La gente celebra, dicen, un nuevo país,
el ocre otoñal de las cosas nos hace amables,
supongo;
donde escribo, me preguntan sobre futbol,
de las palomas haciendo de las suyas
en los bastones de mando de los pueblos originarios,
el olor del óleo en el símbolo máximo de la patria,
el contingente de personalidades por Servando
Teresa de Mier
Qué sé yo,
disfruto unos huevos motuleños:
la comida como único refugio a la intemperie,
a los árboles que se secan,
a los humanos que nos pudren
Camino sin rumbo porque extraño el silencio,
esa canción de TOTO: África
Raro que lo más pobres de este país digan
“empieza una nueva era”
Y vayan al trabajo como si nada
Unos pasos más y el verdadero rostro de este país:
un niño indígena pide unas monedas
El maldito oro está en otra parte
Luis Daniel Pulido
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