miércoles, 2 de abril de 2025

COSAS DE GENTE GRANDE


 

La amistad es un ejercicio inabarcable, te anuncia que estás vivo,
por ejemplo, cuando de sorpresa recibes una carta o un mensaje
y tu memoria de viajero cierra un libro y ve ese anuncio en color rojo
que anuncia vuelos disponibles
Como siempre: exagero
O no, el sol y la lluvia están distantes y no tengo a nadie
Un trabajo de cosas técnicas, caídas y no emocionales,
sino de la vida que va en caballo de hacienda
Al menos para ella y su ciudad de estudio de televisión,
el glamour
Me callo los grados de calor que hay en mi oficina,
que también es cuarto, cocina, búnker, refugio
antibombas y de esas cosas horribles de narcos
Es raro –no como esos peinados nuevos
de los que canta Charly García,
sino como ver un Mc Laren en este pueblo,
una rubia de 1. 80 que me dice “me gusta lo que escribes”
Y que inmediatamente se pone sus lentes,
cuyo precio no quiero saber
En fin, como un ciudadano que ha perdido todo,
un mensaje significa mucho,
hasta abril, al menos
Así sea para desearme un buen día,
depositarme más de lo acordado,
una foto de sus lindas piernas
Esto último que me hace mover la cabeza
como un caballo salvaje
o un dinosaurio mecánico a punto de devorarse a un niño,
lo que hay: frijolitos con queso y dos tortillas tiesas
Gracias –escribo y hago como si me fumara
un habano
Cosas de gente grande
Luis Daniel Pulido

jueves, 27 de marzo de 2025

DOY POR CONCLUIDO MI DÍA A LAS 8: 05 DE LA NOCHE



 Para Mónica, Miguel, Sonia y Sofía

Tengo una laptop nueva gracias a una querida familia,
a un buen amigo, a los manuscritos en reposo
de algún lugar de una lejana galaxia,
a mi imaginación de arroz rojo en restaurante,
de niño perdido, gordito boy scout,
súper ego de portero menos goleado,
plato de frijoles con crema
Enciendo la pantalla –y ahí un desierto fuera del centro,
iguanas con la luna a cuestas,
un enorme lago de arena que cumple sus funciones:
desbordarse en las palabras,
un audio que es una prueba de sonido,
mi propio programa de radio
Hay un partido de futbol en mis manos
que me hace pedir la palabra,
escribir –con micrófono abierto
las jugadas y el color del césped
y del rayo intolerante que suspende
el juego
Mi laptop –y lo digo ya acostado,
no me salva de tirar un poco de cereal
en la cama
Sacudo y limpio
Mi imaginación es mi mejor amigo
Luis Daniel Pulido

domingo, 16 de marzo de 2025

400 PARES DE ZAPATOS


 

He contestado correos de amigos,
el hijo de uno de ellos terminó su tratamiento
de quimioterapia,
mariposas con el sol en sus alas caen como la nieve,
una lluvia tenue,
en ciertas cosas que no requieren palabras,
sólo mirarse y parpadear
Nos deseamos buen día,
y antes de despedirnos,
recordamos aquel concierto de rock
de 1985
En el palacio de gobierno del estado de Jalisco,
madres lloran a sus hijos desaparecidos
El resto de la tarde trataré de morir temprano
Y escupiré la tierra que me vio nacer
Luis Daniel Pulido

EN LA ANTESALA DE UN CONSULTORIO MÉDICO, UN HOMBRE REFLEXIONA VIENDO LA PARED


 

Se la metimos doblada
Paco Ignacio Taibo 2
Narco presidente AMLO, ya déjenlo en paz...
Claudia Sheinbaum

En este país de simbolismos, de caritas lavadas,
de orgullo y nacionalismos
–de restos humanos no identificados,
la vida sigue como si nada
Que la terminología –hay que cuidar los caballos
broncos del establo–
para referirse al pasado, lo que diga el señor Taibo,
el grupo político en el poder,
abuse del término: “los pueblos originarios”
Incienso, tambor y pito
Y foto
Olvidemos el agua con espuma de un cuerpo deshecho
en ácido que va al drenaje
Los desplazados por el crimen organizado
en Chiapas
Sinaloa
Algunos ejemplos del águila y la serpiente
y su lago de crematorios,
nopales de sosa cáustica,
fosas clandestinas
En este país –explosión de ira
y corrupción,
(donde la barbarie es demencial)
se asientan aves de rapiña
Cantan el himno nacional
Luis Daniel Pulido

martes, 11 de marzo de 2025

YO QUE AÚN ESCUCHO CANCIONES DE VAN HALEN



Mi amiga me escribe y me dice que hace seis días se mudó a su nuevo departamento, que lee Tratado de las pasiones del alma de Lobo Antunes. “De nada”, concluye su breve mensaje no exento de cierto sarcasmo, historias de fantasmas literarios, de juez y parte. La admiro, porque sus lecturas no son olimpos de hogueras, ni ataques de histeria, ni pone a remojar el pan duro en el agua de las conciencias. Le importa nada el mundo y la gente y sus desdoblamientos, lo que digan. Porque un lector –me dice– es tan ordinario como el señor que no hace nada en estos momentos y estira sus pies a un punto que le provoca placer, el bostezo. Yo, que vivo en otras circunstancias y mi isla de tentaciones se reduce a la gastronomía local o a un milésimo santo encarnado de antropología y misterio, cosas que pienso, porque la verdad desconozco a fondo las cosas, me hacen jalar aire desesperado. El calor es mi apostolado y no tengo un árbol de naranjas. Un río, sí, pero contaminado. Un coco, sí, pero sin agua. Y una cerveza está cada vez más lejos porque ya no construye esperanza ni esos largos diálogos de cuando fuimos jóvenes y roqueros. Mi amiga es privilegiada, lo sabe, y nunca hemos discutido por eso, pues a pesar de ser tan distintos, evitamos las malas prácticas de los modelos y agendas impuestas; sin proponerlo, asunto de no sacar provecho del uno del otro ni beneficiarnos más que de lo que leemos. Un día leyó algo mío y le gustó, otro día le leí La estrella de madera de Marcel Schwob y le gustó tanto que me hizo grabarla. No somos un club de lectura, ni un hemiciclo de autores, ni nos adjudicamos medallas de oro por Cervantes. Lo que sí es que ella lee con aire acondicionado y yo con el sol más caliente sobre mi cabeza. ¿Por qué no tengo amigos ni amigas en esta tierra? Igual no existo y soy un hombre muerto que no ha llegado a su destino.

Luis Daniel Pulido

lunes, 10 de marzo de 2025

CRÓNICA DE OTRO DOMINGO LEJOS DE CASA


 

Todo está bien, mis perros descansaron
bajo el manto nebuloso de un aire acondicionado,
mis gatitas durmieron en los sillones,
dormí un poco y soñé que besaba
a Marisa Tomei
Fui por comida como lo haría un náufrago,
un extraño en tierra extraña,
Jhon Ford buscando locaciones para filmar
Pasión de los fuertes
No sé si sea necesario meter las manos al fuego
por los nacionalismos, el póker, el espantapájaros
bajo la tormenta,
el gusano en los discursos sociales
Hay un subrayado de otros tiempos,
de barcos que se hundieron:
"James Joyce’s Crayon Covered Manuscript
Pages for Ulysses and Finnegans Wake"
Me niego a usar el horno de microondas,
enciendo la estufa,
caliento tortillas,
me hago unos huevos con jamón
El loop de fondo es algo de Wilco,
una banda de rock alternativo de Chicago,
se baja la pila del “mouse”
Parpadea
Nos deja este poema
Luis Daniel Pulido

domingo, 2 de marzo de 2025

DE IR EN UN SUBMARINO VIENDO PECES EXTRAÑOS A UNA DE LAS VENTANAS HISTÓRICAS DE CHIAPAS


 

Hay algo que sigue en mí vigente, que a pesar de que los sistemas educativos y psicológicos –dogmas que como lentos escorpiones marcaron mi cabeza, hundidos hasta entumecer mi lengua y callarme– me permite escribir sin posiciones referentes ni lógicos. Ayer me preguntaron algo sobre “un seminario virtual sobre derechos humanos” y yo respondí: “En el submarino voy solo, a veces veo peces extraños a través de los cristales. A veces creo que me guiñan un ojo, o sonríen”. La gente, más que extrañada, me vio con burla, desdén, con esa sinergia extra humana: sorna.
Tomé mis apuntes y vi las fotos de la celebración del natalicio de Ángel Albino Corzo, prócer chiapaneco y fundador de una tradición que convoca a sus descendientes, orgullosos de ese gran árbol genealógico y numeroso sembrado en la tierra, quizá, más noble del país. Y cuya sombra, me ha cobijado como se cobija al sediento y el huérfano. Más consecuencia de un accidente, porque mi imaginación es un ente incontrolable, no tiene límites y porque un camino directo es la forma más rápida de ir entre dos puntos, siempre llego antes a los hechos. La belleza, esa que va en unos ojos bonitos, una sonrisa congelada en el tiempo, un río que no se mueve, sigue igual, nada ha cambiado. Ahí estaba Mónica Corzo, como en la prepa, ahora ensenándome una palabra nueva “Ures”, pero ya antes (ella sin saberlo) a ser un buen ser humano.
Y me fui a leer a la Galería Disner. Y me aplaudieron.
Luis Daniel Pulido