Yo no sé qué significa en Chiapas la palabra “resistencia”, una palabra engañosa debido al delirio egocéntrico de su peso en las personas que la usaban. El tiempo –que es indisociable a la sociedad y sus acciones– ha dado un título genérico a cada una de aquellas incipientes “revueltas” de 1994 a la fecha.
Hoy hemos aprendido de la Historia reciente que la lucha social debe estar alejada, primero, de las tentaciones totalitarias; segundo, que la lucha la tejen de modo incesante quienes la piensan, la comparten a manera de perspectiva y no como condición a seguir.
Creo que si los periodistas chiapanecos firman un acuerdo es lo de menos; siempre han sido, en grupo, una contracción de criterios: mientras la ruptura se da en otros lados con los monopolios de la información, acá se retrae, es insistente en evocaciones, arrastra lo que ve o medio lee, es una experiencia de pérdidas y substituciones, no de evolución ni de creación.
Y es que la lucha tiene que encender mundos nuevos, no ser una mala metáfora de la libertad, mucho menos inventarios de alegrías y tragedias.
Este país, ojalá, se tiene que reconstruir y cada uno de nosotros asumir su responsabilidad ética.
La suma de imágenes, denuncias en la red es una certeza frente a lo que se repudia, pero esa certeza, finalmente, es la bisutería de la opinión. Y nada más.
Hoy se construye desde la conciencia y eso es un buen inicio. Sentimos que algo nos pesa y queremos, en el buen sentido, despojarnos de ello. Hay una sociedad civil libre de onegés y ceenedehaches y que ha asumido, desde sus diferentes actividades, una estrategia que antes que ser política es de sobrevivencia.
Luis Daniel Pulido
1 comentario:
Texto breve, como suelen hacerlo los hombres inteligentes
Te quiero
Besos!!!!
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