viernes, 22 de abril de 2016

EXES



Me llegó un mensaje: Tu ex mujer se casó en Monterrey. Se llama Gabriel.

Primera: No sé por qué diablos se me notifica.

Segunda: Lo acepto. Sentí feo.

El asunto –guerra sin fin  por cuestiones de género, marchas, regaños de todas como si fueran mi madre– me rebasa. Se me acabaron los bares donde con mis amigos tomábamos cervezas anti tristeza, whisky anti tristeza, cocaína anti tristeza, cacahuates japoneses (estos sí no sé por qué) y el asalariado cultural al que le cargábamos la mano con nuestros chistes de Les Luthiers. No nos íbamos a poner mamones con Chesterton, verdad.

Pero hoy, con la noticia, las discusiones sobre género, el escenario es desolador: que si Kant, Freud, el falo eurocéntrico, la dinámica social entre hombres y mujeres y yo solo contra todas las teorías como motociclista del siglo veinte.

Lo sano –si hay algo sano– es que mis fracasos amorosos son sólo historias de separaciones tristes: sin violencia, demandas, insultos de ambas partes. Hace unos días Lidia me dijo algo con lo cual entiendo que todas mis exigencias se asemejan a berrinches y pataleos. Me peleas como niño –me dijo, y me retó a un duelo de esgrima.

Lidia: no tengo el ímpetu de un poeta que gana premios, de un arquitecto que viaja por el mundo  en primera clase, de un empresario con mil contratos con el gobierno del estado, de ver el mundo desde lo alto.

Hoy, solo y escribiendo esto, me río de todo. Mi ex mujer se casó en Monterrey con Gabriel y yo al recibir la noticia marcaba a las paletas La Michoacana para saber –me dijeran– si había llegado mi sabor favorito. Y no, no había llegado. Putos. Apagaré mi celular por tres días.


Luis Daniel Pulido

martes, 19 de abril de 2016

WALKIE TALKIE



Algo nos une: libros que leímos,
artículos sueltos sobre el psicoanálisis,
el pollo receta de la abuela,
la casta de los Súper Campeones,
los tianguis de Xochimilco a los que echaste mano;
el rock, el mar, los camarones,
Li-Po y otros poemas

Algo nos une: los números especiales de Marvel,
los compromisos para la paz digna
en la Centroamérica de los años 80,
tus coreografías de Madonna,
los síntomas del dengue hemorrágico,
las plazas donde gritamos

Algo nos une y supongo que no es amor,
unción alienígena, la Carabina de Ambrosio;
quizá Cortázar quizá Villoro quizá Huerta
quizá Borges el viejo estadio de Wembley;
la unidad por la esperanza, el goya universidad,
tu disco de las Ultrasónicas

Algo nos une: mi notable dominio bajo presión
de la pelota, tus observaciones sobre Sor Juana,
el sexo tántrico del que fuimos parte,
el combo de palomitas naturales,
el airoso título de “amigos con derechos”,
la espada del Rey Arturo,
el sistema solar cien años después de Copérnico,
nuestras identidades secretas

Santo llamando a Spider Woman,
Santo llamando a Spider Woman
y tú que no respondes


Luis Daniel Pulido

miércoles, 13 de abril de 2016

VICTOR VON DOOM ES UN HOMBRE SIN CORAZÓN (TÚ NO JIMMY PAGE)



Uno pone un número a una posibilidad de cuenta,
considera –por actitud y edad– a una secretaria 
con buena ortografía que hable de Locke 
o Celán y use mallas negras y te acompañe 
a una función de rodeo, un hipódromo y sepa de caballos 
y te lleve a casa si se te pasan los tragos 
o simplemente no sepas cómo subir al quinto piso

Mucho pedir, lo sé, en estos tiempos del veinte por ciento 
de propina, de subrogar doctorados, clubes campestres,
playas nudistas, concesiones para empresarios

Uno abre la puerta del auto y la chica sube 
y toma nota: discos de archivo, bolsitas de té, 
comida para el perro, junta a las diez

Uno lee las noticias como el abogado, el médico, 
el coach, la señorita Jalisco, el oncólogo, las asistentes de vuelo 
y nos levantamos, al día siguiente, con una mujer que habla 
dos idiomas y que cursa una maestría en el ITEMS 
y no le importa que al paso de las horas olvidemos su nombre: 
qué calles y avenidas recorrimos para pasar por ella,
el número de veces que dice odiarme,
el amor en tiempos de feroz competencia

El día de mañana ella –lo jura frente a una
enorme foto de Emiliano Zapata–
me sacará los ojos y dedicará la victoria
a sus dioses

Yo apenas alcanzo a decirle que no sé de qué habla
y le pregunto si le gusta Led Zeppelin

Luis Daniel Pulido


jueves, 7 de abril de 2016

DIGAMOS QUE NO ME IMPORTA LO QUE PASA ALLÁ AFUERA



Que los clásicos de la ópera contemporánea,
el teatro lírico de la Edad Barroca
o hacerme bolita bajo un puente;
o cerrar los ojos, no pensar en nada,
mejor aún: un cara a cara con sicarios
de Sri Lanka (los de México son crueles
y chafas), temporadas infinitas de Netflix

Que correr ocho kilómetros por las mañanas,
las canchas de verde césped que nos faltan
y multiplicar la velocidad de los aviones,
omitir a los puritanos de primera clase

Que esto de ser feliz es como un ajuste de cuentas,
para amorosos de tiempo completo,
espíritus poderosos, axis mundis,
los amos del Universo

Que tengo cien llamadas perdidas,
denuncias de vegetarianos, revolucionarios,
brigadistas: mil amenazas por no levantarme
de la cama

Renunciar a todo en estos tiempos
ya no es un asunto de damas y caballeros

Me han mandado a buscar con sus perros

Luis Daniel Pulido