domingo, 11 de noviembre de 2012

TRISTE





Ya no quiero vivir, Marina. No quiero.
No quiero esta extensa lista de demandas:
sé bueno, no bebas, nada de salerosas bailarinas en la casa,
no el insulto adrede, no más cocaína, no más medicamentos
para ser lo que nunca seré: un hombre noble, un hombre que
extiende la mano sin buscar el retorno flagrante de Dios
–ese títere exquisito– en la pistola que debería apuntar a mi cabeza
y sin embargo está, sigue ahí como una rata acorralada en el pasillo
sin que tenga el valor de llevarla a la altura del pecho y disparar
y ver sin remordimiento la dentadura de las maldiciones o películas
que me devuelvan la inocencia, tu ternura, tus manos en mis manos,
el indispensable charco de sangre a manera de cerrarte la puerta

Luis Daniel Pulido




3 comentarios:

cati covarrubias dijo...

Yo quiero morirme contigo, cariño

Karen Kawakabu dijo...

ME MATO CONTIGO

Anónimo dijo...

Te quiero mucho,Luis de mi alma, Pulidín, mi bebé, mi niño travieso...Te abrazo