Podría decirte que te extraño,
hacerlo hasta llegar a cifras nunca alcanzadas
o volverme radicalmente austero a la hora de contestar el teléfono:
Sí, todo bien, no lo volveré a hacer, mierda que no
Podría –y es que mi corazón a veces
hace maravillas con su línea de golpeo–
anotar importantes touchdowns
e irme millonario a la cama
Podría, sin duda, hacerlo: soy prolijo a esas cosas
de niños de las que tanto me acusas
Pero a veces, como hoy, lo único que me importa es pedirle
a Dios o los teletubbies esa sonrisa que tanto temes
Que te hace llorar y repetir: maldito seas
Y sí: maldito sea
Luis Daniel Pulido
hacerlo hasta llegar a cifras nunca alcanzadas
o volverme radicalmente austero a la hora de contestar el teléfono:
Sí, todo bien, no lo volveré a hacer, mierda que no
Podría –y es que mi corazón a veces
hace maravillas con su línea de golpeo–
anotar importantes touchdowns
e irme millonario a la cama
Podría, sin duda, hacerlo: soy prolijo a esas cosas
de niños de las que tanto me acusas
Pero a veces, como hoy, lo único que me importa es pedirle
a Dios o los teletubbies esa sonrisa que tanto temes
Que te hace llorar y repetir: maldito seas
Y sí: maldito sea
Luis Daniel Pulido
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