Existe un lugar donde los ojos
están fijos a la pantalla de un televisor,
a esa pequeña Babel cromática
de ciudades evacuadas,
al ruido flotando en una barca
sobre camas habitadas por fantasmas,
viejas estaciones de trenes
que al menor roce con la sangre se oxidan,
viejas jaulas de pájaros en manchas de estaño.
Y ese sonido de la ambulancia
que pasa de puntas por la piel,
el color púrpura en el aire
de la madrugada,
el brillo en los escalpelos
que sólo ven los ciegos.
Escucho al sol que rompe su cáscara
y se asoma con su luz anaranjada
por los muros, una fila de hormigas, los cristales,
al canario que domina el mundo
desde lo más alto de una palmera
¿Es mi mamá esa niña que sale a cortar flores?
Hospital del Issste; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
1 comentario:
Un abrazo. Diez mil besos
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