A Laura
No tuvimos una noche en París
pero te leí cuentos entre canciones
de Depeche Mode y un mapa de los Cárpatos
No quise decirte de lo alegre
y sociables que son los escritores
cuando se enamoran, de mi perro Rusky,
de las tarjetas del trueque solidario
de la Argentina más rabiosa
Es cierto: abandonamos la casa
y pusimos a la venta los libros
de Yoshimoto y Fárraguez,
tu falda a cuadros,
la biografía de los rollin’
y el póster de Sarunam
Seguros de que asaltaremos bancos
en Xalapa, Turquía y Madrid
cubrimos nuestros rostros con máscaras:
tú eras Cate Blanchet
y yo Clint Eastwood
Y regresar a los recados distantes,
pero te leí cuentos entre canciones
de Depeche Mode y un mapa de los Cárpatos
No quise decirte de lo alegre
y sociables que son los escritores
cuando se enamoran, de mi perro Rusky,
de las tarjetas del trueque solidario
de la Argentina más rabiosa
Es cierto: abandonamos la casa
y pusimos a la venta los libros
de Yoshimoto y Fárraguez,
tu falda a cuadros,
la biografía de los rollin’
y el póster de Sarunam
Seguros de que asaltaremos bancos
en Xalapa, Turquía y Madrid
cubrimos nuestros rostros con máscaras:
tú eras Cate Blanchet
y yo Clint Eastwood
Y regresar a los recados distantes,
esos barquitos resultado
de multiplicar cuatro por veinte
3 comentarios:
Cambiar los bancos por bòvedas subterràneas y las màscaras por las canciones de Bonnie and Clyde.
Un beso...
No hay duda, esta si es una historia de amor, princesas y vaqueros
Laura:
Y hacer los cambios sin importar la suma del botín
Un beso
Yuri:
De película, con sodas y palomitas
Un abrazo
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