Es cierto, en el amor nacemos sitiados,
somos dos extraños acercándonos
a la cámara: en un parpadeo aparecemos
o desaparecemos; podemos ser libres
y al mismo tiempo no ponernos de acuerdo
en si el brillo de tus ojos es a causa
de tu enamoramiento o por tu pasado
aristócrata o porque, en serio,
ambas situaciones a mí no me importan
Que me voy -y no te digo cuando vuelvo-
a platicar de la coacción, la injusticia,
de esas marchas que exigen "no más sangre",
a perderme en una pausa, una canción de AC-DC,
en la voluptuosidad de la camarera,
en tres marcas diferentes de whisky,
en la ida y vuelta de lo que pensaba
era un amor imposible y hoy,
en casa, es la linda jovencita desesperada
subrayando citas o precisiones en el poema
que le escribí -si no mal recuerdo-
el catorce de febrero
Estas cosas pasan -me digo- cuando
las personas se aman y la incompatibilidad
(musical, literaria o psicomotriz) suena
como el avión que despega en Monterrey
y hace alarde de inversiones y divisas
y es parte de la parafernalia y no de las discusiones
importantes
Sólo espero que cuando regrese a casa
no haya objetos pesados que lances a mi pecho,
y en un piropo -citable, por supuesto-
te robe el corazón como hace un par de meses
y me des el lado derecho de la cama
4 comentarios:
¡Grrrrr! Eres un cabròn
Si no fueras tan tierno, tan lindo, tan divertido
El lado drecho? Mmmmm, está bien, cariño
Besos, bad boy
Lolita:
Y eso que mi ojito está medio virolo, ja.
Y no me hagas grrr, que yo si te muerdo
Besos
Mariana:
Y con mi almohada de plumas de ganso. He dicho
Un beso
Otro gran poema. Es una maravilla y más cuando te imagino tal y como eres y permaneces en mi mente, en la piel, en mi corazón
besos
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