jueves, 29 de marzo de 2012

EL SÍNDROME DEL CARRITO QUE NO ARRANCA











Fotos: Flavie Brizard






Te extraño y confundo –no sé porqué– el PowerBag Kellogg’s


con algún tipo de Comisión, incluso con el prisma global


del césped de la Champions; escucho tu oración por un


Leo Messi regiomontano, por algo –que todavía no definimos–


y da extraordinarios resultados





Extraño tu acento, tu forma de exigir las cosas,


el distrito de riego cuando a 2 mil metros de altura


tu amor pasa de 45° C a 10° C y me haces sentir


el vértigo en tu zeppelin ese a de ceve platinado





Te extraño y eso que soy un tipo duro,


el motor ruidoso de una sierra que igual


corta paredes, edificios, torretas de vigilancia





Un Robocop, un Terminator, el Devorador de Planetas,


el carrito que no arranca




Rum





Ruummm





Ruuuuuuuuuuummmmmm





Rum





Rum


















martes, 27 de marzo de 2012

DE LA ÚLTIMA PÁGINA DEL POLLITO CARD Y QUE NO SE PUBLICÓ




Leti:



El amor es algo que se rompe, como una rama, una pierna, un cascarón, un lápiz, el cristal de una ventana. El amor no es un niño contando historias, el amor conforme va necesitando más palabras se manifiesta en un adulto violento que corre sin dirección.



El amor se fragmenta en pinceladas rápidas, ya no es una aventura de pioneros sino una cruenta lucha por la supervivencia.



El amor no es remojar panes en cafés con leche; el amor que antes llenaba cuadernos hoy es apenas una visita domiciliaria de un renglón de flores.



El amor se quiebra, es un espiral de almidones cuando ya no existe la dieta, eso que me pone furioso cuando tu imagen se reduce a un simple juego de ilusión óptica.



El amor es todas esas citas al oftalmólogo, mis ganas de oír el mar dentro de una caja, cuando cierro los ojos y estiro mis pies por encima de claraboyas y barcos abandonados.



Son tus pasos que se alejan, puentes que se desmoronan, nubarrones en mi dedo meñique, parpadeos con restos de pan, esto que me apachurra y me dobla a la mitad cada vez que recuerdo que ya no me quieres.



Existen cierto tipo de edificios que se derrumban.



¿Qué voy a hacer en esta ruta de escombros?



Desde Pulidín City



Chincho……..


lunes, 26 de marzo de 2012

NUBES EN UNA MANCHA DE SANGRE

Foto: Carlos Nunez



Qué puedo decirte. No hay nada nuevo.
Operaciones deficitarias no sólo existen
en el uso de capitales, los tiene la vida misma,
las reservas de carbón, el aire limpio.

Mamá sigue enferma y duerme cuando
le tomo la mano; y duerme al sur de una ciudad
sin cancilleres, monjas ni manjares: duerme, simplemente.

Los vecinos, caramba, avellanados, mortecinos.
Lo mejor es no cruzar palabras, memorias,
procesos, mucho menos espíritus de resistencias.

Ayer te canté Disarm*, hubo tiempo y no fue necesaria
la camisa azul impecable, los zapatos limpios,
la hierba de una bala recién usada. En esta tierra
no tengo porqué ser buena gente. Que ardan.
No crees.

He intentado –no te lo había dicho– dejar de fumar:
deduzco ampliaciones a la sala, a la base de Cruceros,
al terreno de pruebas, al noventa por ciento de las maldiciones,
a la patita de conejo.

Digamos, pues, que ando en eso.



*Es una canción de The Smashing Pumpkins


jueves, 22 de marzo de 2012

OSAKA CERCA DEL CIELO

































A Dani Bos


No, Daniela, no eres la musa,
acaso el blanco móvil al que disparo,
el rostro bonito con su propia sucursal de
mails,
el postre –flan con caramelo ¿te parece?– en los comerciales,
las ganas de verte en la tele y sentir cómo se desliza hacia mí
el relámpago silencioso de lo que fue tu grito en Osaka
y envuelve la noche

Eres la mermelada en los dedos,
el
take me down to the paradise city
where the grass is green an the girls are pretty

Eres el pentagrama en el Sagrado Corazón de Jesús
¡Jesús!

Mi familia cuando estoy triste y apago las luces
y todo adquiere la magia de las historias discretas













martes, 20 de marzo de 2012

VOLVAMOS A CASA







Fotos: Carlos Nunez




Te hablé por teléfono porque el amor,
aún cuando sea perezoso o chiquito,
tiende su red de secuaces: verdaderos
bandidos (no narcos, policías o jueces)
que asaltan el brillo de tus ojos,
que sueltan –de paso– chuts a gol
sin vuelta de hoja, que te roban,
desnuda, cuando entras a la oficina
y abres el Messenger para inventarte
otras historias.

Sé que me hacen falta algunas disculpas,
buscar la muerte que me corresponde
por los excesos de escaleras, infiernos,
reductos, audacias, tener un poco de paz
en pequeños zipizapes que no duelan tanto;
un poco de paz, simplemente.

Te hablé por teléfono porque me gustas,
respiro hondo: te quiero y no me permito
–en diez segundos– la autodestrucción
(no soy cyborg, humanoide, Tranformers,
socio de Slim)

Quizá –alebrestado, al fin de cuentas–
mi corazón ya no sea un jardín
de árboles gigantes, de fiestas
marcadas en los calendarios,
fruto de una imaginación vigente.

Te busco porque no sé nada del mundo
y sus dioses: sigo siendo un niño cruel,
a veces solicitado por revistas importantes,
a veces por algún autor preocupado
por su oficio, a veces por prescripción
médica.

Te hablé por teléfono porque te vi las piernas,
tus labios, cierto reclamo enamorado
y este singular viaje, a dos voces, a lugares
remotos donde nadie me conoce y pregunta
por mí para ajustar cuentas sobre el alma
que no tengo a partir de la falta de padre
muerto bajo guerras biológicas.

Te hablé por teléfono porque quiero morirme
con la edad que tengo, la de Chincho
y no la de la Prensa libre o el México
moderno.

Yo sólo quiero volver a casa,
tener un poco de paz, simplemente.



























domingo, 18 de marzo de 2012

EL BLUES DE UN MONSTRUO CHIQUITO

























Firmando libros en el Tec de Monterrey, Campus Chiapas como parte de la Gira Mundial, Almada Broders, Prohibido degollar patos 2012






Son los ángulos de esta mirada perversa,
el lienzo de frutas secas,
los salmos del Cal C Tose
y la mínima distancia
entre el trigo y el chocolate

Es la bolsa de pan,
el callejón sin salida,
el migajón con redoble

Es el oftalmólogo y el último clavo
a los murciélagos de mis ojos

Es la calle donde vivo,
el niño malo que no sale a cuadro
(ver foto)

Soy yo comprándote unas barritas:
mi sueldo de verano con los Raiders,
el rodar contigo en la pendiente

Eres tan bonita

Me quedo dormido

No molesten










jueves, 15 de marzo de 2012

THUNDERBIRD







Fotos: Carlos Nunez





Quisiera asomarme a tu horóscopo y leerte sólo las buenas noticias.
Marcar en rojo un cometa apuñalado y poner esos conitos fosforescentes
para que le des la vuelta y llegues a tu oficina en punto a las nueve

A esa Secretaría con su puño derecho en alto, al folclor que mira
con cariño el trapecio y el aguijón de sus saltitos mortales,
a los dos o tres héroes que no se encuentran o simplemente
no existen

Hablarte y cruzar a pie la escenografía política y financiera
de ediciones que hacen de persianas abiertas o de puertas
que se cierran

Sabes de lo que hablo: oficios con copias a, correos electrónicos,
cementerios de ¿veintitrés? libros muertos lejos, muy lejos
de Phileas Fogg y Marlene Dietrich y cerca de la alopecia
marrón de la misma pared que no da tiempo ni lugar a las ideas

No con el afán de seducirte con mi playera de los Dead Kennedys,
con el género definido de algún título universitario (que no tengo),
pero sí en el Kansai y su gran patio hundido

Con la Cortina de Hierro de los viejos acereros: mi corazón
de boxeador irlandés heredado de padres que jamás
me verán crecer






sábado, 3 de marzo de 2012

CLASES DE YOGA



Fotos: Selenechan


Hoy me platicaron de Matisse,
de darle la vuelta a lo racionalmente
construido como las papas a la francesa,
el coito, los evangelios, la comida para perros

Todo por una cantidad lacerada por el valor
del peso mexicano; ridícula, si comparamos
los beneficios que da el yoga a las cinco de la mañana

No he pagado, por supuesto, y no sé si por código
genético o por la carga informática que conlleva
ser un simple pío en el espacio

Por el dedo que se desliza en la entrepierna
de quien me dice que es polvo inorgánico,
plasma de lágrimas de mil dioses que no
oyen

Yo le pregunto si quiere una manzana,
pero ella no abre los ojos.

Podría ser un signo indescifrable,
si no fuera porque su corazón me espera,
puta madre, hasta lo más alto del Tíbet

Ooooooooommmmmmmmmmm