.
Besos
Nicole:
Adelante, es tuyo
Besos
Karen:
Ya sabes que las clases son gratis
Besos
Mariana:
Un hit, y anotación de tres carreras
Besos
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