Es un hecho: nuestro amor
–que tiene calle de enfrente,
dos buzones postales–
es enorme:
tú me extrañaste –me fui de gira
a leer poemas–,
y yo te envié mensajes:
“Gina, amor mío, comí mucho
plátano frito”
–que tiene calle de enfrente,
dos buzones postales–
es enorme:
tú me extrañaste –me fui de gira
a leer poemas–,
y yo te envié mensajes:
“Gina, amor mío, comí mucho
plátano frito”
Y es que sé que me amas
–o me quieres mucho–,
que no puedes aceptar
o creer que en segundos
el amor sea luminoso,
una metrópoli de autos
deportivos
–o me quieres mucho–,
que no puedes aceptar
o creer que en segundos
el amor sea luminoso,
una metrópoli de autos
deportivos
Que sea –te llevo quince
años– el ejemplo más sexy
del hombre moderno:
playera negra de Nirvana
un mes sin rasurarme,
pancita cinco centímetros
a tu derecha
años– el ejemplo más sexy
del hombre moderno:
playera negra de Nirvana
un mes sin rasurarme,
pancita cinco centímetros
a tu derecha
Es un hecho:
qué bien te ves a mi lado
dicen los dragones,
tu vecina, los de Iron Maiden,
los diarios de Guadalajara
esta mañana
qué bien te ves a mi lado
dicen los dragones,
tu vecina, los de Iron Maiden,
los diarios de Guadalajara
esta mañana
Soy el hombre, Gina, lo soy
Tengo el mundo en mis manos:
pecho para las balas
un pan, algo de hambre,
una malteada
pecho para las balas
un pan, algo de hambre,
una malteada
Y me puedes tomar una foto
Luis Daniel Pulido
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