jueves, 30 de junio de 2011

YO NO QUIERO SER UN HÉROE, LO QUE QUIERO ES LLAMARME JAIME LÓPEZ


Se me pregunta –desde escritorios, butacas,
montones de libros– a qué grupo de rebeldes
pertenezco, a qué crítico en voz alta debo que expliquen
didácticamente al hombre que fue niño –se estiró–
y se hizo grande al escribir ensayos con títulos
como Los ejércitos de liberación nacional en la literatura
de fin de siglo,
algo que hoy niego rotundamente a cambio
de un par de galletas de miel de abeja, un beso de Nadia,
desdoblamientos de vocalizaciones agudas desde el fondo
de la tierra que me convierten en un ghostbuster igualito
al de los años ochenta

Se me pregunta si creo en la democracia en Noruega,
en Los Alpes, en los medios, en los burros que animan
el viaje de los periódicos locales

Y como no hay palabras exactas, insultos impensados,
un barco a Cancún las próximas tres horas, digo
–evitándome trazar tuiters, títulos, réplicas–
que nada me importa más en la vida que forjar
luchas sociales en la piel de mujeres que después
de los treinta no cumplen años y lanzan besos
desde el jacuzzi o el taxi que las lleva de vuelta
a casa

Al nadar de muertito en camas que jamás
serán nuestras

domingo, 26 de junio de 2011

NADA ES SUFICIENTE (I CAN´T GET NO…)



Llueve y eso, podrías decir, es cotidiano,
como leer la bandeja de mails un lunes
por la mañana o las empanaditas de queso
que venden de paso a tu oficina

O el gusto de sentir la sangre de Henry Miller,
o el pato Donald o los Dead Kennedys
en tus dedos

Cerrar los ojos, dejar islas tras de ti,
en síntesis: que llueva y no falten
portazos –de ida y vuelta– por el odio
que existió entre nosotros por no compartir
autores favoritos, tótems de la izquierda,
energúmenos del discurso

Llueve y apostamos, a cara o cruz,
lo poco que nos importa la humanidad:
No somos “abajofirmantes”, ni la suma
de sumas de discursos dirigidos a la Onu
y los derechos humanos; somos –a pesar
de la distancia– amantes que se juntan
y comparten el aguijón de la tinta,
mis discos de rock favoritos,
el paraguas rojo de la reescritura,
la lluvia a un par de calles

miércoles, 22 de junio de 2011

VANCOUVER

Foto: Rich Lam, Getty Images


Hay días que me siento triste.
Triste como el jugador de hockey
que tras la derrota no crea fuentes
de empleos, ni aporta evidencias
científicas que contribuyan a la libertad
más extrema: a bombardear –sin remordimiento–
Vancouver o Godzillas

Triste, con el corazón en un referéndum
por el gol invalidado: en el reflejo del sol
en los espejos, en la expansión del universo,
en los músculos amoratados de lo táctico

Hay días que me siento triste,
como el documento de 120 páginas
que dictamina nuestro arresto,
la descripción detallada de los golpes
que nos llevan al piso para volvernos
profetas, el hilo y la aguja de las puertas
giratorias, la carne lacerada de la historia


lunes, 20 de junio de 2011

CABALLITO, UN CASO MÁS DE LA VIDA REAL




No se es poeta, escritor de canciones,


piloto de Fórmula Uno por el hecho


de levantarse un día y tener mucho


dinero; por sentarme sobre tus piernas


y poner cara de niño y partir en dos


un libro de Paul Auster, el home run


de Bill Mazeroski





Se escriben poemas, canciones,


cifras en dólares por el hecho


de que sólo así se está más cerca


de darte un beso sin que digas


“tranquilo hombre elástico”





No se participa en festivales,


ni se leen completitos diccionarios,


kamasutras, manifiestos sin la firme


intención de cambiar las reglas,


ya que un corazón políticamente correcto


no hace que te muevas como si cabalgaras


caballitos de rodeo





Especialmente el que soy en tus noches





Así, ts, ts, ts, ts



Así, ts, ts, ts, ts

martes, 14 de junio de 2011

¿Y A DÓNDE SE FUERON LOS DELFINES?



No sé si sepas, pero tengo que leer,

y tengo que leer ante mucho público.

Debes saber que no habrá matinées,

globos de agua, huevitos de Pascua;

eso sí, mucha expectativa y algo

que los organizadores llaman

"indescriptible"




Fechas, ya sabes, donde todos

se arrodillan a besar la mano

de su "parner" de letras:

Gilligans, subcomandantes,

señoritas, Mandrakes




Si estuvieras acá te preguntaría si debo

tomar el medicamento dos horas antes

o persistir con agua, un poder civil independiente,

balas de plata, barras de chocolate




Te preguntaría cómo diablos se redactan

los acuerdos de paz, las cosas de Dios,

los golpes decisivos, el dulce olor del papel

moneda dentro de maletas de piel negra




Te preguntaría si un litro de electrolitos

es suficiente o medio congreso de escritores

"independientes" o una arenga por los que

se van de casa y son llamados raros




No sé. Espero que los alkaseltzers me den

refugio por una noche; lo demás, que sea

el trópico de los cajeros automáticos

en manos del sicario que te corresponde

lunes, 13 de junio de 2011

HOY NO ME LAVARÉ MI DEDITO


El amor es visual, muy visual.
Se exponen ombligos bajo el calor
de los edredones que nos permiten
conectarnos al mismo enchufe
y encendernos como foquitos
de Navidad

Y es que lo que sé del amor,
lo sé por energía e iluminación
y no por el tiwtter y el Facebook

Ella me besa y dice Spider Man,
Spider Man y con ello tormentas,
relámpagos, cambios de temperatura

Y con suficiente agua para echar
a andar un barquito de vapor,
coloca una de mis manos en las hendiduras
donde veo en 3D la saga de los Piratas del Caribe
en una sala de cine oscura donde todo huele
a palomitas y donde juro, por el martillo de Thor
y los corchos de las botellas de vino tinto,
que hoy no lavaré mi dedito

jueves, 9 de junio de 2011

EL NUEVO REY DEL RODEO


Dicen que en la poesía se compite,
que hay acervos, públicos y recintos,
exposiciones permanentes, fortunas
partículares, enormes filas de muertos
vivientes

Yo le apuesto al luminoso misterio
de los pozos para solitarios lanzamonedas;
a los recortes, los balazos, las fotocopias,
el whisky en las rocas

La verdad: poco me importa Chiapas
y sus culpas y sus tamborcitos de paz
y guerra

Hoy amo a una mujer, mañana a otra,
me vuelvo odioso o famoso y tomo
mis cosas y me largo a jugar futbol
y soy un buen gourmet o simplemente
ese mal hombre que no te devuelve
las llamadas

Insisto: olvida la poesía, a sus jardineros,
veterinarios y hojalateros y rompamos
ventanas a pedradas

En los cristales rotos está 810 veces
el mismo niño que te lleva al mar y te esconde
los mapas para que no regreses a pesar
de que todos los jueves compres tu boleto
y sepas que nadie, nadie te espera en los aeropuertos



viernes, 3 de junio de 2011

MI NOVIA ES UNA ZOMBIE QUE YA NO COME NUTELLA



Y te vas, desapareces, te urge tu oficina,
atender a los comisarios culturales
de tu pueblo miserable

Te vistes, y tan guapa como siempre,
me dejas notitas sobre tu fe, tu dios,
la dieta del perro y que contribuya
a la salud del teatro y no olvide
caminar con precaución los círculos
bautismales de tu fe sin zapatos
y de blanco

Que no olvide lo buena persona que eres,
la sazón de tu pecho cuando llego triste
a casa, la corona de espinas y los cohetones
y la tambora y los orgasmos que evitan
el escarnio de los que ven tropezar a los ciegos
con la violencia exacerbada de los movimientos
obreros, de las llamadas no contestadas,
de los simulacros antiterroristas,
de los festivales de rock cerveceros

No sé si es necesario que te vistas
de prócer campesina, de turista
de “Mixquic por una noche”,
si donde vives –y desde 1937–
las revoluciones son los juegos florales,
los cielos abiertos donde las moscas
son ultraterrenas y dan votos a la historia
de las mentiras verdaderas

miércoles, 1 de junio de 2011

PATITO KID


Me pides que no esté triste,
que hable o piense en autos
o caballos de carrera: en el libro
de tres plantas frente al mar
que te escribo y desde hace días
es noticia

Me pides que no esté triste,
que me pare con un solo pie
sobre el remanso de los tulipanes
y poco a poco haga la grulla
y con ello no olvides que soy
el Patito Kid de tus efectos especiales

Me pides que no te angustie,
que no me vaya contra los muros
de esta ciudad o piense que con arquear
las cejas soy un coche bomba o un misil
de vitamina C

Me pides que no esté triste
pero estoy triste porque no comeremos
juntos lentejas y aún faltan muchos días
para que vuelvas

Me pides que no esté triste,
que no escuche al monstruo
que levanta la mano y pide otra lágrima

Que lo arroje al plato de leche y lo triture
con mis dientes y lo ejercite para que en tres meses
sea un bíceps

Cuánta razón tienes