viernes, 8 de diciembre de 2017

SATÁN BAJÓ DE UN BOMBARDERO JAPONÉS



Las cosas son sencillas –al menos para mí;
no lanzo piedras a fuentes garabateadas
por un oráculo pro Mesoamérica,
las nalgas flácidas de un pueblo mágico,
curva mojada y en declive de cantautores
locales: monadas –tú sabes– revolucionarias

Habrá –siempre habrá– una estela de larvas,
ediciones apolilladas con olor a santidad:
“hemos defendido como nunca nuestra tierra”,
rompeolas en el anverso de la moneda

Las cosas son sencillas –al menos para mí;
no me he propuesto reconciliar la belleza,
el papel reciclado de la soberbia la piedad
y su evidencia

Te voy a dar de palos: tú sabes que no mereces
que te excluya del espectáculo

Luis Daniel Pulido


*Del libro BAXTER MEMORIES (VIDA Y OBRA DE VÍCTOR VON DOOM)

miércoles, 29 de noviembre de 2017

CUANDO YO QUIERO TÚ NO QUIERES Y QUE LA DIFERENCIA DE CLASES Y ETCÉTERA



Siempre es lo mismo: la incompatibilidad
de mecanismos literarios, agendas,
sesiones abiertas. Y es que estás bien buena
pero a veces asumes ser un oso de peluche:
sin la presión de las corporaciones y los gobiernos,
con tu yo social que da comida a los pobres,
un AMLO a los ciegos, un “liberal”: Zoe Robledo

Y es acá donde me lleva la chingada,
el santo fuego del profeta,
los clavos ardientes de Cristo,
la chancla flamígera de los tlaxcaltecas

El amor es bala que perfora y desbarranca,
que hace camine de lado, el número creciente
de sobresaltos

Basta

Las migajas de pan en tus piernas y el camino
de hormigas son el poema


Luis Daniel Pulido

martes, 28 de noviembre de 2017

ROBINSON CONTEMPORÁNEO



A mis cuarenta y ocho años
tengo que reeducarme:
el mecanismo de lo políticamente
correcto es la literatura de nuestro tiempo
y estoy en función de una de las partes:
la mujer al otro lado de la mesa

Desde allá se sirve una copa de vino
y muerde la fina piel de la ternera,
su boca es una pequeña placita
de sonidos suaves,
Cardenal que camina entre la sangre,
peces de mar adentro

Nunca he visto mujer más bonita
y nunca he visto una cerveza tan lejos;
de eructar, ni hablamos

Qué miedo comer un pedazo de carne,
abrir espacios, mirar el hueso,
beber en sorbos, prohibir que el halcón
salga de caza

Todo es lo que devuelve el mar a la playa


Luis Daniel Pulido

domingo, 26 de noviembre de 2017

EL FUEGO DEL AMOR



Una joven estudiante de literatura
me detallaba el ritmo –sílaba a sílaba–
de un poema de Gonzalo Rojas;
‘la belleza no exige un camino tan largo:
es un cuarto sin muebles, 
el fragor de las hormigas por el terrón de azúcar, 
el sonido de una gotera’

Y me dijo “tienes que leerlo”
para dejarme claro que no le gusta
lo que escribo

Y lo hice: me acostumbré al tedio
de las páginas, a la grandeza del poeta,
al colapso de los planetas

A apagar las luces cuando el autor,
cansado, me pedía una tregua

Fue así que llegué al fondo de las cosas
y diseñé mi plan maestro para derrotar
monstruos espaciales

Y la joven estudiante de literatura
me mandó a la v_____a


Luis Daniel Pulido

jueves, 23 de noviembre de 2017

UNA CANCIÓN PARA GINA



Si existiera la poesía en las cualidades
solubles de la acuarela,
marcas de dedos en tu rostro,
pintura roja en estos casos

Si existiera la poesía en la sonrisa
de un niño tímido,
en las canicas fuera del círculo

Si existiera la poesía en el vuelo
de las naves espaciales,
en el mínimo detalle:
eructo plácido, lluvia pertinaz,
niña bonita de la clase

Si existiera la poesía en el cuarto
a oscuras,
en el amigo que toca la puerta

Quién pensaría en volarse de un balazo
la cabeza

Ni bajaría los ojos frente a la tristeza


Luis Daniel Pulido

lunes, 20 de noviembre de 2017

NO MATES AL COCODRILO DUNDEE



Soy un tipo tímido,
algo que atribuyo a la orfandad,
a lo rural y sus prioridades:
la cosecha, la lluvia, la tierra

No hubo mar adentro,
estrategias para permanecer a flote,
nos sentamos junto al fuego,
el espantapájaros hizo su trabajo

Soy un tipo tímido –repito
al circuito cerrado de los derechos humanos,
y me corrigieron: eso no es timidez,
es un adjetivo social, una creación histórica
de tus antepasados

Me recetaron Citalopram:
el mono araña amaestrado
de la medicina,
el lenguaje afiliado al optimismo,
la luz sin ríos subterráneos

Y acá estoy, solo, bajo el cielo luminoso
de las frases


Luis Daniel Pulido

ORGULLO Y GLORIA EN DÍAS DE PÓLVORA


Para mi madre, que me llevó a los mejores cines de Tuxtla

Me dijeron que al diablo las lenguas romances,
las ciudadelas erigidas por la memoria,
el western de lavarse los dientes frente al  espejo roto,
dirigir películas como Clint Eastwood

Jugar al tiro al blanco en fiestas parroquiales
o alzar la ceja izquierda a la chica de tus sueños:
epifanías de la televisión en blanco y negro

Pero qué sabes tú de cine si no has visto
una película en Chiapas: festín de los niños de provincia,
mecanismos de un robot gigante

No nos rendimos

 Va un minuto de aplausos para honrar el espíritu
indomable de nuestros padres

Luis Daniel Pulido



SUDOR Y BARBACOA


Quizá lo mejor sea aclarar que se trata de una historia decimonónica: lo justo para que nadie se espere aviones, lavadoras o psicoanalistas. No los hay. Quizá en otra ocasión

Alejandro Baricco

Es una joven maestra  –soneto del Renacimiento,
EXATEC, runner, intercesora de la hojuela contra el buñuelo

No soporta la trova y sus caminos de terracería
quejumbrosa o viceversa: su optimismo de tarjeta navideña;
y coincido porque –en la miscelánea contestaria–
el parafraseo de los lugares comunes va al retrete,
al putero de las grillas, el antigobierno de camas tibias

No sé en qué momento nos quedamos solos
–hay tantos participantes y lectores calificados
de la vida moderna– en su jardín del siglo diecinueve,
hablando de mil cosas: del diseño y la geometría
y las variables de habernos conocido en otra vida:
ser el Drácula con panza caguamera para una ‘leidi’
que sobrevivió a Harry Potter

Esto sí suena  a demo  de heavy metal


Luis Daniel Pulido

martes, 7 de noviembre de 2017

¿SUEÑAN LAS NIÑAS DE PROVINCIA CON OVEJAS ELÉCTRICAS?



Mi novia de la secundaria
–que en ese entonces tenía catorce años
y hoy casi cumple cuarenta y ocho–
no tenía idea de Estados teocráticos,
juego de poderes, conflictos diplomáticos,
el corte transversal de la ironía:
su pubertad apuntaba hacia otras posibilidades

Atribuyo el desfase a su Dios, sus padres,
la estampita con oraciones para los niños pobres;
a su pueblo y los corrales con gallinas,
su fe de niña desnutrida, ah, y la milpa

Ella y yo sumamos casi un siglo,
ese disparatado dato que refriega la nostalgia,
los esguinces, las penitencias intestinales;
que apuntala a los fracasos de los sistemas

Ella no lee ni le importa la poesía y los discursos
y las homilías de tan culto ejercicio

Pensé que estaba muerta  –ya saben–
la providencia, la suerte y el azar, el pan de cada día:
los aviones caen, los autos se estrellan
y además: tiembla

No es así: vive y viaja cada año a Nueva York,
París, Las Vegas y un humilde etcétera

Sabía que esos lindos ojos verdes no eran para ciudades distópicas

La belleza y su gran público

Sí, aplaude


Luis Daniel Pulido

lunes, 6 de noviembre de 2017

WINONA FOREVER



No fueron –ni lo serán– las molestas manos
en el rostro de los años,
el gato en la alfombra de los patriotas,
el viejo Truman y su pila de cadáveres
en cada agente de bienes raíces

Que te robaste unas pantaletas
–qué sé yo– y otras cositas vigorosas
para la belleza, pues sí;
tres páginas negras siempre conectan
con la decoración moral estadounidense
o la conciencia mexicana: tanto cochino dinero
para nada

El ruido es altamente contagioso

Como los círculos concéntricos de los juicios,
el desmembramiento en vivo de una persona

Te lo digo: hay barcos fantasmas que desaparecen
y no alcanzan en tamaño ni un vaso de leche


Luis Daniel Pulido

viernes, 3 de noviembre de 2017

DOOM IS DOOM


No aposté por una ronda
de gatos salvados de la calle,
no di mi vida por los niños
barrigones con diabetes;
acaso vi algo de luz en los subrayados
de los libros que me prestaron:
en el galope de los caballos en el hipódromo,
en la sangre a borbotones de los toreros
heridos  en la arena

No honré a los pobres,
no estuve un cuarto de hora hincado
ante dioses, vírgenes, soldados boca abajo;
acaso vi filtrarse la luz por la ventana,
una marcha indígena en el Día de Muertos,
mi pie en el cuello de un contador público

Yo soy el Gran Hombre con audífonos


Luis Daniel Pulido

lunes, 30 de octubre de 2017

****



Una de las principales preocupaciones es la gente que dejamos atrás. Yo no dejo a nadie.

Joan Didion


domingo, 29 de octubre de 2017

LOS MUERTOS

Puedo citar autores que desconozco
–a manera de llamar la atención–
y pedir una mano de póker que me cargue de tesoros
para visitarte en Maryland

No hablo de que te recuerdo
porque en realidad nunca te he olvidado,
eres la mujer que habita mi casa,
la que marca el parasiempre:
el atardecer en Vallarta,
la suave piel de tus manos

Estás aquí, en mi corazón, y ya no somos rivales;
nos apremian las mismas expectativas: el amor, la vida,
tu hijo, tu cumpleaños en México y los boleros
que nunca me gustaron y el rock que tanto odiaste

Hoy puedo subirme a los elevadores del World Trade Center,
darte una visión clara de la geografía de los mares de Oaxaca,
desnudarte en la arena mientras los universalistas de este oficio
me gritan que sí –efectivamente– hay el gran poema

Pero a mí lo único que me importa es que al final de la playa
camines vestida de novia sin la constelación incandescente
del espejismo

Que aparezcas y me beses y me des a mí también hijos


Luis Daniel Pulido

L'ENFER JE SUIS


Esa vida de luz que llevas,
turula de Mesoamérica,
fricción de motor fuera de borda,
entras en trance:
Descargas siglos de silencio,
le quitas los pelos al chicharrón:
tu poeta es Oscar Wong
Satán te da “cosa”
Y el vidrio transparente de los baños,
las caritas deformadas del infierno
“Voy a empalar a tu gato” te digo al oído
y despiertas
¡Las llaves de mi auto, las llaves de mi auto! –gritas
¿Y la poesía?
Sujetada a un tronco va una varice

Luis Daniel Pulido


miércoles, 18 de octubre de 2017

LA TRISTE HISTORIA DE CHARLES BRONSON



Y ahora cómo te digo que te quiero:
los dioses, antes muertos, están más vivos
que nunca y hacen largas filas:
el poeta novel, el genio de las finanzas,
la nueva estrella del futbol brasileño,
el amontonamiento feminista

Quise invitarte un café,
tu empanadota oaxaqueña,
navegar al otro lado de la tierra

Compartir las revelaciones
de los libros prohibidos,
la luz del faro uncida en la piedra,
a los tacos de tripa

Ya no: pusiste aceite de oliva
a los huevos rancheros,
iniciaste la cruzada contra
la testosterona,
me mandaste a un estudio
de masculinidades

¿Qué? ¿Por qué?

Me han prohibido la palabra “desempance”


Luis Daniel Pulido 

viernes, 13 de octubre de 2017

FRIJOL CON PUERCO



Me he vuelto vegana –me dijo,
de buena fe, sin policías en el edificio
ni colación de otras piñatas;
vegana de cabello largo, saco negro,
costeña de fuego

Me he vuelto vegana –me dijo,
raíz de luz, libre de impurezas,
libre de los ojos vidriosos del carnero,
libre de los bisbiseos de los mataderos

Vegana hasta el domingo,
cuando llegaste de improvisto,
madera vieja de mis puertos
¿Por qué me trajiste frijol con puerco?


Luis Daniel Pulido

domingo, 8 de octubre de 2017

BREVE Y URGENTE DECLARACIÓN DE AMOR



Mis intenciones contigo son buenas:
pececito que abre la boca y espera su alimento,
ojos de borrego, pasito tun tun,
espumita de alka seltzer, uva del verano,  
luna del Sahara, curita de mis heridas,
vengache pacá

Uyuyuy ayayay
cómo se mueve el mar


Luis Daniel Pulido

TUXTLA



Eres mi ciudad. O qué.
Ya no te repites hasta al cansancio
humilde, pequeña, con arroz con leche
y tamal de mole en cada esquina

Con tus viejitas de rebozo
y Moncho el policía incendiario

A mí no me robaron el mes de abril,
a mí me robaron tus matinés extraídos
de lo más profundo de las selvas africanas,
tus canchas de tierra, el campo de La Salle

Y la agencia de Revistas Velázquez, La Forteza,
el parque Morelos

La Prevo y la pantalla más grande de América Latina:
el cine Vistarama de mis fines de semana

Eres mi ciudad: la ballena dormida de tus discotecas,
el sol de California en los vinilos, la luna en los charcos
de la estación de Telégrafos Nacionales,
mi padre –el viejo nómada de setenta años
que me trajo a este rincón de la Tierra

Eres mi ciudad, el edén de la permanencia voluntaria,
la malla ciclónica de viejas canciones

Y ella: que aún trae el uniforme del colegio


Luis Daniel Pulido

jueves, 5 de octubre de 2017

PUNISHER EN PLAYA DEL CARMEN*



La soledad se la debo a T. S. Elliot,
a los ojos saltones de los peces dorados,
a los lienzos de Heinrich Lossow,
a las maletas inmóviles de las salas de espera,
a los pisos pulidos de los hospitales,
a los cactus de un canal muerto,
al desierto que dejan los golpes en la mesa,
a las mujeres que me obligaron a mantener la calma,
a los medicamentos –que como quien acerca
un barco al mar– me convirtieron en el cordero
protagónico del éxito

Al reloj con manecillas y la luz que se cuela bajo la puerta,
a la afanadora que corre las cortinas y me dice que el bar
abre en dos horas

A todo eso y la gotera en el lavabo como un pedazo
de carne que se deshace

Luis Daniel Pulido

*Del libro PUNISHER ENTRE NOSOTROS


TOM



Te has ido Tom,
y qué bien que no eres parte de ese discurso
“es poeta, editor, autor de los libros bla, bla, bla”,
despropósitos de ciertos sujetos
y su trance personal de ensoñaciones

Eres Tom y te saludo y agradeces el gesto
y te paras al costado de una ola, un relámpago,
una carrera de caballos y reduces al mínimo el poema

La muerte en ti no es aparatosa ni llamativa

Se despliegan espejos y ya no te veo

Luis Daniel Pulido


lunes, 2 de octubre de 2017

SI PUDIERA YA NO ESTARÍA AQUÍ*



Es la entrada principal –escucho.
Ha de ser un país, una biblioteca,
una tienda de discos

De cuando acá la soledad
es parte de las mesas de diálogo,
una septuagésima feria del libro,
de algo que pasó hace catorce años,
el pasto seco de los campos de batalla

No

El éxito es un grito atroz y perturbador,
el pulpo en la mancha de petróleo
que lucha hasta el final,
el centro salmonero para el hombre
de negocios

No

Lo mío no es un proyecto de vida,
lastres que detonen el alma transparente,
noticias en línea de culturas remotas:
reduzco la ostentación a un largo etcétera

Y es probable –como otras veces–
que no te conteste las llamadas,
sume puntos a los distintos foros
de discusiones

El interior de cristal de la computadora
encendida es algo que no me interesa

Luis Daniel Pulido


*Del libro PUNISHER ENTRE NOSOTROS

jueves, 14 de septiembre de 2017

EL KUNG FU DE LAS CAUSAS PERDIDAS*



La soledad no es como la de años pasados:
de nueve a seis, hoteles del centro,
un hippie frente al fuego

De epitafios bien pensados y solemnes,
botellas de whisky manchados de dentífrico,
comensales aislados

La soledad ahora exige las brasas de la indignación,
arde en reivindicaciones, muerde riñones,
te pone contra la pared

Un terremoto también es el lugar más oscuro de la Tierra

Luis Daniel Pulido


*Del libro PUNISHER ENTRE NOSOTROS

miércoles, 6 de septiembre de 2017

DEADPOOL, CONFESIÓN DE FE


El temperamento no es una ciencia política ni social, es el ser humano transfigurado, grito sordo que nos diferencia de otros.

El cerebro opera y va conformando planos, escenarios, disfunciones. Es en esto último donde hago un alto, electroencefalograma en mano, espectáculo neuronal de islas no precisadas, de subibajas, hipotermias, francotiradores.

He sido malo y violento, y lo he sido desde niño. Viví aislado, pero conforme pasaron los años encontré en el humor, la risa y el placer mi nuevo código genético.

Hice cosas buenas, no muchas, algunas en el terreno deportivo; las últimas, desafiando el poder militar de la literatura.

Soñé que soñaba que era un buen hombre y me enamoré y amé y aunque nunca tuve hijos, en la parte de una neurona sana supe decir correctamente el nombre de ellos y el de su mamá.

No pretendo disculparme por lo que hice, ya que cada modelo propuesto tiene valores y significados que suelen manejarse como ejemplos y no, no quiero eso.

Y es que no me siento mal, me siento triste y abatido y sólo quiero despistar a la mujer que amo y sembrar –en su ausencia– amor en la tierra de una linda maceta no como resultado de tomar a la hora indicada los medicamentos, sino porque he amado desde mi corazón de niño y no desde un cerebro maltrecho, disfuncional y siniestro.

Quizá, se me ocurre, despedirme con el sonido de un libro que se cierra porque está comprobado que éstos, contrario al mundo de la medicina y la ciencia, conllevan una actitud más abierta y generosa.

Sólo espero que olviden al autor canalla que les dedicó poemas.

Luis Daniel Pulido