viernes, 29 de mayo de 2009

EL PANDITA UEFA



A Cristina Brondo

He pensado que jamás
haremos un cara a cara,
un beso a beso
y que nuestro amor
-que merece horario estelar-
pasará a segundo término
por culpa de la hostilidad
de los coreanos en el Báltico

Que en Barcelona,
a pesar de mi colección de pelis tuyas,
seré minoría por negarme a las reformas
prácticas del lenguaje y eso sí,
hablar armado de roncarroles

Vamos Cristina,
por ti seré, por ti seré
un submarino amarillo,
tres tristes tigres,
un carrito de policía,
tickets de comida china

No obstante,
la cocina del alma confucionista
que multiplica el arroz
ante la mirada de marxistas y liberales,
no tiene paquetes de palitos gratis

Y por eso
-aun cuando esto es un sueño-
te busco en Cataluña
y los sorteos de la UEFA.

martes, 26 de mayo de 2009

LA NOVIA DEL DR. WAGNER

Cristina Brondo
Ella es gordita aunque me diga
que no le diga gordita.
Pero es una gordita bonita,
no es insondable en sus balcones
de ropa sexy, es fuego y fechas
de amor inolvidable en Tulúm
y Playa del Carmen.

Tiene una pancita donde sin necesidad
de ajustarse uno cabe autónomo
y autosuficiente: es un suave oleaje,
una bonita galaxia que me está cuidando,
luciérnagas de una Hacienda en Comitán
o Maravatío, un amor que me remite
a los tribunales: Sí, soy culpable
de esa pancita y su enigma.

Mi amor, eres la novia del Dr. Wagner.

domingo, 24 de mayo de 2009

PROPUESTA DE AMOR DEL BUENO PARA LA HIJA DE UN PREMIO CHIAPAS


Lo confieso: cómo te llevo ganas. Puedes ver en cada uno
de mis dedos máscaras de látex, príncipes azules y mercenarios,
cunas para mecer bebés y mentiras que más o menos
dicen te quiero. También un you are everything
con cierto aire de Steiner y promesas de amor
que valen su peso en lencería. Porque te amo –lo juro-
palabra de rockero en autopista,
de niño camino al kindergarden,
de pambolero el domingo al mediodía.

Lo confieso: te llevo ganas y me chupo los dedos
consciente de que puedo morir de amor
pero también de Influenza. No importa.

Dime ¿Cuándo nos perdemos en esa marimbita de habitaciones
que escondes abajito de tu ombligo?

jueves, 21 de mayo de 2009

EXTRAÑO EN TIERRA EXTRAÑA



Para ti, Dana: dulces sueños

Al terminar de cantar el himno no debo decir ¡Salve, Oh Satán!
Bart Simpson


Que la poesía –si existe- descargue
escoltas de palabras por las calles,
atrape vivos a los peces,
dé ejemplo de libertad en las paredes

Que la poesía sea como decir bádminton
minifalda o tierra firme;
zapatista, lluvia o alberca;
hotel, cristal antibalas, Cristo,
Viva Oaxaca

Que la poesía –si existe- sea
como ver a seiscientas mujeres desnudas
a la hora de la muerte

Que la poesía sea la duda
y no un seminario de certezas,
que huela a sangre a carne a cocaína

Que la poesía –si existe- sea
el bar de un amigo, un canal de pornografía,
un grupo de rock, un solista,
un motel sin paredes

Que la poesía llegue
a los libros en Superbee,
dibujo animado, programa de Microsoft,
una línea de hormigas

Que la poesía –si existe- sea
un banco de sangre, una diva,
un puente peatonal, un gato negro,
un perro blanco, el imperio del sol,
un narcotraficante

Que la poesía sea la ceniza,
el altar de los sacrificios,
el verdugo, la doncella

Que la poesía –si existe- no sirva
para llamarnos poetas
sino perros, rasgo, huella, marcha,
punto, gesto, piedra en el aire

Que la poesía sea como decir
doscientos setenta y siete huesos,
ciento tres repúblicas, Eduardo Rodríguez para presidente,
Malcom X, Buster Keaton, Tim Burton
o Nadia Villafuerte

Que la poesía –si existe- sea
Addison Street, San Cristóbal,
Guanatos, White Room de Eric Clapton,
una jeringa en el lavabo
y otro pinchazo
y otro pinchazo
y otro pinchazo
y otro pinchazo

*Del libro Coyoacán Undercover de próxima publicación

lunes, 18 de mayo de 2009

AGUACATE PARA TOTOPOS DE MEDIANOCHE



-En serio ¿Tú no eres de Tonalá?

-No ¿Por qué me lo preguntas?

-Porque tus caderas te delatan. Verás, te voy a contar una historia:

En 1855, en un lugar llamado El Soconusco, un alemán llegó a punta de flecha y navío a las costas de Chiapas, donde el hierro se enredaba en los dedos de los pies y los fogones iluminaban a negritas cucurumbés.

Era tanta la sangre corriendo por las arterias que hubo golpes, peleas, muelles que rechinaban bajo el horno de la luna llena.

El alemán y la negrita cucurumbé mordieron el fruto prohibido (un chicozapote) y lo hicieron con tanta fuerza que empañaron los vidrios de la censura. Sólo un rayo de luz que se colaba por la ventana iluminó el ejército oficial de esos dos corazones.

Ella se llamaba Martha Dámaris Escapulario y él Chincho Van Basten.

Nadie supo mas de ellos, hasta que vi tus caderas

-¿Bailas salsa?

-No. Y si me vas a contar más historias mírame a los ojos.

DRIVE & CLICK

May Rosenthal, Daniel Pulido, Pulsi Davis
XXXXXXXX
XXXXXXXX
Ella se llama Claudia y es bonita
y chiquita y algo flaquita.
Sus vestidos –de alta costura-
amenazan con poner pico a bajo
a cualquier niño, incluso a Chincho.

Respira sobriedad y apaga el celular
porque a la voz de ¡ábranla, que estoy
aprendiendo a manejar! se sube al viejo
Volkswagen que gruñe y silba

Y allá va Claudia, con el acelerador en su eje,
en busca del sol y banderas rojas
que anuncien ofertas en el Palacio de Hierro

Y sube y baja por todo mi planeta,
y aunque nuestro cariño esté organizado
para mails, correos de voz, mensajes de texto
(vive en Guanatos) espero que algún día
me dé un raid a Venecia

Ella se llama Claudia y me explica a detalle
del porqué es importante usar el cinturón de seguridad

Y se ríe porque no me cierra

¡Click!

viernes, 15 de mayo de 2009

SEGUIMOS DE PIE, SHERPA*

Mi amigo Sherpa
No hubo razones históricas
para aceptar la derrota:
doble y reverso tuvieron fieles
dentro de tu vasta distribución
de canciones antinucleares

Europa confirmaría
-los años siguientes-
alianzas, elecciones generales
y el mejor futuro posible
en el Madrid-Barza

Hoy, y tú lo debes saber,
nada cuesta recorrer una calle más
para conseguir drogas y abordar
el negocio desde el suroeste asiático
o las tetas norteamericanas de Pamela Anderson

España, ya sea por el rock
o la Corte de la Nación,
es una cuestión de edades:
ayer murió Antonio Vega
y te pusiste a contar anzuelos,
kilómetros, salvoconductos y escolleras

Es cierto: ni tú ni yo volveremos
al Barón Rojo pero tampoco escribiremos
Conciertos para piano

Somos artistas disidentes
a pesar de los años,
a pesar de la vida
que sucumbe por igual
ante el estiércol y la muerte

*Este poema pertenece al libro Coyoacán, Undercover de próxima publicación gracias a mi banco de cabecera. El Banco Cochinito de Barro


KAMA CUBA SUTRA *

Tomado de Ojo Digital


El beso voluptuoso,
la lengua y su prosa de saliva,
tus labios de ron de La Habana,
tu cuello de arena,
tus pezones de malvavisco
donde mi boca muerde
el olor de la península
y tus ojos verdes
y la espiga de trigo
de Lisboa entre tus piernas


tu ombligo
y la recreación del mundo
bajo la sombra de una palmera
y yo eyaculando continentes
en tu sexo de sal


y tus manos en mi rostro
como buscando el mar,
el mar que a 50 metros de distancia
es una sonrisa soleada y veraniega


y tu boca,
tu boca de diecisiete años
donde entredientes
va un tranvía de orgasmos
con olor a naranjas y cerezas,
un mojito sin balsa que no llega a la playa


y tu vagina de agua de coco
como una puesta de sol en mi cama
a las 18:45 sin guaguas, sin gente, sin ropa.



*Poema publicado en la revista Hache, de Murcia, España

miércoles, 13 de mayo de 2009

TARJA


A Tarja Turunen, exvocalista de Nightwish


Motivos y residuos de una vida, los zapatos van de la simple necesidad de ser elegantes a la restauración –actividad ejercida sólo por hombres- de los remendones: el zapatero frente al papel en blanco de la historia.

Dicen que los zapatos de una reina tienen que ser soberbios, arrogantes, vanidosos, que manifiesten un carácter único pero también la suavidad de los contornos sobre los relojes tensos de la alfombra roja. Estos zapatos se calzan, únicamente, a la luz de un cometa.

Los zapatos parten de dos premisas: calidad y novedad, aún cuando sus creadores en México sean –según historia del dominio público- tres hermanos “empistolados”, lo que hace más difícil decidir si el azul en la piel del calzado debe ser como un pájaro débil incapaz de volar o sólo un efluvio de precios y catálogos.

La vida en sí misma suele ser limitada, sobre todo porque la mayor parte de las cosas por las cuales uno es feliz jamás se terminan de abarcar con un frente de palabras.

Dejo atrás al poeta por el viejo par de zapatos que arroja la marea.

martes, 12 de mayo de 2009

UN RAMITO DE CRAYOLAS



Es el amor una Babel sin plaza,
dos tandas de océanos,
un solo monograma,
mil leones salvajes,
un continente de combinaciones:
tú y yo do re mi

Imagen : www.btinternet.com/.../pink_floyd_001.jpg

EL DÍA QUE ROMPÍ EL CASCARÓN

Cristina Brondo en Bodegas Ontañón

Cuando nací el aroma a melaza
borró las tachaduras del calendario.
Que si nacía, que no nacía,
que vaya papelón el de mi madre
(que mira nada más cuántos pollitos
se lanzan del trampolín y éste como
si nada en el Gran Consejo de Huevitos que no nacen)

Pero nací mascullando mi poco plumaje,
y que le dicen a mi madre -¡Ta' bien feo su hijo!
-¡Aviéntelo al agüaje!

No, es mi hijo, mi gran leopardo de algodón,
la estrella de mis noches anegadas.

¡Qué largo es el itinerario para el festejo!

Bienvenido al mundo Pollito, el más valiente de la granja.

Desde Pulidín City

Chincho, you shock me all night long, baby

STORYBOARD (CON LIMOUSINE)




Vivo en una colonia, diría, pequeña: dos cuadras y tres cerradas que la dividen y nos salvan –según los instructivos de colonias- de que las inundaciones nos pongan de cabeza. He vivido ahí casi toda mi vida, excepto en otoños y épocas de tormentas gracias a resoluciones unilaterales como suelen ser las de la familia cuando te niegas a estudiar. No quiero ser un mal ejemplo (aunque lo soy) pero jamás pude sustituir un diez por cien dólares, un 8.5 por una calcomanía de Spider Man, todos los domingos de misas por el Born Again de Black Sabbath. Nada fue suficiente. Sin embargo aquellos recorridos vitales en patineta, bajo la sombra de un enorme huanacaxtle, permanecen en los diversos centros de información que conservo en el baúl de los recuerdos. Hoy en mi colonia soy un extraño, y me juego el resto con desahogos emocionales propios de Chincho: Hola ¿Se acuerdan de mí, quieren una “ruedita”?, pregunto destapando un rollito de Salvavidas.

En mi colonia se vive cierta neurosis parecida a programas de gobierno, por lo que la historia para un “militante de izquierda greñudo” no puede ser otra:

-¡A Carmelita, ni te acerques!- me dijo la señora panista comadre de Enoch Araujo.

En fin. Carmelita vive en Europa. Ni cómo.

Mi colonia, que su guerra más larga ha sido a mentadas de madre (entre seguidores de la virgen de Guadalupe y los testigos de Jehová) sigue siendo pequeña y mantiene devociones como las de reunirse a ver eclipses, partidos de la selección, el américa-chivas, rezos, bodas y graduaciones de los que si estudiaron.

No es raro escuchar al jefe de manzana con su radical sentido de justicia y democracia repartiendo obligaciones como si fuera productor de cine; y es que para colectar fondos han comprado una limousine (no es broma). Mis amigos, ya saben, me preguntan a qué horas verán bajar a Scarlett Johanssen, Motley Crue, Gloria Trevi o Jessi Bulbo. La limousine, base espiritual de toda quinceañera, es el big bang capitalista que hará a nuestra colonia tan parecida a Los Laureles. La cosa es más o menos así:

Se cobrará por foto, reflejo, huella dactilar de niño o niña, mirada furtiva, metro cuadrado, tour, indicio de que vio la marca de las llantas, por supuesto, bodas y quinceaños. Y es que siendo tan cosmopolitas somos también unos advenedizos. A veces, con ese gran espíritu de las Cruzadas, se proponen marchas a la iglesia en pro de los árboles, los niños de la calle, Juan Carlos Mouriño ¡puta madre!, o de Carmelita, que está en Europa (por qué chingaos no)

De los cambios más drásticos están que el poder central ya no lo tiene la tiendita de abarrotes, y aquella pequeña comunidad agnóstica que conformamos Ivonne y yo se convirtió al idealismo libertario del señor MasterCard.

Existen, pasado el tiempo, cuentas internas sin resolver como las de quién anotó más goles, quién invitó la primera cerveza, quién aún conserva los derechos y utilidades de sus empresas y, por fin, alguien acepte que embarazó a Marisa…yo hablo un poco de inglés.

Mi colonia, tan familiar, distante y personal debe el alto grado de prosperidad a los santos. Cuando niño –rockero irredimible- mi dignidad de coleccionista de acetatos no me dejaba tiempo para entender los desfiguros de mi vecina pasándole un huevo a mi amigo, que llegaba a clases oliendo a alcohol y campo de fut recién regado. Recuerdo que vi atesorar presentes y futuros en un huevito. Hoy hasta película tienen, pero en aquel entonces argumento, evidencia y metáfora obedecían a otro tipo de lógica.

Desde mi perspectiva: Ivonne, Black Sabbath, mi MasterCard, la posibilidad de un milagro era posible sólo si mamá, huevito y amigo cedían a que la elección del bien o del mal fuera abierta ¿Para qué arriesgarnos a que el muñequito de vudú tuviera mi rostro? Digo, eran mamá y hermano de Marisa, y la posibilidad de un “Resident Evil” era evidente. Por supuesto que el Museo de Arte Moderno Zombie aún abre sus puertas, perfila sombras, nos reúne para firmar acuerdos:

No daños a la limousine, no pruebas de ADN.

En este sentido los que aspiraban a un mejor empleo embarazaron a las hijas del flamante subsecretario, el burócrata mejor pagado de la colonia, experto en ponerle cibercafés a todos sus yernos.

Mi colonia, eso sí, cuando recibe a los candidatos a la presidencia municipal organizan tremenda fiesta y rueda de prensa, donde se nos invita a cumplir ciertas normas de “respeto” con las preguntas. Nada de pintas o pancartas en contra del invitado.

Un día inventé un icono, un santo, una santita en este caso. Decidí que si no hay fe acorde a mis gustos era urgente forjar una que no tuviera tantas coincidencias en dioses y sobreavisos. Una que pudiera dibujar y colorear, ponerle un nombre cuyas letras apechuguen cimas donde a nadie se le niegue un paracaídas. Así nace Santa Patita, patrona de los jefes de manzana. Broma que transformó a escépticos en una verdadera sociedad moderna. Broma que convirtió al budismo Zen a Marisa. Broma que me hizo ver que su hija tiene mi sonrisa.

Es así que debo a Santa Patita mis futuras celebraciones del día del padre y la tierra prometida en una caja de crayones.

¡Santa Patita, Santa Patita,
patea por nosotros,
mete los goles!

viernes, 8 de mayo de 2009

POLLITO CHICKEN DIME QUE AÚN ME QUIERES

Ilustración: María Momoco
Cuando niño nunca me pregunté lo que quería ser de grande. Cuando la maestra me preguntaba lo que quería ser, mi respuesta era: niño.

Hoy, adulto, sigo dándome el tiempo necesario para pensar lo que quiero ser. He perdido trabajos y esposas, justo es decir que también algo de dinero.

Pero no me puedo quejar: me sigo divirtiendo y mis exnovias sólo me responsabilizan de darles un nombre en cada uno de los cuentos que escribo.

Dicen que las negociaciones en el amor nunca concluyen y todas se pelean por estar en mis historias. Pobres. Creo que les di mucho.

A Damaris Disner, por soportar mi neurosis y pasión al fut todos estos años

ERES MALO TOM SAWYER



No tengo muchos amigos en Chiapas. Nunca los he tenido. En la adolescencia se me recriminó no hablar como “chiapaneco” y ahora, de adulto, de malnacido e inoportuno.

-Ese maldito judío se alimenta de sangre humana- reza el comentario más estrafalario en mi correo electrónico. Acusado de pervertir la poesía tradicional, de erigir todo un imperio de una poética de comida chatarra, de no escribir sino de hacer geografías infantiles, de no estar a la altura de los que por su tierra están dispuestos a matar, de ser un “macho” por leer a escritores que las feministas odian – y los odian porque estos nunca se han permitido el lujo de reparar su profunda ignorancia- , de entrar en comisarías y salir porque sé decir abracadabra.

El trámite común de los calendarios ha sido la del ladrón perdido en las colinas: fechas rayadas en piedras y mujeres de carne y hueso que habitan mi cama a cambio de sopas de lata.

Es el amor mi única carta de residencia: un día fue Alejandra, Yesenia, Megan, otro día Jennifer, cinco minutos Mariana, los ojos azul turquesa de Lumi, una cerveza con Dana coreando el Capitán Trueno de Asfalto.

Qué calles, intransitables y violentas. Esta ciudad es una moneda gastada y sometida a su propia cultura vigilante donde cada escritor escoge lo que le corresponde: el aguacero, el atropellado, sus tres ejemplares de la ruta turística, el lodo, su fiesta de San Juan, el barullo, las conclusiones.

Durante dieciocho años he pasado días sin hablar con nadie, dibujando chalets y revoluciones blancas, amarillas, rojas que renunciaron a ser patria y se convirtieron en pastizales de cráneos aplastados, algo tan emotivo como perturbador.

No tengo amigos, pero algunas veces ratifico lo que pienso cuando alguien me reconoce y me saluda.

EL PIRATA Y EL CARACOL (UNA CANCIÓN PARA BRISEIDA)

Ilustración: María Momoco


Mi barco huele a garbanzo y tabaco,
es un caracol que llega a la orilla
sin responsabilidad de ponerle nombre a la isla;
boquea un poco, afortunado de saber que el mar
siempre deja las puertas abiertas antes del sanseacabó de la noche,
ese gran árbol de papelitos plateados que tirita en la superficie:
a veces un delfín, un pez vela, miles de estrellas,
nuestro gran botín de perlas.

miércoles, 6 de mayo de 2009

APRENDIENDO A VIVIR


A mi amiga Briseida Guillén, estos apuntes de última hora



No te preocupes. Si no puedo decirte
que todo está bien, el desorden molecular
de la mudanza ha reducido sus diámetros:
cama, mesa, cantina y evidencias
puntuales en diagonales y verticales,
por lo que desde hoy –tú y yo-
podemos sentirnos responsables
de esto que llamaremos hogar

Ya puedes empezar a ver donde esconderás los medicamentos,
si me atormentarás sacándome la lengua,
si me dibujarás con tus dedos Cupidos sobre el hombro
que me apuntarán a los ojos

No importa. Yo intercambiaré
las fundas de los acetatos:
Schubert por Lou Reed,
Stravisky por motores Harley Davidson,
Comitán por Inglaterra

Y el recuento de raspones en las rodillas
y de quien se comió más hogazas
bajo el manto nebuloso de las ciudades coloniales

Sé que no todo está bien,
pero en los pormenores de esta batalla
nos alcanza para de vez en cuando
abrir una botella de vino
y discutir los subrayados de tu doctorado
hasta que la madrugada,
con su arenoso frío melancólico,
deja tras de sí los barcos matinales
de las oraciones en la cima
de nuestras orejas congeladas

lunes, 4 de mayo de 2009

POR EL RESTO DE MIS DÍAS


Para mi amiga Briseida Guillén



Hay lugares de la casa que todavía no están acondicionados.
He firmado de recibido por algunos muebles y también tuve
que llenar pequeños formatos por la emergencia sanitaria.
Lo más seguro es que no me alcance este día para acomodar todo.

Me permití destapar una cerveza y escuchar el Sticky Fingers
de los Rolling Stones mientras la ciudad se deja llevar
a otros puntos para que no interfiera entre tú y yo.

Mañana discutiremos el decorado y si te permitiré,
discúlpame, licencias médicas. Hoy, un poco porque
el viento no deja de azotar las puertas, me concentraré
en los pequeños detalles: a contar cuántos pasos
hay de tu recámara al teléfono y si la calidad
de la televisión por cable justifica los pagos iniciales.

Ya veré si el tropel de piropos que te escribí
cabe al interior de las cerraduras
y si el parasol de las llaves nos regala
un remolino de girasoles que alumbre
ambas caras de la moneda cuando decidamos
sí ir al súpermercado o quedarnos a leer en casa.

Y el principio de todo: ser un poco felices,
pero siempre inseparables

POR AMOR A MARIANNE FAITHFULL

Marianne Faithfull
Los fines de semana
olvido la cantidad de información
que toda web propone a corta distancia.
Me asomo a ciertos lugares
en busca de una identidad secreta
y apago en nombre de tiempos pasados
la computadora, la tv, los celulares,
la red de amores distantes

Supongo que la alerta
contra el aburrimiento
se divide en fases
y supongo que alguien dijo
que escribir poesía exige
la emotividad de un militar
que combate al narco

Nada más triste

Extraño las cafeterías iluminadas
únicamente por el sonido de una Fender

Luis Daniel:

Vamos, que el mundo no agote la posibilidad de hablarte aunque sea para decirte que...
el mundo no es redondo como una pancita con coca cola
que el mundo no es largo como las piernas que ves a cada rato y en cada esquina
que el mundo no es de queso, ni de frambuesa
solo un barril de cerveza que espera que te lo bebas
para vacunarte contra la influenza

Damaris Disner