jueves, 26 de noviembre de 2015

VÍCTOR VON DOOM NO SABE APAGAR EL FUEGO




Es difícil –como es difícil enseñar a dormir al perro
en el jardín, no ensuciar de leche el borde de las tazas
de cereal, evitar las ganas de arrojar al aire sujetos
que se creen narcotraficantes– hacer de la poesía
cosa sencilla

Más de cuarenta años y no aprendo los modales
de la gente respetable, a comer con cubiertos
los cortes argentinos de la vida moderna,
de los buenos matrimonios venidos a menos;
y es posible que tire al piso restos de comida,
qué sé yo: no quiero ver de qué están hechos
hombres y mujeres que religiosamente hablan
de arte como arbitrio y consejo para las páginas
de sociales

Espíritus que se empeñan a tareas superiores,
a ser soldados de otros ejércitos,
legítimas voces –ya sea en una antología,
un discurso o un amparo de favores–
de cacarear el huevo y no amarrar los perros
cuando tú les apuntas con el dedo

Así esto de sacarles el queso de la ratonera
y que no sepan hacer los dobleces de los aviones
que vuelan en el salón de clases


Luis Daniel Pulido

No hay comentarios: