A Liang Cristi
El sabor de la naranjada
es una guerra perdida:
me siento con mi vaso
y bebo y no me importa
lo que pasa afuera.
Las naranjadas
son corazones de ida y vuelta,
se exprimen y me bebo sus rubores
de Hermosillo o Martínez de la Torre.
Qué más da,
igual brinco trancas y corto girasoles
para llevárselos a mamá.
Las naranjadas me despellejan
por su rico sabor y dan paso
al azul y rojo del más gordito Spider Man.
3 comentarios:
hola chico de cuidado me gusto el textito por lo jugueton.
abrazo!
hola chico de cuidado me gusto el textito por lo jugueton.
abrazo!
Gracias,Karenina. Que escribir, a veces, sea como jugar frontón.
Un abrazo
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