viernes, 26 de julio de 2013

¿HACIA DÓNDE ESTÁ EL MAR?


A quien engaño, estoy triste;
no hay cielos melones, rock a las cinco a.m.

Llueve y una organización mundial habla
sobre flores y peces, de protegerlos,
de caminar sin miedo en lo blanco
de la nieve

Y camino

Ya no tengo el ánimo para demoler hoteles

Luis Daniel Pulido

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Méx. 26/07/13


lunes, 22 de julio de 2013

EN ESTA CASA SÓLO SE ESCUCHA ROCK


La música rock ha estado presente en mi vida desde los catorce años. Mis primeros discos fueron 1984 de Van Halen y el de Iron Maiden titulado así: Iron Maiden. Susceptible a los fenómenos sociales y a negarme a ser una región de nervios y neuronas que aceptara todo lo que te exigía (creyera) la escuela, me daba vergüenza  aceptar tener un presidente, en ese entonces, como Miguel de la Madrid, un partido político absoluto que aseguraba su posición mientras se adormitaba al pueblo con telenovelas y programas como Siempre en domingo y el “cosmopolismo” noticioso de un tal Zabludosky y su 24 horas.

     Destaco la revista Proceso –más por cómo se fundó por lo que fue después–, y el suplemento Sábado, del Uno más uno. Ya en los 90, la revista cultural de la Jornada dirigida por Roger Bartra. Pero eso, años más tarde.

     Siendo adolescente, por el rock, me inventé otras formas de vida no analizadas, según yo, y que después supe se dividían en utopía y ucronías. Sobra decir que desde ahí, pero sin estar consciente, el único punto de apoyo que se me permitió fue el de la soledad; y por decisión, renuncié a los dieces por ceros. Reprobé. Era parte ya del diseño conceptual y gráfico de Pink Floyd y su mítico álbum y película The Wall; de Whitman y Tommy* y El Cuervo de Edgar Allan Poe.

     Un día me levanté con ganas de matar a Chabelo, pero me di cuenta que era más fácil golpear a un compañerito de la escuela. Y lo golpeé.

     Me expulsaron.

     Nadie dijo que escuchar rock en este país sea fácil. Sin duda. Qué importa, pues después vinieron los libros y las novias y las drogas y hoy sólo tengo los libros y mis discos y para olvidar lo perdido digo que soy El Hombre Araña y es bonito porque cuando eso pasa es síntoma de que mi corazón de niño cruza la calle en una fila de patitos como en las antiguas caricaturas que veo en Boomerang.

     La vida es un vinilo, y este día no argumento ideas sino decibeles; y voy a la cocina por otro plato de sopita con la determinación de ser (ya) buena persona.

     Y la sopita ayuda, y más cuando la acompaño con aceitunas y nueces y mi soda favorita.

     Gracias Rock, por todo lo que me diste.

Luis Daniel Pulido

*The Who

sábado, 20 de julio de 2013

COSTILLAS

Cartel, próx. lectura

Ayer fui a comer al Applebee’s con Karen
–un restaurante, a veces, es la única tierra que te pertenece–
y me di cuenta que llegar al lugar, aún en auto,
es como correr mil carreras de obstáculos,
un reclamo de claxons, una globalización de marcas
heredadas de créditos y seguros, el bulevard
donde se mezclan, al mismo tiempo, historias
de paz y guerra

A otro tío con ese cuento de que las movilizaciones
son una producción en serie de rencores;
ejemplo: al llegar a Applebee’s, el dj
–el sujeto detrás de la historia–
también dice que Marc Anthony es mexicano
y los Red Hot Chili Peppers una nueva marca
de hamburguesas

Y que el pan de ajo no se lleva bien con el mole poblano
y que es tiempo de vaqueros con sombrero y mezclilla
(además)

Pero lo siento –me anticipo– yo no le voy a la música norteña

Fue así que me llevé a la boca la primera fila de costillas

(Aún conservo algunas manchas en mi camisa)

Luis Daniel Pulido

viernes, 19 de julio de 2013

QUÉ TRISTE NO SER EL HOMBRE ARAÑA



¿Qué es la noticia? Sí, eso que ves, que lees, que te “informa” y te hace “crítico”. La noticia, moderna y primitiva, roja o amarilla como acto trágico que te redime de culpas y responsabilidades y te lleva a un mundo imaginario donde se robotizan las ideas.

     La noticia, lugar común, sí, conecta los ejes en los cuales este país se mueve: del espectáculo al chisme que corre, del exceso cognitivo a la inercia de su flujo, todo pasa ante nuestros ojos y todo se sube a la red, pues la noticia es el alimento del alma, y se come como se comen las sobras que te deja el gran banquete de la popularización de los hechos.

     Sabemos todo, y siempre estamos a disposición del contingente en turno; liberemos presos políticos ¡Viva!; di no a la privatización de SMAPA ¡Viva!; el ex gobernador de Chiapas es el ladrón más grande del universo ¡Viva!; acusemos con mil dedos la corrupción ¡Viva!

     La noticia es la periferia, jamás el centro, no es discernible, es localizable y te hace parte del juego, nada más.

     La noticia es el detonante, te hace ocupar un lugar en primera fila, y puedes llegar al fondo de las cosas, pero –diablos– el chiste es la escenificación, el escándalo, el asumir de un bocado todas la áreas denunciables porque de “algún lugar de la selva” a ese pequeño espacio de  tu mesita de trabajo, la noticia, que pasa ante nuestros ojos, nos permite ejercer con éxito la libertad de expresión como una sociedad que espía en el ojo de la cerradura, y por lo que ve del otro lado, irónico, se da cuenta que existe:

Zeta 40, estás nominado
Granier, estás nominado
Juan Sabines Guerrero, estás nominado
Enrique Peña Nieto, estás nominado
LARGO ETCÉTERA, estás nominado

     Y en este circo de emociones, mientras no se trascienda las redes sociales, hasta los virus de las computadoras se volverán totalitarios. En fin.

Luis Daniel Pulido.

jueves, 18 de julio de 2013

APENAS AYER, IMAGINABA LA VIDA COMO UN NIÑO


En el año 2009 soñaba
con la actriz española
Cristina Brondo.

Usaba mi playera de The Who
en momentos de crisis y ajustes
y exponía mi plan de bienes sociales:
Leer la nueva literatura alemana,
poner pastelerías en cada esquina

Era el 2009 y la vuelta al mundo
la deshojaba, en una margarita,
Steve Jobs

Pero yo soñaba con Cristina
y me tomaba la vida en un iglú,
lejos, lejos de las plazas
que se inventa el universitario
con su libro de poemas

En cierta forma era Gide, Shaw,
Joyce, Malraux, José Eugenio Sánchez,
y soñaba que viajaba a España bajo
la buena fortuna del Báltico:
niños que abrazan a princesas
que se desnudan como si el universo
fuera una isla desierta

Era el 2009 y desde ese tiempo,
ya ofrecía cantidades enormes
de silencio

Luis Daniel Pulido


martes, 16 de julio de 2013

EN PALABRAS DE QUENTIN TARANTINO


Para mí, el uso de la música en una película es una de las cosas más cinematográficas que existen. Puedes convertir tu película en rock, como sucede en la vida. Buscas una canción y la pones en el estéreo a todo volumen, o vas conduciendo por la calle y de pronto suena por la radio una canción que te engancha. Eso hace que suba la adrenalina, que te aceleres. En una película se puede conseguir ese mismo efecto, bien utilizando música de rock en la banda sonora, bien diseñando una escena de acción. Como en “Terminator 2” cuando el gigantesco camión persigue al chico en su motocicleta. Esa escena es el equivalente del rock and roll, te abre todos los poros, te sumerge en una gran excitación. No soy fan del heavy, pero pienso que el heavy metal es al rock lo que las películas de acción al cine. No son muy respetables, pero te inyectan excitación, son totalmente eufóricas.


Quentin Tarantino

lunes, 15 de julio de 2013

EMPECEMOS, PUES


Ya puedo empezar a morirme,
dejar los libros en la unidad
secreta de superhéroes,
a civilizaciones de otros planetas

Morirme en paz, sin procesos de perdón,
en islas, bulevares, etcéteras

Morirme

Que no queden misterios que decepcionen
a los críticos de cine como sucede con la vida
de Sixto Rodríguez

Morirme en el murmullo de un techo que gotea:

Diluirme, caerme y jamás levantarme

Luis Daniel Pulido


jueves, 11 de julio de 2013

LAS DROGAS Y SU NATURALEZA VIOLENTA


A Julissa, (estos apuntes) con todo mi amor hasta mis últimos días

El narcotráfico ha avanzado, va por la libre, no tiene oposición, es un polo de poder en el que giramos todos, aún así tú no seas adicto.

     Como “inversión” es un mecanismo que se ha ramificado en empresarios, políticos, top models, periodistas, pilotos, médicos, químicos, ingenieros, niños de la calle con criterios desenfadados, neuróticos, violentos por la obtención de territorios que les permitan distribuir la droga.

     Y la droga como parte de espacios y atmósferas, crea perfiles, sitia a la sociedad completa.

     Un consumidor de drogas –yo consumí cocaína catorce años– no trae a conciencia actitudes positivas, zozobra en la paranoia, interpreta, no piensa, se pierden límites y se vuelve peligroso.

     Pero en México vender drogas o consumir drogas, es un guiño a la desmesura, se construye con elementos sanguinarios, cuya volatilidad se celebra y se inserta en la genealogía del “corrido”; es, pues, parte de una cultura de espejitos donde vendedor y consumidor se hablan a sí mismos.

     Y el narcotráfico mexicano tiene elementos institucionales que lo sustentan: gobiernos de los estados, la presidencia de la república, los pasillos de Televisa, la cámara de diputados y senadores, el ejército, iglesias, policías, universidades.

     Legalizar las drogas, en este país, sería como incendiar una bodega con explosivos.
     
     No estamos preparados.

Luis Daniel Pulido

domingo, 7 de julio de 2013

QUÉ TRISTE NO SER EL HOMBRE ARAÑA


Por Luis Daniel Pulido
A mi madre, guerrera, invencible

A Julissa Carrillo

Pareciera ser que somos un país de malos hábitos, un ejercicio diario de posturas y diatribas sin imaginación, un ghetto político-social que elige el tema que nos ofrenda el ser víctimas, primero; “feroces” activistas al final del día. Jugamos a ser conciencia, pero una conciencia con restricciones, más cercana al aventurero que se encadena a una causa cuando el índice criminal involucra a sociedad e instituciones.

Y escribo esto por el número creciente de mujeres asesinadas en Chiapas, que no se detendrá con marchas, pues en este país una marcha es la vía fácil de la protesta; no frena ni enfría lo álgido del problema, la urgencia, vamos.

El feminicidio no es consecuencia de una sola persona que mitiga su perversidad matando mujeres, es la suma de instintos violentos de nuestra sociedad como Sociedad, y darle un sentido único, el del machismo, resuelve las comparaciones, pero no desactiva el “chip” que conforma, por partes, a los desalmados.

Nuestra cultura, tristemente llamada popular, traza una línea hiperviolenta, asemeja a un perro rabioso que abrasa tanto a hombres y mujeres, y cuya metáfora se sedimenta en el “tucanazo”, el Pacto por México, en la insalubridad intelectual que provoca el llamado mundo del espectáculo.

Los feminicidios como hechos lamentables son el final de una cadena voraz que hemos alimentado desde la política hasta lo último que escuchamos en el estéreo.


Decadencia, es la palabra que pienso.

viernes, 5 de julio de 2013

LA INCONFORMIDAD SIMULADA


Existen referentes en el mundo, de resistencia: Argentina, España, Egipto, Palestina, por nombrar algunos. Pero en México se camina en el mismo círculo de la tragedia, somos en conjunto un remedo, poco ambicioso, para el carácter que exige un cambio. No hacemos temblar las figuras de los monopolios: el PRI, Televisa, Tv Azteca, el narcotráfico y sus afines: telenovelas, noticiarios, y ahora la música norteña como única vía de identidad y pésimo gusto: el narcocorrido.

En esta sociedad festiva se grita y se grita con saña y violencia, pero dentro del hogar y sus derivas, como lo índica el número creciente de feminicidios, pederastas, narcomenudeo, y lo peor: que esta suma hace el papel de consuelo liberador para muchos.

Campos de reflexión, pocos; argumentos e ideas tipo Six Flag, muchas, y cuya aplicación es la de identificarse con el “otro” que al igual que tú, exige juicios políticos, solidaridad con los desaparecidos, pero como suele suceder cuando se comparte un presupuesto de modelos para escribir, se disfrazan realidades, se emplazan los puntos a donde hay que tirar, se aplican –para todo– los mismos pasos: el hecho a denunciar, subirlo a la red y “consagrarnos” en esa conjura que hace un golpe de Estado con faltas de ortografía, o bien, dependiendo del estado de ánimo con el que se levanta el usuario.

Y mientras seguimos con estos hábitos, estas prácticas a larga distancia o frente a un monitor, que no nos extrañe que los futuros caudillos tengan como modelo de revolución a La Rosa de Guadalupe o a los “honoris causa”: Los Tigres del Norte

Luis Daniel Pulido

martes, 2 de julio de 2013

BITÁCORA DEL NIÑO DE LA SELVA


No me alcanza la mirada para ver el menú,
las condiciones de los caminos de tierra,
la cartelera del Cinépolis, la decoración vegetal
de lo reciclable.

Leo un libro sobre la codicia y desconozco
si es filosófico, ético, o de la luna en los desiertos:
de caminar en el Sahara,
de despedir a Mandela.

Hoy –y para desprenderme de esas páginas–
fui al cine y en dos horas estuvo a prueba
la civilización humana; una guerra de zombis,
y los espontáneos en hablar de esos temas:
de Max Brooks a George Romero.

Si no fuera por el único ojo con el que veo,
las tribus de Abisinia no me filetearan
con sus cuchillos la cabeza,
algo que no resuelve la aspirina,
los ansiolíticos ni la ce ene de hache.


Luis Daniel Pulido