lunes, 7 de noviembre de 2011

CRÓNICA DE UN HOMBRE MALO





Pudimos haber hecho muchas cosas:


árboles que mudaran hojas en la cocina,


reformas –con un par de buenas tijeras–


a tu amorcito por mamá y papá;


un verso audiovisual y porno


en el voltaje ensimismado de los lagos


congelados en Toronto




Nada fue posible. Y creo que es lo mejor.


No sabría cómo alimentarte en tu serpentario,


darle golpecitos al cristal para divertirme viendo


el culebreo grasoso de tu lengüita,


lo que me haría un hombre cruel,


cosa que no soy




Sigue haciendo lo que sabes hacer:


muda de piel, cómete a tus hijos,


reconócete en el espejo y sueña,


sí, sueña, como tus amigos que piden


que nunca envejezcan






3 comentarios:

LoLiTa dijo...

Lo árboles que mudan hojas en la cocina, me las diste, nunca lo olvidaré

lo demás, ya sé, es "pa la otra", ja

Besos

Lidia Laflor dijo...

Es esto un poema de amor o una mentada de madre? Vuelvo a leerte, aunque no con la frecuencia que quisiera. Si no reaparezco pronto, es que estoy formando el club oficial de Popotito 22.

P.D: por cierto, felicidades por el aniversario!!

luis daniel pulido dijo...

Lolita:

Es cierto. Fue bonito.

Un beso

Lidia, me extrañó tu ausencia; pero te imaginaba en Huatulco. Chido por el Club, me siento Tom Brady, je.

Y, respecto al poema, qué puedo decir. Espero que la balanza se incline al de amor, aunque lo punk es inevitable. Una disculpa por ello.

Y ya que todos se están enamorando de ti, pues me apunto. Sé karate

Un beso