jueves, 29 de enero de 2015

Y VOLVEREMOS A CASA MÁS ALTOS MÁS FUERTES



Qué solos estamos mi madre y yo,
borrados de agendas de teléfonos,
de marquesinas con grandes letras

Extraña –me dice– el olor de la canela,
el sonido del arroyo de su pueblo:
San Pedro Buenavista, en Chiapas, México

No sé si su pueblo exista,
si la iluminación hace a las enfermeras más feas,
si los videoclubs nos llevaron a la quiebra

Mi madre y yo estamos solos:
sin Navidad, fiesta de cumpleaños,
cafés en Starbucks

En Hong Kong –veo el horizonte–
alguien apuesta a mi nombre

Algo tengo de boxeador irlandés,
tics de gánster en los dedos,
cicatrices desprovistas de etiqueta

Mi madre y yo estamos solos y no nos hace falta nada:
venderemos alfombras y regresaremos a casa,
chance formemos una AC o una fundación
para salvar pájaros africanos de pico plateado
o serpientes en sepia de la arena

No sabemos

Luis Daniel Pulido

4 de diciembre, 2013