domingo, 27 de septiembre de 2009

CHINCHO


Chincho es un zapato viejo. Es viejo, cierto, pero es bonito por su historia. Es la leyenda del ático; descansa entre el bate, la cera para pulir el auto, una bolsa de canicas, la aspiradora descompuesta y su eterno cómplice: el balón de fut. Y vaya que son cómplices. Y es que Chincho, viejo zapato de color rojo, hizo más de 5 325 478 tiros a gol, con un porcentaje de efectividad del 87 %.

Entonces imagínense cuántas veces Chincho con sus agujetas radiantes le dio forma a cada impulso goleador, abrigó el suave desvelo del chut, le dio pausa y furia a esa belleza aferrada a la red de lo que es, precisamente, un gol.

Fue Chincho quien prestaba tantito la izquierda para dejar los residuos del defensa tirados en el césped para irme hacia la derecha. Amague o finta le dicen los que saben. Chincho, mi balón y yo sabíamos que es el arte de la amistad; cuando zarandear a once adversarios significaba mirar a través de cualquier ventana el universo de un domingo que hoy repite niños, quizá nombres, pero no a Chincho ni mi balón de fut ni la naranjada y tortas de pollo de la mamá de Liang.

Hoy veo a Chincho como si fuera un niño dormido; su rojo inquieto, su telita sin llanto, la curita color piel que le da sentido a la historia de todo goleador. Así está Chincho, desamarrado y apoyando las tobilleras sobre el balón de fut mientras el sol se oculta y yo preparo la mejor maleta para irnos a otra casa. Quizá ya no juguemos fut, quizá ya no vuelva a comer tortas de pollo, quizá el mundo no me devuelva mi niñez, quizá ya no anotemos más goles, pero todos somos ya históricos; lo sé porque mi hija Selma todos los días me pide que le cuente esta historia.

Por cierto, esta es la lectura número 5 453.

5 comentarios:

Alejandra dijo...

Chincho, omnipresente, signo, ojos tristes, fugitivo, extraño en tierra extraña

Besos

Nicole dijo...

Algo sé de que perdista a esa niña, pero algo sé también de como has salido adelante

Y que mejor que hacerlas bonitas historias

Besos

LoLiTa dijo...

Cuento tirando a biografía,a esa nostalgia tan tuya de jugar a la rayuela y las canicas y aunque se gane, sentirnos desamparados. Por eso qué importante se vuelven los besos y los abrazos

luis daniel pulido dijo...

Alejandra:

Pero para la soledad nada mejor que los viejos discos de rock. Hoy escucho a Uriah Heep en vivo y con un chingo de volumen

Besos

Nicole:

Estoy de acuerdo, las buenas historias permanecen y las malas personas ¡son contadores!, ja

Loliux:

Por eso te busco (si llenas el refrigerador de nuevo estaría de pelos)

La prole dijo...

Me encantan este tipo de relatos, la sencillez y profundidad de los hechos triviales como un partido de fut. pero la relevancia del recuerdo de una niñes de antaño... me gusta leerte.