lunes, 20 de octubre de 2014

YO TODAVÍA USO MIS VIEJAS PLAYERAS DE IRON MAIDEN



Te levantas y planeas tu día:
desayuno en Sanborns,
pagar impuestos al medievo hacendario,
leer sobre historicistas modernos,
el draft de jugadores que cobran millones de dólares

Te permites –si se te hace tarde en la ciudad–
comer con tus amigos: viejos roqueros
sin problemas de conciencia,
refrendando el derecho a la duda,
aún con habano y whisky
y la larga lista de objeciones,
eterno francotirador en la cabeza

Planes: relatividad general a las causas perdidas
y no llenarse de piedras órganos vitales

Yo, ya no vivo acá, y cae la noche
y regreso a casa a leer mensajes,
ciudades usurpadas por el dominio
de pagos a constructores, el Facebook

Extraño el desierto de Sonora en las postales
de mi padre


Luis Daniel Pulido

2 comentarios:

Lidia Laflor dijo...

Lo desafortunado de la vida moderna es que nos condena a seguirle el ritmo a través de las redes sociales. Querido poeta, entrañable conocido: escribe cartas y lánzalas al mar. Algún día quizá alguien comience una respuesta con algo como "lo desafortunado de la vida...".

Un abrazo!

luis daniel pulido dijo...

Hola, Lidia, pues acá de nuevo, en mi casa, mi isla, mi blog, escribiendo cartas, de vez en cuando remando y siempre de frente al sol


Un abrazo