Hoy, pues, es el día
en que el muñeco de nieve que se derrite
es un hombre
Fusen
Dicen que estuve a punto de morir,
alguna fisura en el oxígeno doméstico,
tristezas de fondo, océanos que ahora
sí se volvieron navegables.
-Intoxicación por alcaloides- dice el diagnóstico,
simple, concreto, sin el exhaustivo punto de vista
del analista literario, sin el lobby de la industria
del camino a Jerusalén, sin el follaje verde de los jardines
que crecen a la orilla de las estaciones de trenes.
en que el muñeco de nieve que se derrite
es un hombre
Fusen
Dicen que estuve a punto de morir,
alguna fisura en el oxígeno doméstico,
tristezas de fondo, océanos que ahora
sí se volvieron navegables.
-Intoxicación por alcaloides- dice el diagnóstico,
simple, concreto, sin el exhaustivo punto de vista
del analista literario, sin el lobby de la industria
del camino a Jerusalén, sin el follaje verde de los jardines
que crecen a la orilla de las estaciones de trenes.
Luis Daniel Pulido
En los años 80 mi novia leía a un tal Norman Mailer
y veía, desde el I Ching y el sicoanálisis, al asesino
que años después escribió poemas con escalpelos
sobre su vientre en busca de que me diera hijos
o tigres o lobos o perros rabiosos.
En los años 80 fui futbolista, caminaba las calles
de una ciudad casi vacía y por los rumbos de la
tercera norte se me invitaba a jugar con los
Chamula’S Powers.
Recuerdo mis viejos tenis Nike,
mi primer disco de Iron Maiden,
memorizar las capitales de países
con armamento nuclear,
al primer “periodista” sacudiéndose
la pereza vespertina e intercambiando
notas por alcohol.
En los años 80 la fiesta era Fidel,
Blade Runner, Kelly Le Brook,
peinados altos, pestañas grandes,
Levi’s 501, uhisports, el submarino
amarillo, bubulubus congelados.
Recuerdo el beso a la reina de la feria
de Las Margaritas, haberle mentado la madre
a los soldados, manejar sin luces de Simojovel
a Tuxtla Gutiérrez, mi primer arresto por consumo
de cocaína en la vía pública.
En los años 80 atajaba penaltis como Héctor Miguel Zelada,
escribía como Joe Strummer y bebía cerveza con Efraín Huerta.
Recuerdo mis viejos tenis Reebock,
a mi primera y única novia que se fue
en busca del sueño americano,
mi última película en el cine Vistarama,
el sonido de la grava que daría paso
al futuro en una suite de lujo
donde estaríamos a la misma distancia
de Bangkok y San Juan Chamula:
de Singapur, Londres, desayuno a las nueve
en Las Pichanchas.
En los 80 estuve aquí, entre acetatos
de Los Ramones y Motorhead,
en los parajes de lo que son hoy asentamientos
para el deporte de alto rendimiento,
con mi novia de años en espera de que esta
vez sí volemos a nuestra luna de miel
a las islas de Trinidad y Tobago.
*Gracias a Liang Cristi, mi novia, que siempre estuvo a mi lado.
A Dámaris Disner, Nadia Villafuerte, Carlos “ Beto” Velázquez, Alecs Camacho y Juan Manuel Sarabia “Manu”por su apoyo, cariño y compañía.
Al maestro Héctor Cortés Mandujano, por su mensaje Jedi.
A Alejandro Molinari, por sus palabras de fe y aliento.
y veía, desde el I Ching y el sicoanálisis, al asesino
que años después escribió poemas con escalpelos
sobre su vientre en busca de que me diera hijos
o tigres o lobos o perros rabiosos.
En los años 80 fui futbolista, caminaba las calles
de una ciudad casi vacía y por los rumbos de la
tercera norte se me invitaba a jugar con los
Chamula’S Powers.
Recuerdo mis viejos tenis Nike,
mi primer disco de Iron Maiden,
memorizar las capitales de países
con armamento nuclear,
al primer “periodista” sacudiéndose
la pereza vespertina e intercambiando
notas por alcohol.
En los años 80 la fiesta era Fidel,
Blade Runner, Kelly Le Brook,
peinados altos, pestañas grandes,
Levi’s 501, uhisports, el submarino
amarillo, bubulubus congelados.
Recuerdo el beso a la reina de la feria
de Las Margaritas, haberle mentado la madre
a los soldados, manejar sin luces de Simojovel
a Tuxtla Gutiérrez, mi primer arresto por consumo
de cocaína en la vía pública.
En los años 80 atajaba penaltis como Héctor Miguel Zelada,
escribía como Joe Strummer y bebía cerveza con Efraín Huerta.
Recuerdo mis viejos tenis Reebock,
a mi primera y única novia que se fue
en busca del sueño americano,
mi última película en el cine Vistarama,
el sonido de la grava que daría paso
al futuro en una suite de lujo
donde estaríamos a la misma distancia
de Bangkok y San Juan Chamula:
de Singapur, Londres, desayuno a las nueve
en Las Pichanchas.
En los 80 estuve aquí, entre acetatos
de Los Ramones y Motorhead,
en los parajes de lo que son hoy asentamientos
para el deporte de alto rendimiento,
con mi novia de años en espera de que esta
vez sí volemos a nuestra luna de miel
a las islas de Trinidad y Tobago.
*Gracias a Liang Cristi, mi novia, que siempre estuvo a mi lado.
A Dámaris Disner, Nadia Villafuerte, Carlos “ Beto” Velázquez, Alecs Camacho y Juan Manuel Sarabia “Manu”por su apoyo, cariño y compañía.
Al maestro Héctor Cortés Mandujano, por su mensaje Jedi.
A Alejandro Molinari, por sus palabras de fe y aliento.
11 comentarios:
LUIS, QUERIDO, MI NIÑO, MI PRINCIPE, LLORO Y LLORO POR TI Y DOY GRACIAS QUE YA ESTÉS BIEN. NO ME DEJES, ME HACES TANTA FALTA AÚN EN LA DISTANCIA}}TE QUIERO MUCHO
Mi héroe, mi hombre, sabía que te recuperarías, pero te sugiero que descanses más, nosotras te vamos a ayudar, no te preocupes
Besos con limón y sal
Dios, y yo llorando de emoción
Con tu regreso soy una mujer inmensamente feliz
besos, besos
Oh, mi corazón valiente
Yo sé que nunca te rindes
Besos
Ese corazón, dulce y mágico, tiene que reposar, y así pronto viajar a Los Cabos, Manzanillo, Cancún o donde quieras
¡Eres mi héroe!
Compadre, puso a mi mamá triste, se acordaba de ti y escuchaba esa canción que se llama gravity de Coldplay y me decía que no se muera tu amigo, que no se muera, y bueno, hoy ambos volveremos a comer cabrito a tu salud y ojalá pronto platiquemos de futbol y de como ya no me estrello contra otros autos,jajaja
Un abrazo, más que emotivo, apá, je
Ummm, yo creo que regresaras recargado y para ello ya tengo una lencería especial para ti
Besos
Sabía que vencerías a la muerte, siempre estuve segura, eres mi Spider Man
Te adoro!!!!
Bueno amigo, parece que has vuelto de lo más profundo del dolor...te admiro por eso y también por tu manera de decirlo, así tan directo,casi sin metáfora. Creo que ahora te esperan todos los océanos,que hiciste navegables. un abrazo
Joder! No me lo vuelvas a hacer
En Madrid anochece, y te quiero tanto
Beso
Hombre, que esta triste experiencia nos devuelva al Luis Daniel de ojitos soñadores
Adelante, pues, mi noble caballero
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