martes, 31 de enero de 2012

A ELLA NO LE GUSTABA JUDAS PRIEST




Siempre cuando hundo mi rostro en el agua veo caballitos de mar que orbitan alrededor del dibujo de un dinosaurio manipulado por mis dedos.

Veo libros de matemáticas atrapados en burbujas que buscan la superficie, boletas con puros dieces que como máquinas del tiempo me llevan al recuerdo de Marina.

Marina me dejó claro que no todos los mares son iguales, que hay besos que se deshacen como un helado de limón en los labios, que en sus ojos negros se llega a la playa por carretera.

Quisiera hacer mías las palabras de su nombre, enamorarla de un solo parpadeo, preguntarle cómo un hombre pudo hacer lo que yo no: atrapar las estrellas y meterlas en una bolsita para hacerlas sopas, sí, “sopita de estrellas” (a 7.50 la bolsa).

Un día pensé que si quieres ser ciudadano del mundo, mantente a media hora de tu niñez.


Marina, no estuvo de acuerdo. Sin embargo de manera natural participaba en mis westerns de domingos por la tarde. Más aún, basado en las leyes de la robótica y la revolución científica, inventé mi propia fórmula para enamorarla:

A (de agua) + C (de coco) = agüita de coco

¿Para qué sirven los barcos?

Entre muchas cosas para ver las luces de Navidad desde el gran espejo que es una isla desierta.

Y lo que sigue, desempapelar las madrugadas, apostarle a los tranvías, al azul septentrional de los espejos rotos.

Confesarte, Marina, lo que tú ya sabes.

Oaxaca, México; Octubre 2007

sábado, 28 de enero de 2012

UN DÍA EN LA VIDA DE SPIDER MAN




1
Los viernes de quincena acostumbro a escuchar el sonido del pueblo, toda esa ansiedad cuya relativa calma es un murmullo que abrasa a mi oído pegado contra la puerta. Pintarrajeado de cosquillas cosmopolitas me decido a salir para cambiar mi cupón por la pizza gratis y mi duda es: si una pizza en su conversión de masa, azúcares y carbohidratos hace de chicos y grandes monstruos de energías, a mí, después de comerlas, me da un sueño, que si no fuera por los gendarmes que tengo como proyectos de novias que a cada rato me marcan al celular, nadie me movería de ese sillón donde soy el mejor espeleólogo de sueños. Y no lo digo porque tenga cabeza de piedra (creo), sino por todos los peligros que implica tomar en serio lo de crear mi propio planeta: conquistas, estrategias donde no se utiliza la luz, universos donde el silencio es absoluto, princesas que vienen de Buenos Aires en bragas de color rosa.

2
En la mañana fui al mercado San Juan a comprar un kilo de pollo. El kilo cuesta 37 pesos, según la carga emocional de la báscula. El pollo no da para opciones inesperadas, y de eso doy fe cuando se me ocurre pedir que se le aumente un muslito más, lo que hace que mi pollo suba de 37 pesos a 42 pesos (pinche pierna, está a precio de edecán, y hasta eso, de nivel ejecutivo). Así que regreso a casa con sólo 37 pesos menos. En la tardecita –me preparo– comeré un riquísimo pollito con papas.

3
Si no se te da eso de las relaciones públicas, no importa, en esto del periodismo alguien que tú no conoces se ve obligado a inventar entre la más mínima posibilidad de saber quién eres, algo de amistad contigo. Por eso antes de pasar al cajero se me solicita una entrevista. Hablo con la reportera de ojos bellísimos que me pregunta sobre quién soy, de dónde vengo, hacia dónde voy, y como diría Sergio Arau, si tendré boleto. Hubo turbulencia sexual y esa vocecita interior que me repetía una y otra vez: Luis Daniel, uno mata para comer. Me imaginé que nuestra sexy reportera tenía un chonguito con un hueso, una tibia para ser exactos, que le atravesaba el carapacho de dreads sobre su cabeza. Empecé a caminar a su lado mientras hablábamos, y como el destino fabulaba a mi favor, le pedí su teléfono y correo electrónico.

–¿Quieres comer pizza? –pregunté

–Siiiiií –me dijo y quedé sordo

–Luis, tu teléfono está sonando, contesta

–¿En serio? No escucho nada

Y así, juntos, como Courtney Love y Kurt Cobain, nos enamoramos en dos horas y media.

Pero el amor delimita su tiempo a los que sólo sabemos hacer bien tres cosas: comer, contar chistes y dormir. Entonces entendí que las pizzas no nos hacen el Christian Bale con el que las niñas bonitas sueñan. Eso sí, le dejé mi insignia de superhéroe: una araña de gomita.

4
Cuando regresé a casa todo estaba listo para devorar mi pollito con papas. Mi mamá, ese cielo claro que da al mar, me dijo con voz entrecortada

–Ay, hijo, pero si no compraste ni una sola papa

–Como siempre, esta memoria patas pa’arriba –le dije.

Y sintiéndome como el pollito perdido que camina en círculos hasta que una fila de maicitos amarillos lo guía a una casa de adobe donde alguien que lo quiere mucho siempre lo espera, bajé la mirada esperando el beso en mi frente que me devolviera la luz de faro que tengo en mis ojos. Fue así que comimos, mi mamá y yo, un pollo de 37 pesos el kilo.

5
A las 9:45 de la noche recibo una llamada de mi querida “Courtney”

–Estuvo riquísima la arañita

–Pero si no se come, es tóxica

–No mames

–¿Estás vomitando?

tu tu tu tu tu tu tu tu tu tu tu tu tu tutu tu tu tu tu

Colgó

martes, 24 de enero de 2012

HARRISON FORD LE ESCRIBE UN POEMA A CHARI COELLO

Kate Capshaw, Steven Spielberg, George Lucas y Harrison Ford en Indiana Jones y el Templo perdido


Es algo raro saber que nos conocemos de hace tiempo,
que no batimos récords en los cronómetros del destino;
no hubo iniciativas, moneditas detrás de tu lóbulo izquierdo,
un arbolito ambicioso en llenar tu patio de frutos

No me di cuenta qué día creciste, en que fracción de segundo
Kawabata se volvió un autor interesante, nuestra primera forma
de convivencia

En qué momento el salto al vacío, el agua tibia,
el sabor a leche condensada de las líneas de tus manos

A qué horas se apagaron todas las luces de la casa,
el suave arco del cometa que rodea tu cintura
que pasa en mis labios y aún no llegamos
a la mitad de la calle

Que me perdone tu mamá: Así somos los cowboys

que derrotamos aliens

Es de familia




sábado, 21 de enero de 2012

YO NO SÉ LO QUE ES EL DESTINO*









































Hay quien dice que debes adelgazar,
y no entiendo; veo los helechos
que crecen en los muros pero el arte,
princesa, no apela los veredictos
de los directores de teatro.

Y ni aunque estemos juntos
–me refiero a los guiños
que encienden lámparas–
lo más importante para mí
es no despertar del sueño
y de sus ámbitos azules;
escoge: el Caribe soleado
o tormentas septentrionales.

Hay quien dice –y cita a Artaud o Steiner–
que la belleza parte de una educación
científica, un extremo de la rabia, la certeza,
el punto, el rencor social.

Pero yo te veo, bonita, manejando tu bicicleta
roja en la Shanghái de los años treinta;
y te corono con un brillante origami de estrellas,
aurora de olas que siguen su camino.

Hay quien dice y dice muchas cosas:
en las calles o carteles rojos,
en la revista Quien, en las lucecitas navideñas, en Constanza, en Chagall,
en la mujer de Lot.


Yo digo –y te lo escribo hoy como los ángeles
pervertidos que perdieron las alas cuando aprendieron
a quitar prendas Calvin Klein a mujeres que cumplen
diecisiete– que eres la alumna más bonita
que he visto esta noche

Después de la guerra, princesa, el desierto
donde no dormiré contigo.



*Frase tomada de una canción de Silvio Rodriguez (El necio)
















jueves, 19 de enero de 2012

CAPITULO UNO



Robert Plant y Audrey Hamilton


Conocí una niña. Tiene ojos muy bonitos. Se pone de puntas para sacar libros del estante, y su falda –como el paso lento de los barquitos en el agua– se alza para mostrar dos centímetros de piel, más de lo que a un caballero se le está permitido ver.

Yo soy un caballero, tengo armadura y pancita, una estufa destartalada que no es un monótono caballo, sino el fuego necesario para que el plop plop plop plop de las palomitas extra mantequilla hagan bailar a los dragones cuando tienen fiesta.

Me encantaría invitarla, pero a ella sólo le importa leer su libro, trazar con sus dedos explanadas de sueños y silencios, ese temblor que produce el mar contra las manos cuando se navega en la oscuridad y sin lámparas.

Yo me acerco, no mucho, y dibujo un par de botes salvavidas para casos de emergencia.

Algo la aflige, algo la aterra, y yo como ratoncito experto en el tocinito crujiente, busco el extremo de la hebra.

Frente a ella y su libro me quito el sombrero, hago la reverencia y le doy mi palabra: Te voy a proteger de los hombres malos.

Pero antes: ¿Me enseñas a amarrarme las agujetas?

Luis Daniel Pulido





lunes, 16 de enero de 2012

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS (AL CINE CON LIZ GALLARDO)







Liz Gallardo (bellísima actriz de Guadalajara)



Quiero decirte que eres bellísima,
que por ello hay diecisiete pingüinos
en la Antártida salvados de ser envenenados
y los glaciares –con sus sílabas de aceite blanco–,
te entregan sin sangre el agua del oleaje:
coro de dragones, espejo que se rompe,
sonido de peces que muerden el légamo
de los puertos abandonados, sol que todo
joven marinero busca en tus piernas,
beso que cubre de brisa las raíces
de los árboles, amores que en su pasión
detallan el sabor de las nueces en aljibes
de celofán que rompen los sabuesos de ginebra
un domingo por la tarde



Luis Daniel Pulido








viernes, 13 de enero de 2012

EN TERRENO DE NADIE*



Fotos: Lemon Paz/ Chile


Enamorarse es como detener
el automóvil en un lugar prohibido,
no es imaginar que abriremos con un poema
las puertas doradas del Hagia Sophia;
es arrojar los dados y poner miel a tus piernas,
morder y morir por la boca como el pez que jalas
del anzuelo hasta tu pecho;
es el Cessna que rompe mis costillas,
no la rayuela de barcos negros que brincas
en Santa Mónica; es el fuego cruzado
de un programa común que incluye la banda sonora
de avenidas amplias donde dos niños se declaran
la guerra



*Poema publicado en el libro Intencionalmente náufrago. Ed. Carámbura



jueves, 12 de enero de 2012

MONSTRUO EN PROCESO DE DEMOLICIÓN

En serio, me parezco un chingo a Eric Clapton



A Chari Coello, por su piedad a los monstruos


Que te guste mi blog me hace feliz, ya sabes, los monstruos a veces no sonreímos, pero esta vez –al leer tu mail– lo hice.


Sonreír para mí no es fácil, a veces al hacer la curvita hacia arriba me quedo a medio camino y mi boca vuelve a su lugar, con su colmillito derecho de fuera.


Pero hoy sonreí “pa’ arriba” y hasta me tomé una foto y la pegué en un papel en blanco.


No es mi intención hacerte llorar e hincho un pulpo con popote si lo vuelvo a hacer. Lo juro. Y es que escribir poemas es como hornear galletas, aunque los académicos afirmen lo contrario. Bah. Qué necedad.


Sabes, bailas muy bonito y verte es como caminar el cielo descalzo, como si en cada movimiento Dios me perdonara por haber hecho tantas maldades; todo pierde su peso y como el jugador de rugby después de la batalla me haces doblar mi rodilla derecha sobre el césped de un campo en Australia.


Y me duermo, contento, esperando que algún día me parezca a una bengala encendida y ya no al demonio de Tasmania.


Firma.


Firmo.


Firmado.


¡Un abrazotote!


Chincho

martes, 10 de enero de 2012

COSITA LINDA*


Adiós, Summer Finn. Ya tengo nuevos amigos,


tienda de rock underground, espejos que no reflejan


públicos consagrados y sí muchos accidentes de autos




No estoy triste, mi pulso es normal y no me lleva


a los extremos de la ciudad




Soy –yo solo– una sociedad poderosa con cierto


número de migrantes, de Hubbles en las esquinas




Vuelvo a los menús que no tienen esas largas listas negras


de lo que debo comer y lo que no; al ritual NFL de los domingos,


a las directrices que orienten la política de comunicación a los grandes


barcos que se hunden y donde no haya DiCrapios o Winslets




De todos modos en este Super Bowl habrá cervezas y cortes argentinos,


Pechito de ternera deshuesado y lo siento, no estás invitada




Si quieres puedes ver mi cara de malo, ya que la tendré hasta el cinco


de febrero




*Inspirado en la película (500) Days of Summer



lunes, 9 de enero de 2012

¿Y MI PELITO, DÓNDE ESTÁ MI PELITO?



Fotos: Samira Sophie



Me da gusto verte, toparme contigo,


reemplazar el circuito del tablero de este poema,


que haga el sonido de Ar2ri2 en el centro de Tokio


y que con eso ya no se caiga mi pelito




Me hace feliz el empatarte en tiempo


al armar el cubo de Rubik, que no olvides


tus clases con Guillermo del Toro,


tu agenda diplomática de top model


cuando no imaginabas que se inventara


el término de “fumadores pasivos”,


las cirugías estéticas para hacer libertad y democracia,


el botox en besos etiquetados geográficamente,


el banderazo arterial en los glifos mayas




Que hayas dejado Guadalajara,


que en Londres seas retro y escuches


a los Type o Negative; que me sujetes


el brazo cuando mi arbitrariedad neuronal


se hace presente y veamos el cielo en algún punto


que no siempre está fijo




Que busquemos en los gajos de mandarinas


la cura o simplemente que todo se termine


con la dignidad que caen los toreros en plazas


que no hacen falta que estén llenas




http://www.youtube.com/watch?v=bZbIRkceqzQ








viernes, 6 de enero de 2012

ALGÚN DÍA, UN VERANO



Fotos: Kleider Kreisel


El amor es un reflejo al alcance,
una base de datos disponible;
de uno depende la información,
el formato, las aplicaciones,
la marca de cigarros que compartiremos

Es también esa televisión encendida,
el híjole y el tropel de niños
que se nos vienen encima
porque en una rebelión de caricias
se hizo posible tu idea de parir gemelos.

Y tú hablas de fuerzas oscuras,
y yo te digo que no confundas
a Darth Vader con la embajada argentina.

Entonces sonríes y asientas
y dices mjú con esa ironía
que tienes desde niña
y aún presumes porque siempre
tuviste televisión a colores.

Me remito a la noche del miércoles:
manteles rojos, series de tv,
las olas y las palmas quietas
y tu rostro en su afán de aire
que me obligaba a abrir las ventanas

Dios mío, qué bonita eres






miércoles, 4 de enero de 2012

NUNCA SONRÍAS A OPTIMUS PRIME


Ella me dijo que debería aprender de Víctor, que él si tiene buen corazón; y yo le dije que me vale madres



En este espacio hubo un poema y creo que era bueno.
Era fuerte pero incapaz de arrebatar una vida.
Era un poema, una raíz, no una cordillera;
nada de métodos autoritarios a pesar de decirle
a su dios puñetero

Hablaba, voz en off, de un astronauta que se enamoraba
de una niña con faldita roja, de los autobots que no tienen
miedo a salir a la calle y nada saben de cielos o infiernos

En este espacio hubo un poema, la mitad de una manzana,
la puerta entreabierta de mi cuarto, este corazón siete veces
intransigente convertido en un voluminoso diccionario
de crímenes cometidos

En Cybertron hay guerra, inviernos azules en las paredes,
pequeños sándwiches de Nutella

Esperaba ver un papel notificando la sentencia,
la guillotina en stop motion rebanando mi cuello

No sé qué pasó

Lo último que recuerdo: la mano de mi madre
dándome esa pastilla anti crueldad que tomo
desde niño y el agua con su primer destello
de mar abierto



lunes, 2 de enero de 2012

LA DANZA DEL FUEGO*



Fotos: Samira Sophie/ Alemania



Yo escribo palabras cortas:
Si
Dame
Beso
Te llevo
A mi cama
Y froto mis mejillas y soy el guerrero
apache afligido que te quita ropa
del Palacio de Hierro, halcón en tu pechuguita
recalentada, relámpago en tu sopita de pescado,
el arroz con chicharitos de tu sonrisa

Bububububububububububububububu

Jao



*Del libro autobiográfico Prohibido degollar patos