Robert Plant y Audrey Hamilton
Quizá si te digo que tus ojos son bonitos,
combinación de manzana, mandarina y tomate,
cambiarías tu semblante: tus cejas desdoblarían
al Rey Misterio en un par de patadas voladoras
apelando por tus ojitos de furia (igualitos de cuando
vas apretada en el metrobús de Xalapa)
Y corregiré: son de ámbar,
traviesos como unicornios dorados,
relámpagos que parten en dos el Éufrates,
de corazoncito apuñalado por el sol
en Playa del Carmen
No deberías venir a Chiapas,
usar el trapecio de sus periodistas cobardes,
la espuma en la boca de sus ferias y carnavales,
el poeta midiéndose con su prójimo en la cordial
Acatempan de guillotinas y alacranes. Es mejor
caminar descalzos y leer “Bienvenidos” en un apartado
de nuevas canciones de arroyos claros
Son tus ojos bonitos en la naturalidad
de su misterio: cuando cambias de color la tierra
en un simple parpadeo y revolotean patitos
por cada una de tus pestañas y yo camino de nuevo
contigo sobre una línea de piedras en Akumal
en busca del árido bungalow a mitad de la selva
Hablarte de amor y seguir el curso
de las nubes entre las dulces escamas
de un coco con agua
combinación de manzana, mandarina y tomate,
cambiarías tu semblante: tus cejas desdoblarían
al Rey Misterio en un par de patadas voladoras
apelando por tus ojitos de furia (igualitos de cuando
vas apretada en el metrobús de Xalapa)
Y corregiré: son de ámbar,
traviesos como unicornios dorados,
relámpagos que parten en dos el Éufrates,
de corazoncito apuñalado por el sol
en Playa del Carmen
No deberías venir a Chiapas,
usar el trapecio de sus periodistas cobardes,
la espuma en la boca de sus ferias y carnavales,
el poeta midiéndose con su prójimo en la cordial
Acatempan de guillotinas y alacranes. Es mejor
caminar descalzos y leer “Bienvenidos” en un apartado
de nuevas canciones de arroyos claros
Son tus ojos bonitos en la naturalidad
de su misterio: cuando cambias de color la tierra
en un simple parpadeo y revolotean patitos
por cada una de tus pestañas y yo camino de nuevo
contigo sobre una línea de piedras en Akumal
en busca del árido bungalow a mitad de la selva
Hablarte de amor y seguir el curso
de las nubes entre las dulces escamas
de un coco con agua
6 comentarios:
Inche compadre, en Xalapa no hay metrobus, puro camión y bicicleta, ja
Si yo lo digo, existen
Ahí le encargo la Cheyenne (y a su dueña), y no me pregunte "y la Cheyenne apá" porque me lo madreo
Madreátelo, Chincho, madreátelo
Y eso de caminar en una línea de piedras en Akumal, me recuerda de lo lindo que es ese lugar, donde la tierra se disfruta más cuando se ve a través de unos ojos bonitos
Besos
Pasdata: Tu compadre no te lo dijo pero quieren construir un estadio VIP porque el sábado pasado se desnudo una vaquerita de Dallas
Qué mochos, no
los ojos ayer eran avellana, hoy son chocolate
mis abrazos.
Diana:
Gracias por escribir. Cuando muera quiero que mis cenizas las tiren en esa playa
Besos
Laura:
Tus ojos, bellísimos
Un abrazo
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