Te veo, puntualmente, a las ocho de la mañana.
Imagino que vas a la Universidad o a alguna
de esas Comisiones financieras con horarios
de ocho a cuatro, que tu bufanda corresponde
a los cambios bruscos de temperatura
o a la iluminación del día
Me ves –nos vemos– tímidamente,
como si en esos dos segundos debatiéramos
sobre el futuro del rock clásico,
la vocación indolente del hombre contemporáneo
Que tienes una hija y es muy bonita,
me has dicho y eres enérgica cuando hablas;
y tu voz, que igual es un trueno o una lágrima,
no ostenta ser la bandera de todas las mujeres,
es una puesta de sol, el luminoso misterio
de un circuito que recorremos a pie o en bicicleta
Espero algún día tomarte de las manos,
bailar contigo sobre una caja de zapatos vacía,
manchar de salsa los recetarios de comida yucateca,
prueba irrefutable de que comimos juntos y a ambos
nos duele la panza mientras escuchamos cómo estallan
las burbujas arenosas de los alka seltzers y anuncian
nuestro próximo vuelo a San Luis Potosí
Imagino que vas a la Universidad o a alguna
de esas Comisiones financieras con horarios
de ocho a cuatro, que tu bufanda corresponde
a los cambios bruscos de temperatura
o a la iluminación del día
Me ves –nos vemos– tímidamente,
como si en esos dos segundos debatiéramos
sobre el futuro del rock clásico,
la vocación indolente del hombre contemporáneo
Que tienes una hija y es muy bonita,
me has dicho y eres enérgica cuando hablas;
y tu voz, que igual es un trueno o una lágrima,
no ostenta ser la bandera de todas las mujeres,
es una puesta de sol, el luminoso misterio
de un circuito que recorremos a pie o en bicicleta
Espero algún día tomarte de las manos,
bailar contigo sobre una caja de zapatos vacía,
manchar de salsa los recetarios de comida yucateca,
prueba irrefutable de que comimos juntos y a ambos
nos duele la panza mientras escuchamos cómo estallan
las burbujas arenosas de los alka seltzers y anuncian
nuestro próximo vuelo a San Luis Potosí
5 comentarios:
Y yo imagino que no te sientas solo en Chiapas y sigas jugando futbol
Te quieroooo!!!!
Karen:
Pues Nadia Villafuerte me regaló mi balón original de la Unam, y un balón reúne gente para jugar
Yo también te quiero
Besos
Por el luminoso misterio
de un circuito que recorremos a pie o en bicicleta
Beso
Chincho:
Eres un amor
Escucharte, comer contigo ¡Qué delicia!
Besos
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