sábado, 28 de agosto de 2021

VIVE, MARCO, VIVE


 

Después del infarto, mi hermano Marco Pulido –con un esfuerzo que sobrevuela continentes y poblaciones de palabras frágiles– me escribe una breve carta. Y la leo y lloro. Y se abren puertas a lo desconocido: la angustia, el miedo, la soledad y su gloriosa excepción: la esperanza.

Un avión de papel hacia el crepúsculo hace de luz en mi ciudad. Señal de que ya puedo salir a navegar.

Vive, Marco, vive.

Luis Daniel Pulido


domingo, 22 de agosto de 2021

¿QUIÉNES SOMOS?



Cada quince días nos reunimos para jugar futbol en el Tec de Monterrey. El césped natural y sus coordenadas de aguafuerte, siempre, a la altura de la Historia y lo que pasa en la cancha: un grito de “corre”, otro de “marca”, o “suéltala antes”. Y el profe Marroquín, a veces asertivo, en otras sarcástico, pero siempre presente con la orden inteligente para la ruptura de los hilos de lo táctico. Así sea una simple cascarita.

Soy testigo que un ligero movimiento, un cambio de posición altera la percepción y desarrollo de una jugada. Soy portero. Vamos, le echo ganas. Veo de un solo ojo, caray. Pero desde ahí soy feliz viendo a mis amigos.

Cada quince días nos reunimos a jugar futbol para disfrutarlo desde la edad: mañanas luminosas acompañados de hijos, nietos, un angelito que superó el cáncer: Marcela Coral Ruiz Mora, te queremos.

Y si el tiempo y las ocupaciones lo permiten, nos vamos a la casa del doctor Jorge Aranda a celebrar y recordar los años que jugamos en la alta competencia. Fuimos, cada uno desde su momento, los mejores. Y así, desconectados del ruido de la ciudad, de los conflictos del presente, del dolor de ver que el mundo arde, cada quince días jugamos futbol desde la ingenuidad y la alegría.

Somos, orgullosamente, Chamula´s Power.

Luis Daniel Pulido




 

domingo, 8 de agosto de 2021

CRÓNICA DE UN PARTIDO HARTO DIFÍCIL



 

Dicen que este es un planeta herido de muerte,

que son pocas las miradas extrañas y curiosas,

que la edad –somos un equipo de futbol de veteranos–

va hacia adelante sin importar los anuncios de advertencia,

la placidez de los templos, el tráfico del mediodía,

un portero ciego.

 

Pisamos el césped y sí: nos reconciliamos con la vida,

la amistad, el rubor de la lluvia sobre un montón de flores marchitas;

no completamos –esta vez– los once jugadores

quizá por el ciclo de las estaciones en las rodillas heridas,

el corazón en la palma de la mano y que apenas oxigena,

o por la Edad Media de las redes sociales:

que se nos acuse del nuevo brote de flores de loto,

un par de goles.

 

No nos rendimos: fuimos seis contra el punzante

paso del tiempo, guerreros bajo la tormenta,

la falta de aire por momentos.

 

Pero lo hicimos de nuevo:

 

Llegamos a la orilla del río

y fuimos campeones y tú no habías nacido.

 

Somos –damas y caballeros– Chamula´s Power.

 

Luis Daniel Pulido