A las siete de la tarde
no importa el resultado:
hemos caminado tanto
o más que un hombre responsable.
Hubo lluvia, excesos verbales,
corona de espinas, acuarios en venta
A las siete de la tarde
hay cantidades abrumadoras
de oportunidades,
y la meta es un Aurrera
vigoroso e irracional:
cien mil almas
-en una caja registradora-
pidiendo consuelo
no importa el resultado:
hemos caminado tanto
o más que un hombre responsable.
Hubo lluvia, excesos verbales,
corona de espinas, acuarios en venta
A las siete de la tarde
hay cantidades abrumadoras
de oportunidades,
y la meta es un Aurrera
vigoroso e irracional:
cien mil almas
-en una caja registradora-
pidiendo consuelo
A las siete de la tarde
todos imaginamos una vida nueva:
deportes y yoga para el bicentenario mexicano,
historia del arte, un amor en París,
dos litros de agua diarios
A las siete de la tarde
no importa el resultado:
igual sintonizamos el noticiario,
igual pasamos la mano
por el cabello recién cortado,
igual destapamos una cerveza
y vemos cómo iluminan
los relámpagos el cenicero:
señal de que la luz se apaga
antes de matarnos el uno al otro
8 comentarios:
Cuánta tristeza...
No hagas tonterías, eh?
Este texto me gusto... es diferente, y le entendi a la primera, me sentia muy estupida no explicandome las cosas, en fin, la verdad ando un poco rara ultimamente, entrar a la universidad es un cambio importante...
En fin, gracias por el comentario, cantar es mi pasion pero las letras mi delirio ...
aiosin!! :)
Mi querido Luis Daniel:
Nos acostumbras tanto a los sobresaltos de Chincho, que leerte así, provoca un vacío tremendo en el corazón y en el estómago
Cuídate
Como escuchar a Pearl Jam
En esta país el desamparo parece ser nuestro destino
Puede ser, lo pienso en estos momentos, que mas vale morirse ahora y no terminar siendo cómplices irreflexivos de nuestra cada vez más honda pobreza
Un abrazo y mil besos
Con tanto periodista crétino, un buen poema aunque sea triste, es un bonito lugar para llorar y pensarnos
Besos
Así es aquí, a veces con lluvia de nostalgia pero es reconfortante lerte. como una taza de café.
Un abrazo!
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