viernes, 28 de febrero de 2014

VIVO





Barquito especial para los papás de Italia Flores, que van a Rusia a ver a Chulpan Khamatova


Se nos enseña que tienes que amar la vida. Y lo haces. Creces y te das cuenta que es maravillosa.

Cuando niño haces preguntas. No a todas te responden. No importa. Existía La Guerra Fría, una amenaza nuclear sobre nuestras cabezas, pero te abandonabas al sonido de los grillos, a la luz de una luciérnaga, a la primera mujer desnuda como acceso directo a la libertad, al impacto de ver al verdadero señor de las tinieblas: Darth Vader.

Un día esas desobediencias personales como las de negarte a creer en los héroes de la patria, a limitar su alcance como figuras a seguir, en leer otras cosas que no eran precisamente las que te indicaban, te convierten casi en un criminal.

No lo niego: fui un niño problema.

Aun así se me encargan proyectos. Y los acepto.

Los médicos son ahora con los que más discuto: sobre las reformas y la apropiación moral de los individuos, de este país de triunfos desbordados y democracia para subordinados, de ilusiones diseñadas por la tv abierta, de Pedro y el lobo y los espejismos de los gritones en un concierto de “los recoditos”.

Amo la vida a pesar de los peores aspectos de la naturaleza humana, de los escenarios, de los papelitos coloridos del septiembre narcotraficante, los espacios restringidos, de las cuerdas que nos atan.

Y amo la vida porque acepto la responsabilidad de mis errores, todos graves.

Vivo prácticamente aislado pero no por eso visto de negro. Incluso, a veces, soy el quarterback titular del equipo de la cuadra.

La vida sigue y acá estoy, de pie, para lo que viene.

Luis Daniel Pulido


INDIANA JONES Y MISS TIJUANA (HACE YA UNOS AÑOS)


Nos citamos –ya sabes, hay ciertos tipos
de contagios, y el amor es el más frecuente–
en el Café San Carlos,
a la hora convenida: 6 de la tarde
por aquello de la cábala,
la suerte sugerida, la metafísica

Antes cruzamos miradas,
medimos el terreno:
soltaste tus cartas y apunté
a lo más cerca de tu corazón
un par de jaque mates,
el braceado de quien nada
sin preocupaciones en círculos
o línea recta y toma tus manos
y habla de poesía,
de Senegal y su luna llena,
de retrasar  –por lo feliz que soy–
la cuenta, el mar abierto

Toda una vida contigo,
a ciertas horas,
como son estas cosas
de las redes sociales
y los faros luminosos
en la niebla


Luis Daniel Pulido

jueves, 27 de febrero de 2014

FUERA DE AQUÍ, LONJITA




Déjame te cuento las lonjitas:
dos cuando caminas,
cuatro cuando te sientas,
ninguna cuando respiras

Déjame cuento todas las migajas
de tu galleta sopeada,
las veces que me pides
te lleve al Subway a ver la lluvia
tras los cristales,
las tardes en Viena

Déjame te cuento las horas
que llevas de dieta;
el cetro, la fábula, la guerra

Déjame te cuento los pasos
a la maquinita de pepsis,
las veces que masticas
los hielos,
las calorías en cero


–Ladrón –me dices;
y sí, me robo el algodón
de nubes de tu lonjita,
que desaparece,
se la di a un OVNI


Luis Daniel Pulido

miércoles, 26 de febrero de 2014

CUANDO EL ROCK TRIUNFA SOBRE LA MÚSICA GRUPERA*


Me acusas de hacer berrinche,
de que en cada negociación soy ventajoso;
incluso, que en cada argumento hay espacios
donde no te doy tiempo para ponerte la ropa,
que hago trampa y te escondo esa línea
de lencería donde empezamos nuestra historia

Que no cedo –templo griego, palacio de los Godos–
a tus argumentos de música grupera

Que le pongo mucho París a mi salsa de tomate,
demasiado Goujon a mis castillos de decibeles

Que soy roquero, pero que no aguantaría
una canción tuya cantadita al oído

Y que me disculpe Slayer y los Type O Negative,
pero esta bellísima Cleopatra que dice
“chancilla y mercé”,
y me prohíbe comer carne los viernes,
sabe que besito a besito me lleva a su lado
como el agua al molino, como el maíz al pollito

Y lo acepto: no puedo vivir sin ti

Luis Daniel Pulido


*Del libro que nunca se publicó: Guadalajara, mi amor

jueves, 20 de febrero de 2014

HALLELUJAH PARA LA EMBARAZADA ADOLESCENTE*


Nunca me exigiste un trato amable,
atención las veinticuatro horas del día,
resolver la velocidad con la que lees los libros
y no logras la sacralización de la carne,
cosa que prometo y cumplo sin volverme
específico

Nunca dijiste este hijo es mío,
esta boca tuya, mi adolescencia
la alcoba donde escucho
a System of a Down

Hablaste por teléfono aclarándome
que no quieres una historia,
que ambos cedimos a la noche
y punto; sin reclamos ni demandas
ni la dimisión de tus padres
a los libros que leímos y son tuyos
y, mea culpa, se volvieron cosas del diablo

Nunca me exigiste amor ni piedad
ni correspondencia, una mirada
amorosa a los papalotes de tu ultrasonido

Dijiste “sólo quiero hablar” y te escuché
y supe, entonces, que tu panza crece
y dedicas días a verte en el espejo
y no dejas de escuchar a The Fall
en los audífonos

De pedirme, que por última vez,
imite la voz de Leonard Cohen

Luis Daniel Pulido


*Del libro Prohibido degollar patos. Ed. Almada Broders

domingo, 16 de febrero de 2014

DIOS BENDIGA A CHULPAN KHAMATOVA




Por la luz, las cortinas transparentes,
los mundos que encierran

Por su mirada: ternura de flores grandes

Por Luna Papa, las calles lluviosas,
la niña bajo el árbol de manzanas

Por los barquitos de papel,
el cielo  azul de esta mañana

Por el color pastel al frío de la Antártida,
la estrella luminosa al final del día

Por las cosas que me arrojaron al río

Por su mirada: ternura de flores grandes

Por su corazón: mi armadura para el ruido de la guerra

Por su mirada, donde navego


Luis Daniel Pulido

sábado, 15 de febrero de 2014

PASO


Los domingos los oficinistas sacan a pasear a sus hijos,
comen barbacoa y hablan de un sinnúmero de buenos ejemplos;
sus hijos apestan a atún de lata y me provocan esa ternura
que veo en los perritos callejeros


Hay avezados en menús, política, administración pública;
otros en futbol, en iniciativas que impactan directamente
en la organización de flujos de capitales, la estabilidad
de la deuda


Hablan de sus jefes frente a un asador de carnes,
y se pasan la lengua en los labios como signo de que juegan
un papel decisivo en la Historia


La mayoría son contadores –su memoria cultural
son los números– y reciclan auditorias que los salvan
del fraude


No, no, no, ni decirlo, qué horrible, hay niños presentes


Los domingos yo les digo a estos tipos hijos de puta
y –mierda– sonríen


Entonces entiendo que este país no tiene puntos de apoyo
para defendernos como los antiguos vikingos


Toda libertad es cilantro entre los dientes, restos de comida,
ratas que se acercan

Luis Daniel Pulido


jueves, 13 de febrero de 2014

ESTOY TRATANDO DE TOMAR OTRO CAMINO


Algo pasa con mi ex novia que no me dejan olvidarla.
Hay ya un libro sobre ella

No es fácil eso de darle vuelta a la página:
tú, el más allá, el ITESO;
tú, las naranjas de Castilla, Tania;
tú, los bubulubus, la numeralia a prueba de fuego

Quedamos en hacer muchas cosas,
el libro principalmente

Por ahí volver a vernos en trenes que van hacia el norte,
en las posibilidades infinitas del juego

Es posible –la nostalgia no permite sueños de segunda mano–
que esto sea el principio de algo; no lo sé, Chaucer y el pianista
me recuerdan que estoy por cumplir 43 años

Luis Daniel Pulido


Noviembre, 2013

miércoles, 12 de febrero de 2014

YO QUIERO UN BESO


Yo quiero que me des un beso
que me quite el hambre, la tristeza, el frío.
Un beso con lecturas prohibidas;
un beso sucio, como basurita en el ojo;
un beso camaroncito: anaranjadito,
y en una cucharita, hacia tu lengua;
un beso murcielaguito: en tu boca y de cabeza

Yo quiero un beso, anda, no me digas: “estate”,
mejor dime: “va que va, acá estoy, no me muevo”


Pare trompita, pare trompita

Luis Daniel Pulido

PALTIL MALE O NO PALTIL MALE

Hiram Arroyo, ítalo, Marina

A Marina

Que si el que se te acerca es zapatista,
brujo, alumno de Spinetta,
da lo mismo: me vienen los celos,
su coro y su orquesta: kill, kill, kill, kill, kill,
me aconseja el diablo, la corte de romanos,
la carabela al mar de los piratas,
el moonwalk de Michael Jackson

Y acá estoy, con mi trajecito de ninja,
con un chino entre ceja y ceja

“Yo paltil male”  –le digo en su idioma,
yo políglota de Clemente Marot y Ronsard
y de las clases de Plaza Sésamo,
con el ombligo de fuera,
con mi mejor cara de malo

Lo mismo de siempre:
el chino corre de miedo,
las galletas saben mejor que nunca
y Marina me pone un suéter

–Tú ya no “paltil male” a nadie –me dice el amor de mi vida,
y cerramos la puerta

Luis Daniel Pulido