Ayer comí taquitos,
taquitos de carne de vaca.
Vacas nominadas a la Tierra
de la Alegría, según la carta de precios.
Les puse salsa con pulso de cirujano:
natural y con el amor de la infancia
¡Oh, qué bonitos ojos tenía Ivonne Handall!
Me hablaron de cortes
y de cómo el lomo y la ubre
llegan a la mesa por las relaciones
comunitarias entre el cuchillo
y la sangre
No te asustes
-me dijo una voz de astronauta-;
y remarcó –no es violencia,
es sólo una vaca muerta.
¡Salen dos de ubre
y tres de carne asada!
Una vaca viva es un próximo
taco aún sin saberlo.
Ha muerto otra vaca y su espíritu
de tierras tropicales va en una lágrima
cuyo peso la lleva el cielo.
Adiós, vaquita; salúdame a San Pedro
4 comentarios:
Tragonsito, ja
Besos
Alejandra:
Este mes he recibido, todos los días, invitaciones para comer y beber como nunca en mi vida. Ahora espero que hablen por ahí de junio del próximo año.
Besos
Ya me contaron el kilote de alka-seltzer que se tuvo que tomar,ja
Cuídese
Un abrazote
Uy, ¿Te dolió mucho la pancita?
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