sábado, 27 de febrero de 2010

ROMANCE DE HAVNOR

Little Miss Kafka (al fondo la Sierra Madre de Chiapas)

Es sábado y quisiera encontrarte
de nuevo en el lobby del hotel,
decirte al oído cosas suaves e inolvidables:
tierra de huertos que dan frutos como balas
entre ceja y ceja o perdices de las que se reparten
en bodas donde –dice el dicho- se comen para vivir felices

Es sábado y en una de esas decides ser rubia
o tatuarte en la pierna un reloj de cohetes de fiesta;
y yo, audaz y persistente, me deslizo entre el resplandor
que estalla para levantar en trastecitos la fiesta de tu piel
y beber el agua en su sonido más íntimo: sin dioses,
espadas o mercaderes

Es sábado y beso tu boca
y no sé si la luz se apaga
o una galaxia se derrumba
a mi espalda

jueves, 25 de febrero de 2010

NO TE PREOCUPES, TE LLEVARÉ CEREAL AL MEDIODÍA


Te quiero, y no hablo de flores
sino de peces atravesados por la misma flecha.
De Cupido, conspirador de ofertas y demandas

Hablo de arterias cercenadas para escribir
el sonido del viento contra los árboles,
la temperatura de las sirenas cuando se suicidan
y un niño es testigo tras el ojo de la cerradura
de puertas con umbrales de madera

Hablo de que te quiero,
de caminar hasta encontrarte,
no de volar con alas prensadas con alfileres
sino de balas que matan y nos llenan de parabienes

Te quiero, y hablo de lo que me estremece:
tu boca, tu piel y lo que transita;
tu sangre, tu pecho y lo que se rompe por dentro

Te quiero, y te quiero tanto
y no por ello hablo del cielo con vehemencia
porque yo respiro el aire de la calle,
el centeno de los que piden empleos en cartulinas,
los espectros multiformes de los cuales ni El Santo
tuvo idea

Te quiero y te quiero tanto

No te preocupes. Te llevaré cereal al mediodía.

miércoles, 24 de febrero de 2010

39 Y CACHITO*

Ilustración: Little Miss Kafka

A Miss Kafka, por el planeta de sonrisas. Gracias

Me hubiese gustado topar de frente
a los apurados visitantes del Louvre,
entender por qué eras el blanco de los mirones
si tu falda no fue diseñada por el genio de moda,
si tu blusa no era parte de las mesetas de Suabia y Baviera
y tus ojos –ocupados más por el arte y la ciencia-
apenas miraban los pequeños algodones de polvo
suspendidos en la luz: alfabeto de luna nueva
de ojos que mueren de sueño y hacen diferencia
en la terminal de autobuses o en los aeropuertos
donde volar es una actividad extra

Estrechar tu mano y escribir un mail juntos
a Eduardo “hay cosas peores que dos poetas
intercambiando teléfonos en el Palacio de Minería.
Mentimos.”; o quizá solo “Se suicidó, otra vez, Marina
Tsvietáieva”

Sentarme junto a ti a esperar que nos confundan
con atletas olímpicos, calles vacías, ciudades anónimas,
habitaciones deshabitadas

No salir en pos de nada,
escribir poemas sobre la luz del desierto:
ruido de un recién nacido atado al hilo
del sol que sale por las mañanas
y borra mis huellas

*39 son los años que tengo, pequeña Miss Kafka

WOLWERINE & NADIA

Wolwerine (con su pozol), Nadia (conmigo y su pozol)



Nadia Villafuerte, Luis Daniel Pulido (tratando de picarle un ojo a la piraña)

martes, 23 de febrero de 2010

¿Y LOS ROBOTS, VAN AL CIELO?

Ilustración: Little Miss Kafka

Ayer fue mi primer día de ejercicio
(no quiero que cuando Miss Kafka me vea
diga ¡me llevo ese gordito a casa!),
así que como quien coloca un grupo
de tiradores en la ruta trazada,
recurrí al tema musical que acompaña
a los gigantes del deporte: el tema de Rocky
(uno, dos, tres, cuatro y cinco)

Tan tan tan tan
Tan tan taaaaaaaan

Primer día, diez kilómetros.
Y ahí voy, a adelgazar,
a ponerse guapo.

No hablaré de kilómetros
-la vergüenza es la espada
que empaña mis lentes-
sino de minutos: Cinco fueron.

La señora de la tiendita dijo:
-Mira, qué simpático gordito bizco

Y yo con mi única palabra pálida
y sin oxígeno, le dije: -agua-

-Ah, chingá, si se está muriendo-
dijo la señora que hizo mucho dinero
vendiendo productos Omnilife
en la Ciudad de México

Y como la salud de verdad
es un negocio rentable,
propuso los siguientes modelos
del vital líquido:

-¡Tengo para la próstata, el hígado,
la colitis, la diabetes, la impotencia,
para la falta de fibra por las noches,
en las mañanas…!

-Agua- le supliqué con mis ojitos

Y la señora abrió la única
botellita de agua y me cobró
cinco pesos

Pero yo regresé contento a casa
porque, seguro, Miss Kafka verá
a un poeta distinto

Con tres kilos menos será suficiente

domingo, 21 de febrero de 2010

LITLLE MISS KAFKA (ÓPERA ROCK EN UN ACTO)

Ilustración: Little Miss Kafka

Me ha clavado una estaca en el corazón,
Me ha lanzado una bala de plata,
Me ha ahorcado con una trenza de ajo
Óscar Hahn

Por alguna razón -la alarma del auto
que se activa no me permite pensar claro-
ella se apellida Kafka

Debo confesarlo: he conocido
mujeres muy bonitas dedicadas
al diseño gráfico, ese arte donde
los dioses se parecen a La Mole
(sí, el de los Cuatro Fantásticos)
y donde los niños se bañan desnudos
en el mar-pongo la fecha- cada veinticuatro
de diciembre

He pensado en ella,
replicante como revolver
de una sola bala, adolescente ingenua
y despistada en el Lollapalooza
-pongo el año- del 2007

He visto que solicita un mecenas,
agentes que ganen dinero por ella
y le permitan bailar descalza sobre
los vinos blancos y secos de Burdeos

Si yo pudiera construir edificios
sobre los vagones del metro
tendría posibilidades

Pero algo hay de común entre nosotros:
Escribimos mensajes de 25 x 40 cm. donde
viajamos en el tiempo hasta topar con subastas y ferias

DE OLVIDARNOS, DE ESO SE TRATA

The Runaways (Japón 1977)

Deberíamos vernos menos,
que cada quien apague la tele
en las noches a la hora que quiera
y no vivir condenados –como si fuéramos
un foro de ideas en piloto automático-
al amor que supuestamente existe
entre nosotros

Deberíamos embarcarnos
-cada quien por su lado-
a teorías menos profundas,
a ciudades donde jamás nos topemos,
a historias que me permitan no contestarte
el teléfono y que eso no dé motivos
para que me cites o escribas

Deberíamos olvidarnos
-tú irte a una fiesta con tus amigas
y yo pagar con tu dinero por mujeres
que al desnudarse sean dignas de recordarse-;
que te llamas Nadia, pues sí, pero en estos momentos
lo único que me importa es escuchar a Joe Cocker

What would you think if I sang out of tune
Would you stand up and walk out on me
Lend me your ears and I'll sing you a song
And I'll try not to sing out of key
Oh, I get by with a little help from my friends
Mmm I get high with a little help from my friends
Mmm I'm gonna try with a little help from my friends
What do iI do when my love is away
(Does it worry you to be alone)

Deberíamos vernos menos –insisto-,
tú acomodarte el bikini donde no te vea
y yo aflojarme la corbata para leer poemas
en voz alta como empleado de una tienda
de colchones

Y lo último: No leo a Coetzee

jueves, 18 de febrero de 2010

VISTARAMA (Y AQUÍ EMPEZARON LOS SUEÑOS)*

Liz Gallardo

Mis compañeros de camino se reservan palabras,
se olvidaron de que algún día fueron tártaros salvajes
que chutaban a gol contra las puertas en busca de calentar
la cama con un balcón lleno de mujeres


Hoy son piedras de todos los edificios
y matan dos pájaros de un solo impuesto contable,
prueba de ello es que ya no crean belleza
sino ciudades


Me han invitado a algunas donde carteles,
hoteles y departamentos no se niegan a revistas de moda,
a horarios con sobresaltos que nos llevan a restregarnos
los ojos frente al espejo del lavabo y escuchar cómo camina
la muerte en el sartén lleno de aceite


Nada tengo en Chiapas –ni me preocupa tener-,
prefiero los pequeños circuitos donde sufren esguinces
los autos de carrera, cada fractura de huesos por los niños que fuimos,
la Atlántida de firmas de nuestros héroes hundiéndose en la pantalla
del cine que fue demolido y sin embargo nunca abandonamos la sala


Es el cine donde me encuentro a Liz bajo la lluvia
acompañada de Stendhal, Rosellini y Barbarella;
y yo, tranquilo, como Polanski, me llevo el terror a otra parte


No lo olviden: sólo salvan los ojos infantiles de la belleza,
las casas con muebles provisionales,
los poemas que no dicen y esperan nada


*El cine Vistarama de Tuxtla Gutiérrez fue uno de los más bonitos del país en los años 70



miércoles, 17 de febrero de 2010

BAJO LAS LUCES DE VALLARTA

Liz Gallardo y Adrien Brody

Siempre me han causado gracia
los criterios editoriales,
el lector inteligente que no tiene
tiempo para jugar,
la carita con pecas del fantasma
que recorre las letras y sin embargo,
en la escala del éxito, no te convierte
en estrella de Anagrama sino todo lo contrario:
en el eterno niño que no crece y escribe
con la voluntad táctica de un mariscal de campo
y no como Fitzgerald o Hemingway

Siempre me he perdido en los circuitos
inestables del ruido, en el olor a café
de un mundo que imagino y no tiene
cien millones de habitantes: en el barquito
remolcado desde Guadalajara con el autógrafo
de Liz Gallardo entre restos de un sándwich
y la Rayuela de Cortázar y niños que suben
con prisa los ascensores

Que hoy todo ocurra como lo imagino:
en el deshielo de los fuegos artificiales

lunes, 15 de febrero de 2010

CILANTRO Y CEBOLLITA



A Nadia Villafuerte, por los quinientos pesos depositados a la cuenta "el niño sin amor". Gracias.



Ayer la vi. Fue amor a primera vista: agolpada

de carnita se ve rebosante como gatita

que salpica de noche al escritor que se retira,

al rockero en el entarimado, a la nación de oficinistas


Ayer la vi y se desnudaba delante de un faro

entre héroes secretos y compadres de distintas

partes del mundo: todos gorditos medievales


Quise correr hacia a ti, pero no tenía dinero.

Me limpié los labios con una servilleta y me perdí

entre technos y gente que aseguraba ser la voz

de este país que sale en la tele: contracultura

de mala ortografía, artistas con el zzzzzzzzzzz

de un profundo sueño que nunca termina


Pero nada impide que aún lleve tu sabor en mi lengua,

taquito de carnita asada que me curas de todos los males

y me das fuerza para escribir notas al pie de cada página

y un corazón de temas universales


Un taquito no se le niega a nadie,

mucho menos un catorce de febrero


¡Chomp! ¡Chomp!


viernes, 12 de febrero de 2010

MORIR EN CINÉPOLIS


A Liz Gallardo


Es en tus ojos donde la belleza se escucha
como las canciones que entonan la gente de campo
en un film de Kusturica (o en las páginas de un libro
de Auster con su joven mago que no sabe por qué
afuera se pelea una guerra)

Es en tus ojos –por la posición en el mapa
de causas y efectos- que las hadas se dispersan
al ruido de las campanas en una gota de agua
con sus ocho costillas de barquitos abandonados
a su suerte

Hoy nadie quiere llegar a tierra firme

jueves, 11 de febrero de 2010

FRONTÓN MÉXICO

Liz Gallardo (¡guao!)
Para mi papá


Escribo porque busco una patria,
no un guión estricto de convivencia,
la gracia de los que nunca serán forasteros
tierra adentro

Mucho se lo debo a mi padre,
perspicaz y lúcido pero serio como un amigo distante

Que está muerto. No lo creo.
Es el aire limpio contra la república
fiscal del Estado, el niño que pone
atención a la pick up de esteros,
al montoncito de peces que se asoman
en cada bala sin víctima, sin destinatario

No estamos de acuerdo con los acuarios
pegajosos de sangre

Escribo porque con ello exalto mi casa,
que es la fotografía de una mujer bellísima,
el jaloneo por ganar unos juguetes,
el silencio con olor a vodka que acompañaba a
los compositores soviéticos, el bote agujereado
donde el agua se filtra y se transforma en un caballo
trasparente que relincha relámpagos y truenos

Que está muerto. No lo creo.
Siempre juega a ganar en el Frontón México

domingo, 7 de febrero de 2010

BALADA PARA LIZ GALLARDO

Liz Gallardo


No sabía que en los mil viajes
que marcaron el ritmo de mis pasos
al centro del cuadrilátero –en donde uno lucha
consigo mismo y no contra los golpes que da la vida-
el litoral de sangre acumulado en los dedos me llevaría
a una cafetería del D.F a hundir hasta el fondo de las catedrales
mi rostro (arroz y hoteluchos de los recién casados),
en el semáforo de peatones buenos y malos,
en tu mudanza de actriz y bella durmiente.

Pregunté por ti como quien se acomoda
en una placita para no alterar el movimiento
continuo de quienes alimentan a las aves,
las mismas que trazan un arco de pueblos
y haciendas donde renaces como Circe desnuda
y en fracciones de segundos te convierten en la reina
de mi pequeño libro de ilustraciones

-Vamos, hombre, se llama Liz Gallardo
y la puedes ver en la película El Búfalo
De la Noche- me dijo el editor en jefe
de pulcra sintaxis y gabardina de apuntes
venenosos

Puedo –y pude pensar- que no hay belleza
más noble sin puntos de vista que se confronten
en una cafetería de Coyoacán o Insurgentes,
en lo inteligente que puede ser en estos casos
agregarle miel de Maple a la leche y olvidar
que escribo un libro –figura eminentísima
de esta república de lectores- y disfrutar lo linda
que eres sin guías especiales y autosuficientes
como suelen ser los hombres menores de cincuenta años

Y te vi –te veo- tantas veces que cada día
que pasa estás más bella, no importa que tú filmes
en Sarajevo y yo escriba poemas sobre ciudades y perros


Luis Daniel Pulido; febrero 2010

viernes, 5 de febrero de 2010

LAURA, ME VOY A VER EL SUPERBOWL (AQUÍ TE DEJO ESTA CARTA)

Robert Plant y Audrey Hamilton


Quizá si te digo que tus ojos son bonitos,
combinación de manzana, mandarina y tomate,
cambiarías tu semblante: tus cejas desdoblarían
al Rey Misterio en un par de patadas voladoras
apelando por tus ojitos de furia (igualitos de cuando
vas apretada en el metrobús de Xalapa)

Y corregiré: son de ámbar,
traviesos como unicornios dorados,
relámpagos que parten en dos el Éufrates,
de corazoncito apuñalado por el sol
en Playa del Carmen

No deberías venir a Chiapas,
usar el trapecio de sus periodistas cobardes,
la espuma en la boca de sus ferias y carnavales,
el poeta midiéndose con su prójimo en la cordial
Acatempan de guillotinas y alacranes. Es mejor
caminar descalzos y leer “Bienvenidos” en un apartado
de nuevas canciones de arroyos claros

Son tus ojos bonitos en la naturalidad
de su misterio: cuando cambias de color la tierra
en un simple parpadeo y revolotean patitos
por cada una de tus pestañas y yo camino de nuevo
contigo sobre una línea de piedras en Akumal
en busca del árido bungalow a mitad de la selva

Hablarte de amor y seguir el curso
de las nubes entre las dulces escamas
de un coco con agua

miércoles, 3 de febrero de 2010

QUE OTRO PAGUE LA CUENTA (QUE ME ESTOY ENAMORANDO)*


Para la muchacha bonita que escribió una excelente tesis sobre las obras de teatro de Héctor Cortés y que llegó a la reunión de las doce del día el pasado martes a la cafetería Relax de Tuxtla Gutiérrez


No sé si te vuelva a ver,
si en tres segundos sea tu esposo
fusilado en Siberia o Los Andes;
y tú, viuda, durante un tiempo,
escribas tesis sobre Héctor
mientras cumples arresto domiciliario
por el gran amor a Luis Daniel Pulido
cuando tenía veintiún años

Ojalá tu mamá se recupere
del infarto y todo sea hemoglobina
de la buena, oxígeno del Caribe
para las células, paraguas de acero
contra todas las infecciones respiratorias

No sé si te vuelva a ver,
si estos remolinos en cada extremo
de la balanza equilibran lo que dice
Ortega y Gasset y te hagan pensar
que de Yajalón es Pancho Villa,
el bipedismo de los canguros
de jugar rugby en Australia,
y los muchachos con gafas
del razonamiento matemático
de Einstein y Newton

Hoy Thomas Lee paga la cuenta
y pasan los días y yo te extraño

*Poema escrito escuchando el cd Big Whisky & Th GrooGrux King de Dave Matthews Band, regalo de Karen Kawakabu

lunes, 1 de febrero de 2010

MAC GYVER SE VA DE DUBLÍN


Tuve que salir de Dublín,
te corresponde a ti guardar la cosecha
y darle de comer a la ovejita
de apenas dos años

En una bolsita hay frutos secos
(no les des a los que se anuncien
como terroristas moderados)
y cómelas atendiendo las siguientes
recomendaciones:

-Usa el cinturón de seguridad

-Evita comerlas cansada, corres el riesgo de ahogarte

-Hazlo con respeto y no olvides que el Dios de las ciruelas es omnipresente

-Respeta los señalamientos y los límites. De lo contrario una indigestión es segura

Si preguntan por mí,
silba canciones de Bob Dylan
y mira al techo y con ello da entender
que hay focos que se apagan y se prenden
sin trabas ni ataduras (basta con tener ojitos
bonitos como los tuyos)

Pero si no resulta,
una patada puede darte
un mágico sentimiento
de unidad revolucionaria

Y corre, corre y ponte
tu antifaz de plumas
y no pienses en que la noche
algunas veces tiene ojos de serpiente

Regresa a casa
y juega a ponerle nombre
a cada tic tac de los relojes

La lluvia extinguirá
-te lo prometo- al fuego
con su sed rabiosa

Y duerme

No olvides que después
de la tormenta un escritor
es también un vendedor de nieves

Desde el desierto te escribiré
poemas de tierra firme