domingo, 22 de agosto de 2021

¿QUIÉNES SOMOS?



Cada quince días nos reunimos para jugar futbol en el Tec de Monterrey. El césped natural y sus coordenadas de aguafuerte, siempre, a la altura de la Historia y lo que pasa en la cancha: un grito de “corre”, otro de “marca”, o “suéltala antes”. Y el profe Marroquín, a veces asertivo, en otras sarcástico, pero siempre presente con la orden inteligente para la ruptura de los hilos de lo táctico. Así sea una simple cascarita.

Soy testigo que un ligero movimiento, un cambio de posición altera la percepción y desarrollo de una jugada. Soy portero. Vamos, le echo ganas. Veo de un solo ojo, caray. Pero desde ahí soy feliz viendo a mis amigos.

Cada quince días nos reunimos a jugar futbol para disfrutarlo desde la edad: mañanas luminosas acompañados de hijos, nietos, un angelito que superó el cáncer: Marcela Coral Ruiz Mora, te queremos.

Y si el tiempo y las ocupaciones lo permiten, nos vamos a la casa del doctor Jorge Aranda a celebrar y recordar los años que jugamos en la alta competencia. Fuimos, cada uno desde su momento, los mejores. Y así, desconectados del ruido de la ciudad, de los conflictos del presente, del dolor de ver que el mundo arde, cada quince días jugamos futbol desde la ingenuidad y la alegría.

Somos, orgullosamente, Chamula´s Power.

Luis Daniel Pulido




 

2 comentarios:

IXMANIK dijo...

Y es ahí donde la vida se encuentra con las amistades, haciendo lo que nos gusta realizar, de maravilla el leerte y más la percepción de portero, retomó una frase de Eduardo Galeano en su libro El fútbol a sol y sombra, "la tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía" y por suerte hay escritores como tú, en el que nos comparte la posibilidades de recuperar eso desde una simple cascarita y también celebrar goles dentro de la cancha y goles fuera de ella. Un abrazo enorme.

luis daniel pulido dijo...

Qué chingón, amigo. Te agradezco tus palabras, que aportan más alegría a lo que escribo. La pelota, en este texto, es de todos. Y gracias por acompañarme. Abrazo grande.